El tercer modelo más importante para Volkswagen después del Polo y el Golf estrena plataforma MQB A2 (MQB A1 la del Golf, León o Ateca) lo que implica crecer a lo largo y a lo ancho pero a su vez reducir su altura. Además su distancia entre ejes aumenta nada menos que 77 mm dejando 29 mm más para las rodillas atrás con un maletero que crece 50 litros y pasa a tener 520 litros con la banqueta trasera en posición normal (615 con ella desplazada totalmente hacia delante).
Este tamaño del maletero, cuyo borde de carga también se ha rebajado ante las críticas del modelo anterior, es común a los Tiguan de tracción delantera y a los de tracción total, todos con eje trasero multibrazo, a diferencia de su primo el Seat Ateca, con eje torsional detrás cuando es tracción delantera y un maletero que cubica 510 litros, que se reducen a 485 cuando lleva montada la tracción total que lleva aparejado un eje trasero multibrazo.
Espacio interior generoso
El espacio en el interior del nuevo Tiguan es tan generoso que ahora puede conducir cómodamente una persona de 1,86 metros de altura y detrás a otro ocupante de talla idéntica le sobrarían casi 10 centímetros para que sus rodillas rozasen con el respaldo delantero. Incluso la disminución en la altura total del coche no ha influido en la cota de altura detrás que se mantiene como una de las mejores del segmento. Volkswagen ha mantenido de serie y con buen criterio la banqueta trasera desplazable y los respaldos reclinables y otra mejora clara, también criticada hasta ahora, es la posición del conductor y su acompañante, que ahora se aprovechan de unos nuevos asientos ?Ergo Active? 8 milímetros más altos y con una combinación de espumas y bastidor mejorados.
Como no podía ser de otra forma, una de los aspectos más cuidados en el nuevo Tiguan es la calidad. Es verdad que hay mucho plástico duro a la vista, algo común a todos los rivales, pero se ve claramente que es un tipo de plástico de alta calidad y además se nota. También se ha mantenido el excelente nivel de ergonomía típico de la marca con una impecable ubicación de todos los mandos, lo que hace sentirse como en casa desde el minuto uno.
La mayor distancia entre ejes del nuevo Tiguan junto a una notable reducción de peso y un aumento en la resistencia a la torsión, ayudan a lograr un magnífico comportamiento en carretera y una mejorada respuesta fuera de ella. No es que la ganancia sea brutal en asfalto porque el que deja el testigo ya iba de cine, sin embargo la mejora se nota en unos cuantos detalles individuales que sumados permiten ganar aplomo y un tacto de conducción que transmite seguridad. Se mantiene e incluso aumenta la sensación de solidez y la de estar conduciendo un gran coche por mecánica, robustez, eficacia y amplitud.
El motor 2.0 TDI de 150 caballos es el más equilibrado de la gama por su relación prestaciones-consumos; el cambio DSG, el más recomendable por todo, y el acabado Edition, suficiente para el que se conforme con un equipamiento sobresaliente aunque sin florituras, que para eso está el Advance o el Sport, acabado este último que supone la mitad de las 600 solicitudes que la marca acumula hasta el momento en España y que auguran un éxito esperado.
Tiguan 4Motion, con Haldex de 5ª generación
El nuevo Tiguan puede llevar tracción total 4Motion de 5ª generación cuya respuesta es más rápida. Además, esta nueva generación de 4×4 cuenta con el sistema Active Control que incorpora un interruptor giratorio que puede activar cuatro modos de conducción: 'Snow', 'On-road', 'Off-road' y 'Off road Individual'. Este último permite ajustes para adaptar elementos como la suspensión (en caso de llevarla regulable), la dirección y hasta seis variables. Además, hay un paquete 'Off-road 4Motion' que por 335 euros incluye un paragolpes frontal específico con mayor ángulo de ataque (pasa de 16 a 25,60), la protección inferior del motor y las taloneras y los pasos de rueda en negro. Y cuando se ha adquirido el 'Digital Cockpit', se puede ver hasta el ángulo de las ruedas fuera del asfalto.
