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miércoles, 12 marzo 2025
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Volkswagen Beetle Cabrio 2.0 TDI 70. Un cielo de coche

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Solemos explicar que España, con la mitad del territorio convertida en 'sartén' durante el abrasador estío, es un buen lugar para disfrutar de los descapotables en estaciones como la primavera o el otoño, e incluso en invierno si nos movemos por zonas costeras, de clima suavizado por la brisa marina. Pero es en verano cuando viajamos más, cuando abunda el tiempo libre y cuando las noches son más agradables, lo que pinta un escenario al que se adapta bien nuestro protagonista, que sólo requiere 9,5 segundos para pasar de coche cerrado a abierto, y 11 para el proceso inverso -el segundo y medio extra es lo que tarda en fijar la capota al marco del parabrisas-. Además, ambas operaciones puede realizarse en marcha hasta 50 km/h, y no hay diferencia de capacidad en el maletero sea cual sea la posición del techo: hay siempre 225 litros.

No es muchísimo, pero sí un 12 por ciento más que en su predecesor, y ya da para colocar varias maletas compactas. Además, podemos abatir total o parcialmente el respaldo posterior para ampliar la 'bodega' de equipajes, mientras que antes había un respaldo fijo con una pequeña trampilla para pasar objetos largos y estrechos. Como resultado de todo ello el Beetle Cabrio ya no es ese modelo 'de bulevar' con el que pasear y realizar cortas escapadas, sino que se atreve con aventuras de mayor calado, como un largo viaje en pareja o, incluso, en familia, pues detrás caben bien dos adultos: hay 90,5 centímetros de altura al techo y casi 105 de anchura, y con un conductor de talla media al volante quedan 67 centímetros entre respaldos. 

Abundan los huecos

Pero en el coqueto modelo alemán -fabricado en México, por cierto- no sólo ha crecido el espacio, sino que también hay más funcionalidad, pues abundan los huecos donde guardar objetos: por encima de la guantera principal hay otra guanterita con tapa -como en los Beetle más clásicos-, y en el lado izquierdo del salpicadero hallamos una tercera guantera. Si sumamos a ello la bandeja existente sobre el centro del salpicadero, el cofre central que oficia de apoyabrazos delantero, los huequitos repartidos por la consola central, las bolsas de las puertas o los revisteros de los respaldos veremos que en esto los diseñadores han cumplido. El acabado básico Beetlemanía, disponible sólo con los motores 1.2 TSI y 1.6 TDI, prescinde de algunos de esos elementos, pero todos están presentes en las terminaciones Design y Sport, ofrecidas con el motor 2.0 TDI de 140 CV aquí analizado -30.450 y 30.670 euros, respectivamente-.

No obstante, nuestra unidad de pruebas se sube hasta los 34.690 euros por su exclusivo acabado 70's, que homenajea la estética de esa época. Homenaje a su manera, claro. Porque, para empezar, sustituye los 215/55 R17 normales por unos 235/45 R18 que hace 40 años no montaba ni un Ferrari tan 'gordo' como el 512 BB, lo más de lo más en deportivos por aquel entonces.

Lujoso equipamiento de serie

El equipo de serie del Beetle Cabrio 70's es lujoso, pues frente al nivel Design añade tapicería de cuero, calefacción en los asientos, pintura metalizada -podemos elegir entre gris y marrón-, capota en tono beige, emblemas exteriores específicos y faros bi-xenón, además de indicadores de presión de neumáticos y de desgaste de pastillas de freno, sensores de aparcamiento delante y detrás o lavaparabrisas calefactado.

Pinta bien, pero se trata de una dotación cerrada que, incomprensiblemente, impide equipar nuestro Beetle Cabrio 70's con opciones sí disponibles para el resto de la gama, como navegador, equipo de sonido Fender, alarma, chasis deportivo o sistema de cierre y encendido sin llave. Y peor aún: tampoco puede equipar el paravientos trasero, opcional en el resto -sólo es de serie en el Beetle Cabrio Sport 2.0 TSI de 210 CV– y que echaremos en falta nada más rebasar los 100 km/h con la capota plegada. Si subimos las cuatro ventanillas laterales contendremos un poco los remolinos de aire, pero a 110 ó 120 km/h el viento ya molestará. Lo que sí es de serie es el cubrecapota, de función meramente estética y que nosotros, si nos diesen a elegir, cambiaríamos por el paraviento; porque se puede circular sin cubrecapota -durante nuestra sesión de fotos lo hicimos- sin que aparezcan ruiditos o turbulencias extra. Y con otra ventaja: podremos colocar el techo sin necesidad de bajarnos a quitar antes el protector de lona.

Buen acabado y confort

No cabe duda: interesa más comprar un Beetle Cabrio con acabado Design o Sport y personalizarlo a nuestro gusto. Podremos pedir hasta los 'ruedones' de la versión probada. Además, la dotación de serie de esos Beetle Cabrio es ya muy completa: climatizador de dos zonas, cuatro airbag, asistente de arranque en cuesta, asientos delanteros con ajuste lumbar, ordenador de viaje, control de velocidad de crucero, sensor de lluvia, radio-CD MP3 con ocho altavoces y cargador para 6 CD's, pantalla táctil de 6,5 pulgadas… Relación, no obstante, en la que no hallaremos el encendido automático de luces, que Volkswagen, para nuestra sorpresa, no contempla.

 El acabado es bueno, pese a que no abundan los plásticos mullidos, y tuvimos que circular por asfalto roto para que apareciese un 'grillito' en la ventanilla del conductor. Buen confort sonoro, asientos cómodos y con sujeción, mandos agradables y a mano como en otros Volkswagen… Puestos a criticar, no enamora el tacto del cambio, aunque para eso hay solución, pues el motor 2.0 TDI se puede combinar con la caja DSG de doble embrague, que suma 1.850 euros al precio -para los acabados Design y Sport, porque tampoco es posible hacerse con un 70's de transmisión automática-. 

