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jueves, 21 noviembre 2024

Volkswagen Polo GTI. Y ahora, «upsizing»

La moda del «downsizing», que reduce el tamaño de los motores para bajar consumos y emisiones sin que ello afecte a los niveles de potencia, par y prestaciones, tiene también sus excepciones. Una muy clara es este nuevo Volkswagen Polo GTI, porque si el anterior, disponible sólo con cambio DSG7, montaba un 1.4 TSI con 180 CV -combinaba inyección directa, compresor y turbocompresor-, el ahora presentado apuesta por un 1.8 TSI -estrenado ya en varios modelos de Audi y en el nuevo Passat- que pertenece a la moderna familia EA888. En el caso que nos ocupa, combina la inyección directa -hasta 200 bares de presión- y la indirecta con un turbocompresor, y se obtienen 192 CV a un régimen muy tranquilo: entre 4.200 y 6.200 rpm. Y un par máximo apabullante de 32,7 mkg entre 1.450 y 4.200 vueltas que se aprecia nada más empezar a circular, pues basta con acelerar un poco para que nuestro cuerpo se pegue al respaldo. Eso en la versión manual de seis marchas, porque si preferimos la de cambio DSG7, que cuesta 24.420 euros, el par máximo se mantiene en los 25,5 mkg del Polo GTI anterior, aunque ese valor está disponible en un régimen mucho más amplio: de 1.250 a 5.300 vueltas. De ahí que el Polo GTI con caja automática también sea un auténtico tiro, como tuvimos ocasión de comprobar en el circuito valenciano de Cheste, donde el nuevo deportivo de Volkswagen se muestra eficaz -frena muy bien y tiene un paso por curva excelente ayudado por sus 215/40 R17, el XDS+ y la suspensión rebajada 15 mm- y muy fácil de controlar. Y si pulsamos el botón «Sport» el coche radicaliza su personalidad, pues con esa simple acción seleccionamos una mayor firmeza de los amortiguadores -el chasis Sport Select viene ahora de serie gracias al Paquete Lanzamiento Polo GTI-, un tarado más deportivo de la servodirección electromecánica y del pedal acelerador, un sonido mecánico más «agresivo» y, si el coche equipa cambio DSG, el programa «S» en lugar del «D».

Cumple la norma Euro 6

Además, el Polo GTI adopta un nuevo control de estabilidad con varios modos. El normal ya va bien, pues interviene sólo si es necesario, pero si pulsamos su botón se desactiva el control de tracción ASR, y si lo pulsamos durante tres segundos entra en modo ESC-Sport, ideal por ejemplo en circuito. En un uso más «civilizado», la llegada del 1.8 TSI EA888 trae otras ventajas, como una reducción del gasto -con caja DSG homologa 5,6 l/100 km-, aunque el promedio real nos pareció sensible al estilo de conducción.

Por otro lado, convencen plenamente los asientos, el tacto general y la típica buena calidad de todo Polo, pero no nos gusta que el maletero pierda volumen -tiene 204 litros- por situar la batería atrás. En cuanto a la dotación, muy completa, incluye navegador, detector de fatiga, ParkPilot, levas en la versión DSG, climatizador…