Durante los 65 años que duró la producción del legendario Volkswagen Beetle se llegaron a fabricar más de 21 millones de unidades. Por lo tanto, todos aquellos apasionados que estén interesados en encontrar uno en la actualidad lo podrán hacer de forma sencilla en cualquier parte del planeta. Lo que no será tan sencillo será encontrar una unidad en el estado del que ahora mismo tienes ante tus ojos, un ejemplar del año 1979 que hizo saltar todas las alarmas cuando cambió recientemente de manos.
Este Volkswagen Beetle de 1979 es en realidad una unidad 1303LS Karmann Cabriolet, lo que ya es todo un hallazgo si nos fijamos exclusivamente en el aspecto económico. Y es que las unidades con carrocería descapotable en buen estado se pueden encontrar por 20.000 euros sin ningún tipo de problema. Aunque este que tienes ante tus ojos ha costado considerablemente más. Básicamente porque se trata del Volkswagen Beetle con menos kilómetros del planeta.
En sus 44 años este Volkswagen Beetle ha recorrido 3,2 kilómetros
Eso era lo que los chicos de la casa de subastas Classic Car Auctions anunciaban, porque esta unidad que fue encontrada en un granero, acumula tan solo dos millas (3,2 kilómetros) en su odómetro. Por lo que básicamente se encuentra como recién salido del concesionario, cosa que en realidad ocurrió hace 44 años. Y básicamente por este detalle alguien llegó a pagar la friolera de 49.500 libras (57.200 euros) en su reciente subasta.
Además de ese bajo kilometraje, hubo varios factores que también corrieron a favor de este Volkswagen Beetle Cabriolet a la hora de subir la puja. Y es que también es uno de los últimos descapotables fabricados por Karmann para Volkswagen con el volante a la derecha. Además, este se acompaña de todos los documentos originales, libros de mantenimiento (por cierto sin un solo sello), facturas de compra…
Sin polvo es como si hubiera salido del concesionario ayer
Los chicos de Classic Car Auctions también decían que este Volkswagen Beetle Cabriolet había sido encontrado con ‘una cubierta de mantas en un ambiente sellado’. Aunque viendo las imágenes, ese espacio tenía poco de sellado y se conformaba con tener techo para conservar a este clásico de la intemperie. Y poco más si tienes en cuenta los centímetros de polvo que presenta en su exterior, acabado en color Marrón Brasil y combinado con una capota de lona de color crema a la que habrá que dar una buena limpieza.
El motor también se conserva a la perfección, al igual que sus llantas, aún calzadas con los neumáticos originales. Y lo mismo sucede en su interior, que si no fuera por el polvo, luciría como recién salido del concesionario.