114 kilos más que un Beetle normal

El motor es un viejo conocido: el 2.0 TDI de 140 CV, un diésel progresivo y con empuje a cualquier régimen -entre 1.500 y 4.500 rpm da lo mejor de sí- que equipa también a Passat, Scirocco, Eos, Touran, Sharan y Tiguan. Pero no al Golf, que ya usa su evolución, más suave y con 150 CV. En el Beetle Cabrio, que pesa 114 kilos más que el Beetle normal, se ha optado por desarrollos de cambio largos, y eso lastra sus reacciones en carretera, sobre todo en sexta; aunque recuperar de 80 a 120 km/h en 7,8 segundos usando cuarta es un buen dato. Además, nos ha sorprendido gratamente con un gasto real próximo al oficial, pues en nuestro test de autovía, ciudad y carretera la media se quedó en 5,9 l/100 km.

En cuanto al comportamiento, optimizado frente al modelo anterior, todo sigue pareciendo pensado para un uso más turístico que deportivo. De hecho, esta versión no lleva la eficaz suspensión trasera multibrazo de la versión 2.0 TSI, sino un eje rígido que no va tan bien sobre mal firme o si buscamos los límites de adherencia en curva. Y los 235/45 R18 acentúan esas carencias, pues al aumentar el agarre ponen en mayores apuros a una suspensión que rinde mejor en versiones poco potentes. Además, no disfrutamos del diferencial XDS -limita la tendencia a tirar de morro en curvas cerradas- que sí llevan los motores de gasolina de 160 y 210 CV. En resumen, un viajero ideal, pero que prefiere la tranquilidad a los nervios.

Nissan Ultra-Ever Dry, olvídate de lavar tu coche

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Esta tecnología ha sido desarrollada por el centro técnico de Nissan en Europa y está siendo probada en un Nissan Note.

Se aplica una capa protectora sobre la propia pintura del vehículo, que crea una capa intermedia entre ésta y la suciedad, de manera que repele las manchas de barro, de lluvia o simplemente la suciedad diaria. Se ha desarrollado para no tener que aplicarla con asiduidad, de manera que aguanta sin problemas la vida del vehículo.

Todavía en pruebas

Nissan lo mantiene en fase experimental, pero se podría llegar a aplicar en un futuro no muy lejano a vehículos de producción.

Y es que sabemos que hay mucha gente que disfruta lavando su coche los fines de semana, pero con este nuevo sistema denominado Ultra-Ever Dry, puede que esos días queden en el olvido.

Skoda Superb Combi 2.0 TDI. Para aquellos que lo quieren todo

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Hemos pensado en los cinco jugadores de baloncesto que primero nos han venido a la mente: Marc y Pau Gasol, José Calderón, Juan Carlos Navarro y Rudy Fernández; vamos, una alineación completa. Marc es el más alto con 2,16 metros y el más 'bajo' es Calderón, con 1,92 de estatura. Sin embargo, acomodarlos en el interior de este Skoda Superb Combi no supondría ningún problema.

Si ellos no tienen problemas de espacio -lo 'peor' es la anchura interior trasera, de 140 centímetros-, menos lo tendrá una familia de cinco integrantes y de estatura media, en torno a 1,75 metros. La clave hay que buscarla en que Skoda exprime al máximo los 2.761 milímetros de su distancia entre ejes, pues en la República Checa emplean el Superb como coche oficial y por ello han buscado de una amplitud digna de una limusina.

Mucho espacio

No exageramos, pues con un conductor de talla normal, detrás hay 90 centímetros de espacio para las piernas -en el nuevo Octavia medimos 78 cm y ya nos pareció magnífico-. En la zona posterior hay salidas de ventilación, y una pantalla con la hora y la temperatura exterior.

Delante, más de lo mismo en cuanto a espacio, pero pocas cosas han cambiado en el diseño respecto al anterior Superb, pues el que aquí nos ocupa cuenta con el último 'restyling'. Eso sí, su acabado roza el que caracteriza al segmento 'premium' y hay multitud de huecos para dejar pequeños objetos -filosofía Simply Clever-, aunque su presentación debería ser algo más vistosa. Eso sí, la ergonomía es perfecta.

Mil euros más que la berlina

El Skoda Superb está disponible en berlina -con el sistema 'twindoor' que permite acceder al maletero de dos modos diferentes-, pero por sólo 1.000 euros más tenemos este Combi, que nos permite aprovechar el espacio que hay por encima de la bandeja trasera -para llevar bicis o el carro del niño sin plegar- si se nos quedan escasos sus 633 litros de maletero -un Opel Insignia Sport Tourer tiene 540-. Ahí es nada. También podemos abatir el respaldo trasero y tener amplitud como para dedicarnos a las mudanzas.

El espacio de carga es muy funcional, con perchas, anclajes y hasta una linterna, y por sólo 450 euros más el portón equipa el sistema de apertura y cierre eléctricos.

La reciente puesta al día del Superb afecta ligeramente al exterior, con un frontal inspirado en los nuevos Rapid y Octavia, y ahora hay faros con luz de marcha diurna. Su zaga estrena unos pilotos con iluminación led, pero poco más. Un detalle 'feo' es la pieza de plástico negro que hay donde antes iba la antena, pues ahora, salvo que equipe navegador, este elemento desaparece.

Propulsor equilibrado 

Hablamos de un vehículo con 4,83 metros de largo, por lo que no estará de más equiparlo con sensores de parking -ofrece el aparcamiento asistido por 1.035 euros-. Y aunque mide 17 centímetros más que un Skoda Octavia Combi, no es ninguna exageración ya que el Opel Insignia Sport Tourer al que antes hacíamos referencia, se va hasta los 4,91 metros.

El propulsor más equilibrado de la gama Superb es, sin duda, este 2.0 TDI, que es de la generación anterior y ofrece 140 CV, por los 150 CV del de última generación usado en Octavia, Golf, A3, León… Carece de las mejoras en la culata o el turbo, y prescinde de una bomba de aceite de caudal variable, pero el par máximo es idéntico en ambos -32,7 mkg-, aunque en éste se mantiene hasta las 2.500 rpm y en el de última generación amplía su rango de acción hasta las 3.000 rpm.

A pesar de estos detalles, su funcionamiento es impecable y apenas se percibe su sonido en el habitáculo del Superb. Además, sus prestaciones están a la altura de lo esperado, cediendo sólo una décima al acelerar de 0 a 100 km/h respecto a lo homologado, y eso que nuestra unidad equipaba unos neumáticos 225/45 R17, y no los 205/55 R16 que son de serie. Las recuperaciones son muy buenas y en la operación que simula un adelantamiento -de 80 a 120 km/h en 4ª velocidad- emplea sólo 8,0 segundos, por los 6,7 que medimos en un Octavia de 150 CV. Ahora bien, en las marchas quinta y sexta los tiempos se alargan, no por falta de potencia, sino por unos desarrollos de cambio algo largos.

