Si alguna vez te has preguntado por qué un peatón puede caminar por una carretera interurbana mientras que un patinete eléctrico no puede circular por la misma vía, la respuesta está en la normativa vigente en España. Este tipo de situaciones, aparentemente ilógicas, se explican por la diferencia entre un vehículo de movilidad personal (VMP) y un peatón, y las reglas específicas que los regulan.
1Normativa para vehículos de movilidad personal
Los patinetes eléctricos, considerados vehículos de movilidad personal, están sujetos a una regulación estricta en el Reglamento General de Circulación (RGC). Según el artículo 38.4 de este reglamento, se prohíbe expresamente la circulación de los VMP por travesías, vías interurbanas, autopistas, autovías que transcurren dentro de poblado, y túneles urbanos . Es decir, no pueden salir del entorno urbano bajo ninguna circunstancia.
La razón de esta prohibición tiene que ver con la seguridad vial. Los patinetes eléctricos no están diseñados para alcanzar velocidades ni niveles de estabilidad suficientes para circular de manera segura en entornos donde los vehículos suelen superar los 90 km/h. Además, su tamaño y falta de defensas los hacen especialmente vulnerables frente a cualquier colisión. Por tanto, aunque los peatones pueden transitar por ciertas carreteras, los VMP están relegados al ámbito urbano.