Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) han emergido como un elemento fundamental en la transformación de la movilidad urbana, en la creciente búsqueda por abordar la crisis climática y mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades,
Estas áreas restringen la circulación de vehículos altamente contaminantes en los núcleos urbanos, promoviendo así un compromiso más profundo con el medio ambiente y las emisiones cero.
Sin embargo, mientras que las ZBE representan un paso crucial hacia una movilidad más sostenible, surge la pregunta inevitable: ¿cuál es su impacto real en turistas y usuarios de servicios de alquiler de vehículos?
1Un reconocimiento positivo pero con fallos leves
La Federación Nacional Empresarial de Alquiler de Vehículos con y sin conductor (FENEVAL) reconoce el valor de las Zonas de Bajas Emisiones como catalizadores para una movilidad más eficiente y ecológica.
No obstante, advierte sobre la necesidad de evitar que estas medidas se conviertan en obstáculos para la movilidad de los visitantes internacionales y los usuarios de alquiler de automóviles.
Específicamente en ciudades como Madrid, donde una gran proporción del parque automotor no cumple con los estándares de emisiones, es esencial garantizar que los turistas y los usuarios de alquiler estén debidamente informados sobre las restricciones de acceso.