Sisetma Start/Stop 

Por eso, y porque este Superb Combi tiene una masa de 1.554 kilos: 224 más que el Octavia antes citado. Es sólo una referencia, porque el Superb, en realidad, no pesa demasiado. Y si queremos un plus de tecnología y comodidad podemos recurrir al cambio DSG6 por 2.200 euros.

Una de las cosas que Skoda ha tenido en cuenta en esta versión es haberle dotado de un sistema de arranque y parada automático 'Start/Stop', que reduce el consumo medio homologado respecto a su antecesor en un 16 por ciento, pasando de 5,4 a 4,6 l/100 km. A pesar de este esfuerzo, sus emisiones medias son de 121g/km de CO2. Sin embargo, parecen haberlas pasado por alto para calcular su precio final, pues como decíamos antes es sólo 1.000 euros superior al de la berlina, que emite 119 g/km y se libra del impuesto de matriculación.

Pero conseguir ese fabuloso registro de consumo en uso real es más que complicado, y nosotros hemos medido un gasto medio de 5,6 l/100 km… que es simplemente magnífico. Gracias a su depósito con 60 litros de capacidad, superar los 1.000 kilómetros entre repostajes es 'pan comido'.

Equipamiento completo

El comportamiento del Skoda Superb Combi es muy bueno, pero no estamos hablando de un deportivo, sino de una berlina para viajar con la familia al completo y con total comodidad, y eso lo hace con un sobresaliente. Eso sí, deja como opción la suspensión deportiva por 235 euros.

También aparecen como opción elementos de seguridad activa como el sensor de fatiga o los faros bi-xenón, pero poco más, pues no puede incluir los últimos avances estrenados en Skoda, como control de velodidad adaptativo, sensores de ángulo muerto o detector de abandono involuntario de carril. Aunque su dotación de serie es realmente extensa a todos los niveles en este acabado Ambition, que tiene un precio final de 29.460 euros. Menos de lo que cuesta un Passat Variant, un 508 SW o un Insignia Sport Tourer con mecánicas y acabados equivalentes. Ahora bien, su verdadero rival está en el mismo concesionario: se llama Octavia Combi.

Peugeot 308 1.6 THP 125cv, ahora es otra historia

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El nuevo Peugeot 308 ha llegado con buen pie. Más tecnológico y avanzado que nunca, ofrece lo último en sistemas de seguridad activa, un puesto de conducción 'diferente' -relojes por encima de un pequeño volante, pantalla táctil…-, una imagen personal y una alta calidad.

Pero también influye una gama mecánica de primer orden, donde la mayor sorpresa la da este 1.6 THP que no ofrece 270 CV como en el RCZ-R, ni 200 CV como en los anteriores 308 GTi, ni 156 CV como en la versión más potente del actual 308. Se conforma con 125 CV, pero mantiene la inyección directa, la sobrealimentación o el intercooler. Curiosamente, carece de 'Start/Stop', un sistema que ayudaría a bajar aún más el gasto y que tiene un excelente funcionamiento en cualquier modelo de Peugeot.

Características del Peugeot 308 1.6 THP 125cv

Este 1.6 THP ocupa el lugar que en el anterior 308 tenía el 1.6 VTi de 120 CV, que ofrecía un par máximo de 16,3 mkg a 4.250 rpm -este THP genera 20,4 mkg a 1.400 rpm-, homologaba 6,4 l/100 km, tenía un cambio de 5 marchas y era menos prestacional, también porque pesaba 122 kilos más que nuestro protagonista. Esa ligereza le ayuda de cara al comportamiento dinámico, uno de los puntos fuertes del 308.

El nuevo propulsor es muy agradable. Apenas suena y vibra, y se combina con un cambio manual con unos desarrollos finales más largos que en otros Peugeot de gasolina: a 120 km/h gira a 2.400 rpm en 6ª. Ello reduce el consumo y la sonoridad en carretera, aunque lastran un poco a la hora de adelantar, pues este 1.6 THP es algo más lento que el 1.6 e-HDI de 115 CV. Eso sí, el tacto del cambio es más preciso que en otros Peugeot.

Las prestaciones se pueden tildar de buenas, pero mejor es la sensación que nos transmite gracias a la mayor cilindrada frente a sus rivales: Ford y su 1.0 EcoBoost, Renault con sus 1.4 TCe, Volkswagen con los 1.4 TSI… Y es que proporciona mayor sensación de empuje a cualquier régimen. Eso sí, en primavera llegan los nuevos 1.2 THP de tres cilindros, que llevarán al máximo la teoría del 'downsizing' y que proporcionarán 110 y 130 CV.

Seguro que de cara a la homologación rebajan los 5,8 l/100 km de este 1.6 THP, pero en uso real quedarán muy cerca de los 7,2 l/100 km que ha necesitado esta versión -calzada con neumáticos 225/45 R17-. Son dos litros más que un e-HDI de 115 CV, cifra a tener en cuenta si recorremos muchos kilómetros al año. Pero si no es así, con los 2.100 euros que hay a favor de este THP podremos recorrer 21.000 kilómetros sin poner un euro de nuestro bolsillo.

Mini Countryman 2015, cambios mínimos

Los cambios estéticos que recibe el renovado Mini Countryman son mínimos y hay que fijarse dos o tres veces para verlos. Comienzan con una parrilla delantera que mantiene el típico diseño hexagonal, pero que ha sido rediseñada. También incorpora ahora unos nuevos faros antiniebla con tecnología de iluminación por LED, que además suma la luz diurna. Los Mini Countryman con tracción a las cuatro ruedas ALL4 presentan ahora unas nuevas protecciones para los bajos de los paragolpes, que son opcionales en los que apuestan por la tracción delantera.

