Volvo es una marca mundialmente conocida por el nivel de seguridad de sus turismos, algo en lo que tiene mucho que ver el legendario Volvo 240. Este robusto sedán, lanzado en agosto de 1974, marcó un antes y un después en la firma sueca y merece un reconocimiento pese a compartir año de nacimiento con una de las grandes leyendas del mundo del automóvil, el Volkswagen Golf.
El Volvo 240 fue el primer modelo de la serie 200. Desde el comienzo de la producción, se ofrecieron versiones de 2 puertas, 4 puertas y familiar. Se desarrolló a partir de la serie 140 y mantuvo una línea estética semejante, aunque también estuvo influenciado por el prototipo VESC (Volvo Experimental Safety Car), presentado en 1972. Uno de los cambios más llamativos se acabó convirtiendo en una de sus señas de identidad, como eran los paragolpes de gran tamaño, un elemento enfocado a la seguridad pasiva.
No en vano, el Volvo 240 se desarrolló teniendo en cuenta los estrictos requisitos de seguridad de la época. De hecho, eran tan estrictos que el automóvil se utilizó como modelo de referencia para los desarrollos de seguridad de las autoridades de los Estados Unidos. Cabe destacar que, debido en parte a estos particulares paragolpes, era un modelo muy largo (4,82 metros) aunque con una distancia entre ejes de sólo 2,65 metros, lo que daba lugar a unos voladizos muy generosos que se convirtieron en su seña de identidad. Uno de sus grandes rivales de la época, el Mercedes W123, tenía una longitud de 4,72 metros y una batalla de 2,79 metros.
Esta es la historia del Volvo 240
Respecto a su antecesor, el 240 incorporó importantes mejoras en el chasis, como una suspensión delantera de tipo McPherson. Desde el punto de vista mecánico, se introdujo una nueva serie de motores de 4 cilindros y 2,1 litros con un solo árbol de levas en cabeza. Cabe reseñar este modelo mantuvo la nomenclatura estrenada en su antecesor: la primera cifra corresponde a la serie (200), la segunda a los cilindros del motor y la última al número de puertas de la carrocería. De esta manera, el sedán era conocido como 244, el coupé como 242 y el familiar, 245.
Con el paso de los años se fueron incorporando nuevas versiones, algunas de corte deportivo, como el 242 GT de finales de los años 70 y el 240 Turbo de los años 80. Ambos modelos ofrecían un rendimiento espectacular y respondían a la perfección al clásico proverbio «un lobo con piel de cordero». En 1981 se presentó en Estados Unidos la versión turboalimentada del 245, que en ese momento fue el familiar más rápido del mundo.
El Volvo 264 (berlina con motor de seis cilindros) se presentó en otoño de 1974 como sucesor del Volvo 164, que se fabricó simultáneamente con el 264 en 1975. Se desarrolló un motor completamente nuevo, el PRV, un V6 con una cilindrada de 2,7 litros, fabricado íntegramente en aluminio y desarrollado en colaboración con Peugeot y Renault. Justo un año después del lanzamiento del sedán, llegó la carrocería familiar, Volvo 265. El 264 fue reemplazado en 1982 por el nuevo 760.
Dentro de la gama 260, el Volvo 262 presentado en 1977 era una versión poco común. Basado en la misma carrocería de 2 puertas utilizada para el 242, tenía los componentes y el aspecto frontal de la serie 260. El 262C fue diseñado por Volvo en Suecia, pero fabricado por Bertone en Italia. Se produjo específicamente para el mercado norteamericano y solo se fabricaron 3.329 unidades entre 1975 y 1977.
El Volvo 240 se mantuvo en producción mucho más tiempo del esperado
El Volvo 240 casi se convirtió en un clásico durante su vida, ya que se fabricó durante 19 años, mucho más de lo previsto inicialmente; de hecho, convivió con su teórico sucesor (serie 700). En dos ocasiones, el coche fue sometido a un importante lavado de cara, en los años modelo 1981 y 1986. En total, se fabricaron más de 2,8 millones de coches de la serie 240/260.