Al hablar de seguridad en la carretera, la mayoría de los conductores piensa en frenos, neumáticos o cinturones de seguridad. Pero hay un elemento clave que suele pasar desapercibido y cuya caducidad puede poner en peligro tu vida: el casco de moto. Aunque a simple vista pueda verse en buen estado, con el tiempo sus materiales pierden propiedades, reduciendo su capacidad de protección.
Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), un casco en óptimas condiciones puede reducir hasta un 44% las lesiones en la cabeza tras un impacto. Pero si está deteriorado o ha superado su vida útil, su eficacia disminuye drásticamente. ¿Cuándo y por qué deberías cambiarlo? A continuación, te lo explicamos.
3¿Cómo saber la antigüedad de tu casco?
Para saber si tu casco todavía sigue siendo seguro, es importante que conozcas su antigüedad. La mayoría de modelos incluyen una etiqueta o marca con la fecha de fabricación, generalmente en el interior o bajo los acolchados. Esa información te permitirá calcular cuánto tiempo ha estado en uso y si ha llegado ya al tope de su vida útil.
Los fabricantes recomiendan sustituir el casco cuando alcanza el tiempo establecido, incluso si está en aparente buen estado. No basta con que luzca bien por fuera; la estructura interna puede deteriorarse sin signos visibles y quedar comprometida, reduciendo drásticamente su capacidad protectora. Y un casco desgastado no te protegerá adecuadamente en casco de accidente.