Mini también ofrece ahora nuevos diseños para sus llantas de aleación, las cuales también son más ligeras que antes, mientras que la aerodinámica también se optimiza (mantiene un Cx de 0,36). Opcionalmente el cliente podrá adquirir su Countryman con neumáticos de menor resistencia a la rodadura (de serie ahora todos equipan el sensor de presión de neumáticos) y se mantiene el paquete Minimalism para minimizar los consumos y las emisiones (ahora todos los propulsores del Countryman cumplen con la norma Euro6 de emisiones).

Mini Countryman 2015, en tres nuevos colores

Para potenciar los niveles de personalización del Countryman, ahora se ofrece con tres nuevos colores para su carrocería (Jungle Green, Midnight Grey y Starlight Blue), que se pueden combinar con los colores en contraste para el techo, carcasas decorativas en los retrovisores, franjas en el capó… Y por último aparecel el paquete Piano Black exterior que suma elementos en color negro brillante como son las barras del techo, los espejos retrovisors, los marcos de las ventanillas o los bordes de los pilotos posteriores.

Por dentro ahora todos los Countryman presentan unas esferas del velocímetro y el cuentavueltas oscuras. Las salidas de ventilación tienen apliques cromados y Mini ha trabajado a fondo para mejorar la insonorización interior (siempre hemos criticado el sonido que producen las versiones diésel de Mini). La funcionalidad se mantiene intacta, con un interior ideado para cinco ocupantes, aunque el cliente podrá pedir su Countryman con una disposición de cuatro asientos individuales. Su banqueta trasera se puede desplazar longitudinalmente 13 centímetros y así se puede variar la capacidad del maletero de 350 hasta 1.170 litros.

En lo que a mecánicas se refiere, la gama se mantiene inalterada con cuatro propulsores de gasolina y tres diésel. Los primeros oscilan entre los 98 CV del One y los 218 CV del John Cooper Works, destacando las versiones Cooper S, cuyo motor 1.6 con sobrealimentación gana seis caballos hasta llegar a los 190 CV, de manera que el paso de 0 a 100 km/h se rebaja en una décima (7,5 segundos) y la velocidad máxima aumenta en 3 km/h hasta los 218 km/h. Por cierto, todos los propulsores del Mini Countryman ahora mejoran los datos de prestaciones de una manera muy ligera, que se mueve entorno a la décima de mejora en el 0 a 100 km/h.

Y si nos fijamos en los propulsores diésel, sus potencias se mantienen inalteradas con 90, 112 y 143 CV respectivamente si estamos hablando del One D, Cooper D o Cooper SD.

Estos renovados Mini Countryman estarán disponibles a partir del mes de julio.

Peugeot 2008 DKR: Hambre de victoria

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Para este reto que comienza con el Dakar 2015 (justo cuando hace 25 años de la retirada de Peugeot del raid más duro del mundo), Peugeot ha unido sus fuerzas con nada menos que con Red Bull y Total, dos marcas que también estaban presentes en la asombrosa subida al Pikes Peak de 2013, cuando el imponente Peugeot 208 era pilotado por Sebastien Loeb.

Esta máquina para afrontar el Dakar recibe el nombre de Peugeot 2008 DKR, y como su nombre indica está ideado sobre un 2008, aunque poco o nada tiene que ver con el pequeño crossover que podemos encontrar en cualquier concesionario de la marca. Para comenzar el chasis de este 2008 DKR es del tipo tubular, pero Peugeot Sport y el Centro de Estilo de Peugeot han trabajado para que en su carrocería se puedan ver detalles vistos en el modelo de producción, como por ejemplo los faros o los pilotos posteriores. Pero todo ello sin repercutir negativamente sobre los ángulos de ataque y salida.

Así es el Peugeot 2008 DKR

Otros detalles que lo diferencian es que este 2008 DKR tiene sólo tres puertas, pudiendo adelantar el futuro 2008 Coupé. Otro elemento característico de este bólido son sus neumáticos desarrollados por Michelin y que tienen un diámetro de 37 pulgadas, lo que vienen a ser unos 94 centímetros de altura.

Peugeot se ha decantado por un sistema de propulsión posterior para impulsar a este 2008 DKR, descartando así la tracción total. Esta elección viene dada porque con este esquema de propulsión se puede contar con un mayor recorrido de sus suspensiones y porque este 2008 DKR cuenta con unas dimensiones muy compactas. El propio Carlos Sain ha disputado sus dos últimos Dakar con vehículos dotados de propulsión posterior.

Lo que se encuntra bajo el capó de este Peugeot 2008 DKR sigue siendo toda una incógnita.

Silla infantil Volvo, la primera silla infantil hinchable

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Cincuenta años han pasado desde que Volvo diseñara la primera silla infantil, la cual se colocaba en sentido contrario a la marcha. Hoy, la firma sueca desvela otra silla infantil, la cual también va situada en sentido contrario a la marcha, pero cuenta con la particularidad de que es hinchable, de manera que ocupa muy poco espacio, es muy ligera y aporta una gran seguridad a su pequeño ocupante.

Silla hinchable conectada con el móvil

Este asiento infantil cuenta con una bomba de inflado incorporada que puede hincharla en tan sólo 40 sengundos y en total silencio. Además está conectada vía Bluetooth con nuestro smartphone, por lo que en todo momento tendremos controlada la presión con la que cuenta la silla.

A pesar de todo ello, su peso es de menos de 5 kilos, lo que viene a ser la mitad de peso que una silla infantil convencional. Por cierto, sus dimensiones una vez deshinchada son de 45x50x20 centímetros, lo que permite guardarla con facilidad. De esta manera se convierte en una opción ideal para ser utilizada en vehículos de transporte público (cuenta con el ya habitual anclaje isofix).

Volvo ha utilizado un tejido denominado Drop-Aux, el cual fue desarrollado inicialmente para fines militares.

Nissan Leaf. La ley del silencio

Mi relación con los vehículos eléctricos ha ido ganando en estima según los he ido conociendo y entendiendo. Confieso que al ponerme al volante de cualquiera de ellos mi personalidad cambia y casi ni me reconozco. Es como si me cambiaran el 'chip' y busco economizar al máximo en detrimento de otros aspectos, como las sensaciones, las prestaciones o la dinámica.

En efecto, si comparamos lo que nos ofrece un vehículo eléctrico con respecto a otro térmico, lo normal es que aparezcan algo más que dudas. Y es que la autonomía, los tiempos de recarga y la infraestructura para alimentarlos pesan como una losa. Dicho esto, estamos en un apasionante periodo de transición en el que el Nissan Leaf es uno de los grandes baluartes del segmento. Un modelo que va despejando esas dudas a medida que va evolucionando.

