La octava generación de la variante deportiva del Golf está a punto de aterrizar en el mercado. Aunque ya se conoce casi todo acerca sobre él, la marca germana sigue desvelando pequeños detalles que lo hacen aún más atractivo. La última información en llegar es que incorporará un nuevo Gestor de Dinámica de Marcha que se encarga de coordinar de forma centralizada todas las funciones electromecánicas del chasis, algo que proporcionará un mayor confort y dinamismo. «Gracias a la combinación de la nueva configuración del chasis y del bloqueo del diferencial del eje delantero con este sistema, hemos sido capaces de elevar las prestaciones del nuevo Golf GTI a un nivel superior», aseguran desde la marca.
Los conductores podrán seleccionar su propia configuración mediante un selector de modo, así como los componentes de la suspensión con el chasis adaptativo DCC opcional. Con ello, el subviraje, una característica típica de los vehículos con tracción delantera, que hace que las ruedas delanteras pierdan tracción en las curvas rápidas, se elimine.
Con 245 CV
En cuanto a su corazón, ya se sabia que se iba a seguir apostando por el EA888, un 2.0 TSI que es capaz de proporcionar 245 CV de potencia y 370 Nm de par motor, algo que le hará lucir los mismos números que la séptima generación del Golf GTI Performance, que pasa de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y alcanza los 248 km/h.
Toda esta potencia se enviará a las ruedas delanteras, donde encontramos un diferencial de deslizamiento limitado y el sistema VDM (Vehicle Dynamics Manager), que es capaz de monitorear el estado del vehículo.