Comprar un coche de segunda mano puede ser una experiencia emocionante, pero también conlleva ciertos riesgos. Entre los más temidos están los llamados «vicios ocultos». Estos son defectos o problemas graves que no se perciben a simple vista durante la compra, pero que pueden afectar de manera significativa el rendimiento y la seguridad del vehículo.
Según la plataforma de compraventa AutoSpecial, se estima que un 30% de los vehículos usados vendidos entre particulares presentan algún tipo de vicio oculto. Vamos a analizar cuáles son los más comunes y cómo puedes protegerte al hacer tu compra.
1La inspección mecánica detallada sobre el motor
El motor es el corazón de cualquier vehículo y uno de los elementos más costosos de reparar si algo va mal. Los problemas en el motor representan más del 40% de los vicios ocultos en coches de segunda mano. Estos problemas pueden ir desde pequeñas fugas de aceite hasta fallos graves en componentes esenciales como la culata, el sistema de inyección o la distribución. Es fácil pasar por alto estos fallos en una inspección superficial, ya que muchas veces no se manifiestan hasta después de un tiempo de uso. Por eso, es vital realizar una inspección mecánica detallada antes de concretar la compra.
Un motor defectuoso no solo puede dejarte tirado en cualquier momento, sino que también puede suponer un gasto considerable para su reparación o reemplazo. La revisión de la historia de mantenimiento del vehículo y pruebas específicas realizadas por un mecánico de confianza son claves para detectar estos problemas antes de cerrar el trato.