Y ahora el Leaf vuelve al primer plano de la actualidad porque sencillamente ha mejorado en todo. Anuncia una autonomía de 199 kilómetros (24 más que antes) debido a las mejoras en la inercia del motor y a su mayor capacidad de generar energía en marcha, con una frenada regenerativa más eficaz y activa a más baja velocidad (desde los 3 km/h).

Baterías en los bajos

Cuando me subo por primera vez al Leaf compruebo que las baterías están al cien por cien de su capacidad y la autonomía marca 143 kilómetros (calcula esa autonomía en función del tipo de conducción realizada hasta el momento de recargar). Realizamos un recorrido que 'salpica' al tráfico urbano, carretera y a autovías de circunvalación.

Nos ponemos en marcha, con la climatización a 22 grados debido a que 'ahí fuera' los últimos coletazos del verano llegan a 29º, es decir no buscamos la máxima eficiencia con el mínimo gasto sino que realizamos una conducción normal. Como siempre el silencio nos invade y, no me pregunten por qué, mimo el acelerador al máximo y me anticipo al tráfico para frenar con eficacia y que el exceso de calor produzca electricidad.

No hay apenas cambios en el tacto del pedal del freno, que en su primer tramo regenera energía y en el segundo actúa como freno de verdad, pero sin repercutir en las baterías. Éstas siguen ubicadas de manera estratégica en los bajos y pesan 250 kilos, una sexta parte del coche. Pero se han ganado 40 litros de maletero.

En ciudad y en carretera

En ciudad sus maneras y confort de marcha son sobresalientes. Un térmico no le hace sombra en este sentido. Y además la autonomía, siendo cuidadoso, no se resiente de manera preocupante.

Salgo a la Calle 30, la primera autovía de circunvalación que rodea Madrid. El largo trayecto subterráneo le viene como anillo al dedo porque está limitado a 70 km/h y el asistente del cuadro de mandos me indica que el consumo es óptimo. Eso sí, las luces de cruce son obligadas…

He recorrido 35 kilómetros y las baterías a un 79 por ciento. Esto promete. Afronto un tramo de autopista pero en este entorno ya hay que andar con más tiento. Llevo activa la función ECO que desde el volante puedo manipular. Ya no puedo ir a 70 km/h porque es peligroso y los camiones 'empujan' por detrás. Piso el acelerador hasta los 110 km /h sin ningún esfuerzo para el Leaf, pero la autonomía se resiente por lo que más que pisar, acaricio el acelerador. Unos cuantos kilómetros de carretera, con tráfico, y hasta algún adelantamiento de por medio. Quito el modo ECO y de inmediato es como si duplicara la potencia. Son 109 caballos y un par motor de 25,9 mkg, gran parte disponible prácticamente desde parado. Resulta solvente, aunque en este hábitat conviene estar más pendiente de la carga restante.

Recarga en cuatro horas

uelvo al modo ECO, regreso al 'refugio' urbano y comienzo a echar cuentas porque llego al punto de recarga en la sede de Motor16. He recorrido 108 kilómetros y todavía me queda un 22 por ciento de capacidad en las baterías, o lo que es lo mismo, más de 35 kilómetros de reserva. Nos ha convencido porque pocos usuarios van a recorrer del tirón y en un sólo día 150 kilómetros para ir a trabajar o moverse en la gran ciudad.

La mayoría de propietarios del Nissan LEAF recargan sus coches en casa. La recarga a 6,6 kW de serie en las versiones Acenta y Tekna, permite cargar el Nuevo Nissan LEAF en casa en solo 4 horas. Basta con conectar el coche eléctrico a cualquier enchufe.

Los LED del salpicadero indican el estado de carga. La iluminación del puerto de carga está disponible en todas las versiones del nuevo Nissan LEAF Visia, Acenta y Tekna. Para interrumpir la carga de la batería de iones de litio del nuevo Nissan LEAF, basta con desenchufar el cable. Si los amperios pasan a 32 el tiempo se reduce a menos de la mitad y si me acerco al taller Nissan, una carga rápida de 25 minutos me supondría un 80 por ciento de la carga. Esto último me parece muy atractivo, pero me gustaría que hubiera un puesto en cada esquina.

Lo dejo enchufado y al día siguiente afronta el segundo examen. Se acabaron los miramientos y vamos a ver lo que da de sí a tope. Simple curiosidad porque no me imagino a nadie exprimiéndole a tope, sencillamente porque tendríamos problemas con la autonomía en cuanto el kilometraje a recorrer superase la madia normal.

Mayor velocidad máxima de la esperada

Pistas de pruebas, circuito cerrado y salen los primeros números. Acelera bien, recupera casi mejor y, ¡sorpresa!, la velocidad máxima que ofrece la marca (limitada a 144 km/h) se queda por debajo de la obtenida realmente: 150 km/h.

Vamos al trazado de 'handling' y el Leaf hace gala de una dirección muy suave. El chasis es más 'europeo', más consistente a nivel de suspensiones, y aguanta bien, pero los neumáticos tienen un enfoque más ecológico que de carreras y el aviso del límite llega lógicamente y como es normal, por ahí.

No es un vehículo pasional, lógico, pero sí normal, con cinco plazas, un maletero que crece hasta los 370 litros (en Visia y Acenta), un equipamiento de serie realmente generoso y 'detalles' como las cinco estrellas de los crash test de EuroNCAP.

Suave y refinado, el Leaf se traduce en ahorros que, dependiendo de la tarifa contratada y la hora de recarga, son hasta cuatro veces menos que en un vehículo térmico equivalente.

Lexus NX: lo veremos en China

Lexus ha revelado su futuro crossover compacto, el NX. Está inspirado en el concept que presentó en Frankfurt, pero cuenta con un diseño mucho más convencional y menos angular que aquel concept, que presentaba unas líneas arriesgadas para llegar a la realidad.

