Dicen que el proyecto más ambicioso en el que se embarcó el antiguo jefe del Grupo Volkswagen, Ferdinand Piech, fue el impresionante Bugatti Veyron. Sin embargo a comienzos de los años 2000 se aventuraron con otro desafío igual de descabellado que el deportivo de Molsheim. Y hablamos del particular Volkswagen XL1, un diminuto, ligero y eficiente vehículo que consiguió firmar un consumo medio en el ciclo NEDC de tan sólo 0,9 l/100 km.
Semejante vehículo se convirtió en una realidad que confirmaron en el año 2012 y de la que tan solo 250 clientes pudieron disfrutar. Y muchos parecen teniendo en cuenta que la compañía alemana pedía por aquellos entonces (en realidad se puso a la venta en julio de 2014) la escalofriante cifra de 110.000 euros por cada XL1, que desde entonces ostenta el título del vehículo más eficiente jamás construido con una mecánica de combustión.
Esconde una mecánica híbrida enchufable
Volkswagen no reparó en gastos en su desarrollo, tanto es así que el 21,3% del XL1 es ligera fibra de carbono. Eso equivale a 169 kilos de los cuales 65 corresponden a un sofisticado chasis creado con este material. En total este XL1 pesaba 795 kilos, porque hasta contaba con un equipo de frenos con discos carbocerámicos, sin olvidarnos de detalles como sus puertas de alas de gaviota o de una depurada aerodinámica de solo 1,186. Para conseguirlo Volkswagen recurría a detalles como unas ruedas traseras carenadas o a la ausencia de espejos retrovisores, que se reemplazaban por unas cámaras como las usadas hoy día por un Audi e-tron. Sin olvidarnos de que estos Volkswagen XL1 contaban con unos neumáticos especialmente desarrollados por Michelin, que tenían una medida de 115/80 R15 delante y 145/55 R16 detrás.
Debajo de esa carrocería se escondía una mecánica híbrida enchufable, compuesta por una batería de iones de litio con 5,5 kWh de capacidad, la cual le permitía recorrer hasta 50 kilómetros en modo eléctrico, gracias también a un diminuto motor eléctrico con 27 CV de potencia. Junto a este se colocaba medio motor de un Volkswagen Golf 1.6 TDI. Y es que el motor térmico del XL1 era precisamente un propulsor de diésel de dos cilindros y 800 centímetros cúbicos que generaba 48 CV de potencia. Y todo ello era enviado a sus ruedas traseras por medio de un cambio DSG con 7 velocidades.
A pesar de su modesta potencia, el Volkswagen XL1 presumía de poder acelerar de 0 a 100 km/h en 11,9 segundos y de alcanzar una velocidad máxima limitada a 160 km/h.
Vendido por …
Quien posee uno de estos particulares XL1 rara vez decide desprenderse de él, pero este ejemplar que ahora mismo tienes ante tus ojos, acabado en color Sunset Red, entregado en julio de 2015, que actualmente reside en Amsterdam y que tiene 19.407 kilómetros… está a la venta.
Conservado en perfectas condiciones, cierto es que tuvo un pequeño golpe en su parte posterior que fue reparado directamente en la factoría de Volkswagen en Wolfsburg. También se sustituyó el compresor del aire acondicionado y cuenta con todas las revisiones al día.
Han sido los especialistas de Collecting Cars quienes se han encargado de buscarle un nuevo hogar, pero parece ser que la puja más elevada (rondaba los 50.000 euros) no atrajo a su propietario, que ha decidido no venderlo… por el momento.
