Comprar un coche de segunda mano puede ser una experiencia emocionante, pero también conlleva ciertos riesgos. Entre los más temidos están los llamados «vicios ocultos». Estos son defectos o problemas graves que no se perciben a simple vista durante la compra, pero que pueden afectar de manera significativa el rendimiento y la seguridad del vehículo.
Según la plataforma de compraventa AutoSpecial, se estima que un 30% de los vehículos usados vendidos entre particulares presentan algún tipo de vicio oculto. Vamos a analizar cuáles son los más comunes y cómo puedes protegerte al hacer tu compra.
4No hay estructura irreductible
La corrosión es el enemigo silencioso de los vehículos, especialmente en aquellas zonas que no se ven fácilmente, como el chasis o los bajos del coche. Según AutoSpecial, en torno al 10% de los vehículos usados pueden presentar problemas de corrosión oculta. Este tipo de deterioro es especialmente común en coches importados de regiones con climas húmedos o salinos, como el norte de Europa, donde las carreteras suelen estar tratadas con sal para evitar el hielo.
La corrosión no solo afecta la apariencia del coche, sino que también compromete la integridad estructural, lo que podría ser peligroso en caso de un accidente. Al comprar un coche de segunda mano, asegúrate de revisar minuciosamente estos puntos críticos o contratar a un experto que pueda hacerlo.