Aún así, el diseño de este Lexus NX es muy llamativo y mantiene las líneas que ya hemos visto en los nuevos Lexus GS e IS. Destaca su prominente parrilla delantera, que en España quedará dividida por la ubicación de la matrícula. Cláramente se diferenciarán las versiones convencionales de los NX con el deportivo acabado F-Sport. Los faros son similares a los vistos en el IS con unas luces diurnas led que forman una línea aparte que queda bajo el faro principal, los cuales contarán con tecnología LED para la iluminación. Su zaga es menos arriesgada, pero igual de elegante y deportiva, sobre todo en las versiones que apuestan sólo por el propulsor térmico, en los cuales las salidas de escape quedan visibles (en los híbridos están ocultas).

Tampoco faltarán las llantas de 17 ó 18 pulgadas y una línea de techo inclinada en su parte final que le aportan dinamismo a este crossover que mide 4,63 metros de largo, que es justo lo mismo que mide un Audi Q5 por poner un ejemplo de uno de sus rivales directos. Este Lexus NX queda situado por debajo del actual Lexus RX, el cual mide 4,77 metros de largo y sólo se ofrece en versión híbrida de 299 CV (450h). El precio de este nuevo Lexus NX quedará muy por debajo de los 69.600 euros que vale el RX 450h más barato.

El habitáculo también se asemeja al del nuevo Lexus IS, con un diseño sencillo, pero diferenciado cláramente de la berlina en la parte central de la consola. Claro está que se utilizarán materiales de alta calidad. Tampoco faltará una generosa pantalla central que se maneja desde el habitual mando central que simula un ratón de ordenador, un elemento típico en Lexus. En esta pantalla también se podrán visualizar los datos sobre las fuerzas G.

Características del nuevo Lexus NX

En lo que mecánicas se refiere, decir que el Lexus NX se ofrecerá con tres propulsores, de los cuales sólo dos llegarán a España. El que no veremos en nuestros concesionarios será la versión 200 de gasolina, que cuenta con un propulsor atmosférico de cuatro cilindros cuya potencia nos es desconocida. Si que encontraremos la opción sobrealilmentada de este motor de dos litros. Se trata del NX 200t que estrena este nuevo propulsor que se ofrecerá tanto con tracción delantera como con tracción total.

Y hablando de Lexus no podría faltar la variante híbrida. Se trata del NX 300h que apuesta por la misma combinación mecánica del IS 300h, la cual apuesta por un 2.5 de gasolina como motor térmico y otro motor eléctrico para desarrollar una potencia conjunta de 223 CV. Al igual que los NX 200t, se podrán elegir con tracción delantera (curioso porque el IS 300h es de propulsión) o con tracción total, eso sí, siempre con el cambio automático CVT.

De todas maneras, el próximo 20 de abril tendremos más detalles sobre este nuevo crossover.

Capó invisible Land Rover Discovery: Magia todoterreno

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Parece cosa de magia lo que Land Rover va a mostrar, en el Discovery Concept, en el Salón de Nueva York. Se trata de un sistema de capó invisible que permite ver en el capó de nuestro coche el terreno por el que este se mueve. ¿Ciencia ficción?

El sistema utiliza la realidad aumentada, que transforma la parte delantera del vehículo en virtualmente invisible gracias al empleo de un avanzado Head-Up Display. Gracias a ello se ofrece visibilidad completa del terreno sobre el que se transita, lo que permite ver con claridad los obstáculos situados inmediatamente delante de las ruedas.

Así funciona el capó invisible

El funcionamiento del sistema es a través de cámaras situadas en la parrilla delantera del vehículo que captan una imagen que se proyecta en el Head-Up Display, creando una fiel reproducción digital del terreno a través del capó y el compartimento del motor. Se llama 'Transparent Bonnet', y abre nuevas posibilidades al afrontar condiciones todoterreno extremas o al maniobrar en espacios reducidos, pues permite no sólo ver el terreno sino también el ángulo y posición de las ruedas delanteras.

El Discovery Vision Concept, que será desvelado en el Salón de Nueva York el 16 de abril mostrará este dispositivo, además de convertirse en un escaparate de la tecnología que la firma británica es capaz de implantar en sus modelos.

Citroën C4 1.2 e-THP 130, nuevo en la familia PureTech

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La familia de motores PureTech de Citroën y Peugeot comenzó en 2012 con los actuales 1.0 y 1.2 VTi atmosféricos de tres cilindros que proporcinan 68 y 82 CV de potencia respectivamente. Se usan en los Citroën C3 o Peugeot 208 entre otros (llegarán también al C4 Cactus), pero la gama se incrementa con las versiones e-THP que sabemos proporcionarán 110 y 130 CV. De este último ya habla Citroën en su C4 y es más eficiente que el actual 1.6 VTi.

Sobre la variante de 110 CV, sabemos que la utilizará el nuevo Peugeot 308, pero Citroën aún no se ha pronunciado sobre ella, y sólo se ha centrado en la opción más potente de este nuevo 1.2 e-THP, que genera una potencia de 130 CV y llega para reemplazar al 1.6 VTi de 120 CV, un motor que utilizan varios modelos del Grupo PSA, los cuales dejarán de utilizarlo en favor de esta moderna mecánica tricilíndrica.

Este nuevo propulsor se engloba dentro de la familia PureTech y ya cumple con la norma Euro6 de emisiones contaminantes. Cuenta con un bloque de tres cilindros y 1.2 litros, que suma la inyección directa, la distribución variable y la sobrealimentación con un turbo que es capaz de girar a 240.000 rpm (diferencia clave respecto al 1.2 VTi de 82 CV). Gracias a todo ello, este pequeño motor eroga una potencia de 130 CV a 5.500 rpm y un par máximo de 230 Nm a 1.750 rpm, aunque el 95 por ciento del par está disponible entre las 1.500 y las 3.500 rpm, algo que lo hará realmente agradable de utilizar en el día a día. Frente a su antecesor, decir que el 1.6 VTi entrega 120 CV a 6.000 rpm y el par máximo es de 160 Nm a 4.250 rpm.

La utilización de un bloque de tres cilindros reduce el peso y las dimensiones del propulsor. Pero PSA ha trabajado también para minimizar las fricciones internas.

Por último, decir que esta mecánica está asociada a una caja de cambios manual de 6 velocidades, cuando el VTi 120 se conforma con un cambio manual de 5 marchas. No deberíamos descartar la asociación de esta mecánica a la caja de cambios ETG6, un cambio manual pilotado que ya emplea el nuevo Picasso en las versiones e-HDI.

