Volkswagen Navarra anunciaba la semana pasada que prescindiría de 400 trabajadores desde mediados de 2024. Una medida que la dirección de la planta tomará para afrontar la transición hacia el coche eléctrico.
La fábrica navarra ensambla actualmente el Volkswagen Taigo, el Polo y T-Cross, estos dos últimos en exclusiva para Europa. Y tendrá que adaptar su producción a la llegada de los nuevos modelos eléctricos. Los primeros que se montarán en la factoría serán el Volkswagen ID 2X y también un nuevo coche de la marca Skoda.
Pero estos eléctricos no se lanzarán hasta 2026, por lo que Volkswagen Navarra tendrá que disminuir su producción durante los años 2024 y 2025 para adaptarse al montaje de eléctricos. Esto obliga a la planta, según ha explicado el gerente de Relaciones Industriales, Jesús Galindo Parejo, «a acordar un plan de salidas», ya que la fábrica trabajará en ese periodo a dos turnos y medio y no regresará a los tres turnos de producción hasta 2026, con el lanzamiento de las preseries de estos coches.
Así, a lo largo de este mes, ya se han fijado en el calendario las fechas (los días 4, 6, 10, 13, 17 y 19 de octubre) en las que los representantes de la planta y de los trabajadores se reunirán para sacar adelante el X Convenio Colectivo, que hará que la fábrica se convierta en multimarca, con una producción más «flexible y simultánea», con coches eléctricos y de combustión.
Previsiones de producción de Volkswagen entre 2024 y 2028
Esto «supone una garantía de futuro», ya que «protege los niveles de producción ante los posibles vaivenes del mercado», ha explicado Galindo. En concreto, la previsión de producción para el año 2024 se sitúa en torno a 255.000 coches. Mientras que en 2025 disminuirá quedándose en 215.000 vehículos.
En 2026, año de lanzamiento de los dos modelos eléctricos de Skoda y de Volkswagen, el volumen de producción de la planta navarra se estima en 200.000 unidades, que incluyen modelos de combustión y 100% cero emisiones.
La dirección contempla que las negociaciones se sustenten en la productividad, la competitividad y la mejora del absentismo para lograr que los volúmenes planificados de 350.000 coches anuales en 2027 y 2028 sean una realidad y se puedan recuperar e incluso superar las cifras actuales de empleo. Con este objetivo, la empresa pretende realizar todas las inversiones previstas, de las que algunas ya se están efectuando, como la ampliación de la nave de Chapistería.
De esta forma, el futuro de la planta de Volkswagen en Navarra pasará por tres etapas, según el documento base del convenio. La primera, que abarca la preparación para el lanzamiento de eléctricos durante los años 2024 y 2025, en la que decae la producción; la segunda, que contempla en 2026 el lanzamiento de los dos modelos eléctricos; y la tercera, que especifica las previsiones para los años 2027 y siguientes, con volúmenes de producción «muy altos», según Galindo.
