En los últimos tiempos parece que el diésel se ha convertido en el enemigo público número uno. Sin embargo, esa apreciación que este carburante se ha labrado en muchos mercados, entre los que también se incluye España (solo hay que analizar sus ventas en comparación con la gasolina), Volkswagen la quiere tirar por tierra. De hecho, la reduce a escombros con su todopoderoso 4.0 V8 TDI, un propulsor que actualmente ofrece el Touareg, y al que han sometido a una contundente prueba de emisiones en conducción real.
Para ello se contó con los servicios de Emissions Analytics, una empresa independiente que tomó un Volkswagen Touareg 4.0 V8 TDI y realizó tres mediciones en áreas metropolitanas de Alemania. Una de ellas tuvo lugar en Baja Sajonia, otra en Baden-Württemberg y la última en Baviera. De esta forma se consiguen mediciones con diferentes tipos de orografías.
Hasta ocho veces por debajo del límite
En las tras pruebas, este imponente SUV tuvo unas emisiones de NOx muy inferiores al límite que establece la actual normativa Euro6 de 80 mg/km. Tanto es así, que en Baja Sajonia obtuvo una media de 10 mg/km, en Baviera 13 mg/km y en Baden-Württemberg 20 mg/km.
De esta forma Emissions Analytics obtuvo un promedio de 14 mg/km de emisiones de NOx en las tres pruebas, prácticamente seis veces menos del máximo permitido en la actualidad.
No cabe duda de que para conseguir este resultado, la casa alemana se ha esforzado al máximo y equipa a su Touareg con un avanzado sistema de tratamiento de gases de escape de múltiples etapas para reducir al máximo las emisiones de NOx (esto también lo usará el Volkswagen Golf GTD, que por 'nuestra' oposición al diésel nos quedaremos sin ver en España). Parte de esa culpa la tiene su catalizador SRC que convierte el óxido de nitrógeno en vapor con la ayuda del ya extendido AdBlue. Y para ello, este Touareg equipa un depósito con nada menos que 24 litros de este aditivo sintético.
Junto a el se encuentra otro depósito con capacidad para 90 litros de combustible, porque aunque este Touareg 4.0 V8 TDI es respetuoso con el medio ambiente, no lo convierte en un mechero. Y es que este SUV de 2.305 kilos de peso firma un gasto medio de 9,2 l/100 km y emisiones de 240 g/km de CO2, que aún así son cifras irrisorias para una criatura con 420 CV y 900 Nm, datos que le permiten alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 4,9 segundos.