Características del nuevo Citroën C4 1.2 e-THP 130 2014

Con todo ello, el nuevo Citroën C4 e-THP 130 se conforma con un gasto medio de sólo 4,8 l/100 km, mientras que las emisiones son de 110 g/km de CO2. A ello contribuye también el contar con el sistema Start&Stop, un elemento que en el Grupo PSA goza de un funcionamiento realmente impecable. Frente a la mecánica que sustituye, este nuevo e-THP 130 anuncia un 23% menos de consumo, pues el actual C4 1.6 VTi 120 gasta 6,2 l/100 km y sus emisiones son de 143 g/km de CO2.

Pero con la llegada de esta mecánica no todo es ahorro en el consumo, pues sus prestaciones son realmente brillantes para tratarse de un bloque de sólo 1,2 litros (Ford se conforma con 1 litro en sus EcoBoost). Y es que en un C4 que pesa 1.280 kilos logra alcanzar una velocidad máxima de 199 km/h (193 el VTi 120), mientras que acelera de 0 a 100 km/h en 10,8 segundos, mismo tiempo que el VTi 120. Sin embargo, en la aceleración de 1.000 metros es seis décimas más rápido: 31,6 frente a 32,2 segundos.

Dacia Logan MCV: Todo un familiar por 7.950 euros

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Dacia sigue rompiendo esquemas… Y también presupuestos. La marca rumana, aprovechando el tirón en las ventas, que le han permitido crecer un 60 por ciento respecto a las ventas de turismos de marzo de 2013, amplía su gama con un nuevo modelo, el séptimo que va a vender en España. Se trata de la versión familiar del Logan.

El Logan MCV se presentó el pasado año en el Salón de Ginebra, aunque entonces se aseguró que a nuestro mercado no llegaría, pues ya tenía Dacia el Lodgy como variante ideal para los que buscaran un familiar o un monovolumen. Pero visto ese éxito de ventas y visto también el estilo robusto y atractivo del Logan MCV, en Dacia no se han podido resistir a incorporar este modelo a la gama.

Así es el Dacia Logan MCV 2014

Las líneas maestras del nuevo modelo son las mismas que en el resto de integrantes de la familia: mucho por poco. En este caso destaca por ofrecer el mayor maletero de su categoría -nada menos que 573 litros que se pueden ampliar hasta los 1.518-, un habitáculo en el que se pueden acoplar a la perfección cinco adultos y una serie de dispositivos de seguridad y confort nada ostentosos pero sí muy prácticos. Asi, incorpora ESP, limitador/regulador de velocidad, sistema de anclaje Isofix o el sistema de conectividad Media NAV con pantalla táctil de 7 pulgadas.

Porque el Logan MCV es sobre todo practicidad. No está pensado para ofrecer grandes lujos pero sí mucha honestidad en los acabados, en los materiales utilizados y también en la tecnología incorporada, toda ella suficientemente contrastada. Asi, en la gama de motores encontramos tres propulsores de gasolina y dos diésel. Son propulsores fabricados en España y cuya fiabilidad y rendimiento está fuera de toda duda.

Precios y versiones del Dacia Logan MCV

En gasolina está en 1.2 75 CV en versión normal y GLP y el TCe de 90 caballos como tope de gama. Este último homologa unas emisiones de CO2 de 116 g/km, con lo cual está exento de pagar impuesto de matriculación. En diésel incorpora los motores dCi de 75 y 90 caballos de potencia con un consumo de sólo 3,8 l/100 km, que corresponden a unas emisiones de CO2 de sólo 99 g/km, que también permiten ahorrarse el impuesto de matriculación.

El remate a todo este 'abanico' de virtudes está, como es norma en la marca rumana, en un precio de derribo. Desde 10.200 euros se puede acceder a un Logan MCV 1.2 75 CV, sin ningún tipo de promoción. Pero si además el comprador puede acogerse al Plan PIVE, el precio se queda en unos espectaculares 7.950 euros.

El precio de partida para otras versiones, siempre en acabado Laureate, son 11.300 euros para la versión GLP, 11.500 el TCe de 90 CV, 11.900 el dCi de 175 CV y 12.500 para el dCi de 90 caballos.

Peugeot 308 SW, mejor que nunca

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Ya está aquí la nueva generación del Peugeot 308 familiar, un modelo que se convierte en referencia en cuestiones de modularidad interior -con un maletero de 610 litros como estrella- y que mantiene al volante las virtudes del 308 de cinco puertas. Remata el encanto un precio que parte de 18.050 euros.

El nuevo Peugeot 308 SW se convierte en un gran complemento al 308 berlina gracias a su carrocería con una distancia entre ejes alargada en 11 cm. Consigue así la marca francesa configurar una gama ideal para todo tipo de familias. Esas medidas permiten que el interior del nuevo modelo haya sido aprovechado al milímetro, gracias a lo cual los principales beneficiarios de la carrocería SW son los pasajeros del asiento de atrás, con espacio de sobra para sus piernas. 

No son los únicos que cuentan con un gran espacio, pues, por ejemplo, la capacidad de maletero pasa de 420 hasta 610 litros, una de las mejores de su clase… No sólo el tamaño es importante; también la forma de gestionar el espacio. El 308 SW se convierte en rey de la modularidad gracias al sistema de plegado de los asientos posteriores que abate el respaldo y la banqueta a la vez, dejando una plataforma de carga totalmente lisa.

La conducción del Peugeot 308 SW, irreprochable

Si por dentro es amplio y habitable, en marcha no pierde las características habituales en Peugeot, y su dinamismo mantiene el nivel de la berlina. Entrada y paso por curva siguen siendo irreprochables, y el incremento de peso no se deja notar. De los motores que animan a este modelo destaca el tricilíndrico 1.2 e-THP 130 de bajo consumo, que la marca estima se convierta en el más vendido en gasolina.

Viendo cómo va esta versión no extraña. Y valga un dato para corroborarlo; es capaz de mejorar las recuperaciones del THP de 155 caballos. En diésel también llama la atención el 1.6 BlueHDi 120, con unos consumos irrisorios, en parte debidos a una 6ª velocidad con un, sorprendente para su potencia, desarrollo final de 65 km/h a 1.000 rpm.

