La permisividad que otorgó la Ley de Cambio Climático para los ayuntamientos que, estando obligados, no crearan zonas de bajas emisiones (ZBE) con restricciones del tráfico tiene visos de acabarse. El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha avanzado en una de sus últimas intervenciones «penalizaciones» para los alcaldes que no avancen -o retrocedan- en movilidad sostenible, que previsiblemente irán más allá del perjuicio que supondrá que a finales de este año tengan que devolver los fondos europeos que recibieron para crear zonas de bajas emisiones, carriles bicis o peatonalizar calles. Pero ojo, también habrá «premios» para las ciudades cumplidoras.
En un mundo en el que la preocupación por el cambio climático y la necesidad de adoptar medidas más sostenibles es cada vez más apremiante, las acciones de los gobiernos locales en materia de movilidad son cruciales. Puente dicta un cambio de enfoque: «Vamos a premiar a aquellos municipios que hagan un trabajo en pro de la movilidad sostenible y aquellos que no los vamos a penalizar, es la única manera de hacerlo». Sin embargo, queda por concretar la manera y la vía para llevar a cabo estas medidas.
2Las resistencias a las Zonas de Bajas Emisiones
Puente destaca el carácter único de la resistencia de algunas ciudades a las medidas de movilidad sostenible. La vuelta atrás en reformas como la creación de carriles bici, peatonalización o carriles especiales para el transporte público representa un fenómeno singular. El ministro enfatiza que, mientras en otras ciudades del mundo el debate gira en torno a la velocidad del cambio, en España la resistencia se manifiesta en deshacer aquello que ya se había avanzado.
La resistencia, muchas veces vinculada a partidos políticos como el PP y VOX, pone de manifiesto la polarización ideológica en torno a estas cuestiones. Puente denuncia como «preocupante» la actitud de ciertos ayuntamientos que no solo no avanzan en medidas sostenibles sino que deshacen lo construido por administraciones anteriores.