Volkswagen Navarra, la factoría de la marca alemana de la que nacen el Polo, el Taigo y el T-Cross, se prepara para la transformación hacia la producción de eléctricos. La fábrica de Landaben se encuentra ahora mismo en pleno proceso de implementación de innovaciones para sus nuevos cometidos.
Y en este proceso, Volkswagen Navarra ha estado trabajando en estrecha colaboración con Cupra en el desarrollo de un prototipo de coche eléctrico, que comparte similitudes con el SUV que será lanzado por la planta de Landaben en 2026. Una forma de aprovechar las sinergias en el grupo automovilístico alemán para integrar las operaciones necesarias en la línea de montaje, que será compartida entre los vehículos eléctricos y los de combustión interna.
Volkswagen Navarra producirá eléctricos en 2026
Actualmente, la factoría navarra se encuentra inmersa en los preparativos para la llegada del vehículo eléctrico, que se sumará a la producción de dos SUV urbanos que serán lanzados en el año 2026. Ese proceso hacia la implantación de la producción de los nuevos modelos eléctricos ha sido explicado, por el director de Producción de la factoría, Miguel Ángel Grijalba, durante la presentación de la renovada familia del Volkswagen T-Cross a la prensa.
Grijalba destacó la precisión y eficiencia que caracterizan el proceso de producción en Volkswagen Navarra. Con una dedicación de 54,6 segundos por vehículo de combustión en el taller de montaje, y un total de 224 fases en el proceso de producción diaria de 1.438 vehículos, la planta cuenta con maquinaria que trabaja con una precisión de 0,1 milímetros.
Esa misma precisión es la que buscan en la integración de los vehículos eléctricos en la línea de montaje. Por ello, Grijalba subrayó la importancia de comprender cada fase del proceso y asegurar que la productividad no se vea afectada. La llegada del coche eléctrico de Cupra ha proporcionado una oportunidad inmejorable para analizar y adaptar las operaciones necesarias.
Landaben es la cuarta fábrica más productiva de Volkswagen
Durante un recorrido por el taller de montaje, Grijalba explicó la meticulosa precisión en cada etapa del proceso, desde la unión del conjunto motopropulsor con la carrocería hasta el delicado proceso de separación en caso de necesidad. En Volkswagen Navarra, cada detalle cuenta, y la precisión de 0,1 milímetros es fundamental para garantizar la calidad y seguridad de cada vehículo.
La fábrica, que emplea a alrededor de 4.500 personas, opera con una precisión milimétrica en la distribución del trabajo. Una coordinación y meticulosidad en el trabajo que han llevado a la planta de Landaben a ser reconocida como una de las más destacadas dentro del Grupo Volkswagen a nivel mundial.
Y es que Navarra es la cuarta fábrica de la marca Volkswagen por volumen de producción en el mundo. Y entre sus últimos éxitos está el haber sido reconocido lanzamiento del Taigo como el mejor lanzamiento en la historia de la marca, lo que refleja el compromiso y la excelencia que caracterizan el trabajo en la planta.
Esa excelencia es para la que la fábrica de la marca alemana se está preparando de manera concienzuda de cara a la llegada de los nuevos modelos eléctricos.