Un Volkswagen Scirocco blanco protagonizó un espectacular accidente al estrellarse contra la histórica Puerta de la Victoria en Chequers, la residencia de campo del primer ministro británico. Las imágenes de CCTV captaron el momento exacto en que el vehículo impactó contra las puertas de roble de 80 años de antigüedad, causando serios daños materiales. Además, las autoridades accionaron como si se tratara de un ataque terrorista.
El responsable del incidente, Matthew Wootten, de 44 años y residente de Great Kimble, Buckinghamshire, manejaba bajo los efectos del alcohol, superando casi tres veces el límite permitido. Se encontraba en Missenden Road, Aylesbury, cuando ignoró una curva y continuó de frente hasta impactar con la entrada de la finca. El golpe fue tan duro que terminó abriendo las rejas que se encontraban en el lugar.
El video del accidente que protagonizó el Volkswagen
Las autoridades encontraron varias latas de alcohol en el interior del vehículo y confirmaron que su nivel de alcohol en sangre era de 221 miligramos por cada 100 mililitros, muy por encima del límite legal de 80 miligramos. El Tribunal de la Corona de Reading sentenció a Wootten a dos años y ocho meses de prisión, además de una inhabilitación para conducir por tres años y cuatro meses. Fue declarado culpable de varios cargos, incluidos conducción peligrosa, daños a la propiedad y conducción bajo los efectos del alcohol.
Según Celia Mardon, del Servicio de Fiscalía de la Corona para Thames y Chiltern, las imágenes captadas por las cámaras de seguridad fueron pruebas clave para demostrar la culpabilidad de Wootten. «La solidez de esta evidencia, junto con un nivel de alcohol en sangre significativamente alto, no le dejaron otra opción que admitir su culpabilidad», afirmó.
El Volkswagen quedó destrozado
El icónico Volkswagen Scirocco blanco, un modelo apreciado por coleccionistas, sufrió graves daños estructurales tras el impacto. Especialistas han indicado que la restauración será costosa, pero no imposible. Mientras tanto, las históricas puertas de Chequers, dañadas por el choque, requieren una intervención especial para devolverlas a su estado original. Probablemente el conductor deba pagar los arreglos de todo lo que destrozó con su vehículo.
El suceso ha desatado un debate sobre la seguridad de las propiedades gubernamentales y la conducción bajo los efectos del alcohol. Las autoridades han enfatizado la importancia de reforzar las medidas de seguridad para prevenir futuros incidentes similares y garantizar la protección de patrimonios históricos como Chequers. En este caso, fue un conductor alcoholizado, pero deja abierta la posibilidad a un posible ataque terrorista.