La gama diésel la corona el 2 litros, BlueHDi de 150 CV que ofrece unas prestaciones para devorar autopistas sin límites de velocidad.

 

 

 

Mazda3 2.0 Skyactiv-G. Nadar a contracorriente

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Los tiempos están cambiando, al menos en cuanto a la preferencia de los motores se refiere. La gasolina gana cuota día a día, avalada por unas versiones que siguen siendo algo más baratas en el precio de salida que los diésel, pero también porque en los últimos años su eficacia y economía han ganado mucho terreno.

Volkswagen con sus mecánicas TSI y posteriormente Ford con sus EcoBoost son dos abanderados en este sentido. Mazda es más tradicional en todos los sentidos, pero le va bien porque atraviesa un buen momento. La buena acogida del CX-5 y la solidez de una berlina como el 6 tienen su punto álgido con la llegada del nuevo Mazda3, su modelo más vendido.

Lejos del 'downsizing'

Bajo el sello SKYACTIV el fabricante japonés ha sabido hacerse un hueco con una serie de tecnologías innovadoras, pero que se alejan de políticas como el 'downsizing'. Muy al contrario, nuestro protagonista apuesta por motores de generosa cilindrada, pero máxima eficiencia a la vez.

Y si no, basta con mirar el propulsor de nuestra versión, un dos litros atmosférico de gasolina a la antigua usanza, pero dotado de inyección directa, distribución variabley una relación de compresión tan elevada (14 a 1) que presume de ser récord del mundo en un vehículo de serie.

Contrasta, por ejemplo, con el tricilíndrico 1.0 EcoBoost de Ford, pero es sólo eso, cuestión de contrastes. El dos litros japonés eroga 120 caballos de potencia y convence en todos los sentidos. Confieso que al principio era un poco escéptico, pero bastaron unos cuantos minutos para convencerme.

Un motor brillante

Al arrancar y al ralentí el propulsor parece estar muerto porque apenas se percibe en el interior. Ya en marcha vibra muy poco y muestra un refinamiento digno de elogio. El sistema 'Start/Stop' alivia su sed y se muestra más 'delicado' en el arranque que la media de sus competidores, aunque no llega a la 'exquisitez' del que encontramos en modelos del Grupo PSA.

Su abanico de actuación es tremendamente amplio, porque desde apenas 1.500 vueltas comienza a empujar con fuerza y lo podemos estirar hasta casi las 6.000 sin desfallecer. Sin embargo, en la práctica no hace falta forzar tanto.

Hablamos de un motor brillante que ofrece un rendimiento más que digno y unas prestaciones notables en aceleración y suficientes en cuanto a recuperaciones se refiere. ¿El motivo de esto último? Unos desarrollos finales del cambio que rozan el infinito…

5,0 l/100 km en carretera

Efectivamente la caja de cambio manual de seis relaciones apuesta por unos saltos entre marchas abismales, tanto que si forzamos la situación, en cuarta prácticamente acariciamos la velocidad máxima.

Esto provoca que con la sexta insertada las recuperaciones sean modestas y que si necesitamos realizar un adelantamiento (ahí se nota la ausencia del turbo) tengamos que acudir al cambio y reducir para recobrar 'energía'. Y les aseguro que no importa nada. Al contrario, porque el tacto de la palanca del cambio es realmente reconfortante por su precisión y escaso recorrido.

Alguno se preguntará si tanto desarrollo puede provocar alguna situación de conflicto en carretera, con el límite a 90 km/h. Es cierto que a esa velocidad el régimen del motor se establece en unas cómodas 1.850 rpm, muy lejos de las 4.000 donde ofrece el valor óptimo de par máximo, pero a cambio obtenemos una menor sonoridad y unos consumos más atractivos.

En este sentido, en carretera y a ritmo de crucero rondaremos los 5,0 litros, y en autopista apenas llegaremos a los 7,0, unas cifras muy llamativas, sin duda.

Nuevo chasis

Dinámicamente, el Mazda3 es un vehículo muy neutro en todos los sentidos. Nace desde un nuevo chasis que comparte muchos de sus elementos con los mencionados CX-5 y 6, aunque ajustado para la ocasión. El resultado es espectacular porque siempre encontramos sensación de estabilidad, a la vez que confort, gracias a su generosa distancia entre ejes.

Y, sin embargo, en curva este modelo también se comporta de maravilla, haciendo gala de una agilidad que le sitúa en el grupo de cabeza de su segmento. Lo mejor es que el morro siempre obedece y entra por donde se le indica, mientras que el tren trasero (Multibrazo) es más juguetón y permite alguna licencia de más que se termina en cuanto la electrónica se pone 'seria'.

Si analizamos las distancias de frenado registradas, comentar que se han situado ligeramente por encima de la media del segmento, necesitando casi 55 metros para detenerse por completo desde los 120 km/h.

Más largo que sus rivales

Una vez analizados el propulsor y sus 'maneras' en movimiento, pasemos a valorar el vehículo en sí. El Mazda3 mide 4,47 metros de longitud, es decir, se sitúa muy por encima de la media de sus rivales en cuanto a tamaño se refiere.

Su diseño es tan personal que lo diferencia del resto. En el interior no encontraremos exquisiteces, pero tampoco lagunas. Los acabados son más que correctos y la presentación está cuidada. El cuadro de mandos es sencillo y de fácil lectura, en el salpicadero destaca una pantalla tipo 'tablet' tan de moda ahora y en la consola central encontramos un mando giratorio con 'botones' satélite para gestionar buena parte de la información.

Las butacas delanteras son una delicia por su confort y buena sujeción lateral, y detrás la habitabilidad es buena en líneas generales, aunque si analizamos su generoso tamaño exterior no encontramos una relación directa en el espacio disponible para las piernas, muy similar al de rivales de talla inferior.

Climatizador bizona y control de crucero

El maletero, por su parte, cubica 364 litros, una cifra también inferior a la de 'enemigos' del corte de un VW Golf o un Seat León, y muy parecida a la de un Ford Focus, por situarlo.

Por último, nos queda por examinar su equipamiento. Nuestra unidad presume del acabado Style, que no es tan completo como el nivel Luxury, pero resulta más que suficiente en su dotación de serie. De esta manera disfrutaremos de elementos como el climatizador bizonal, un control de velocidad de crucero, Bluetooth, volante multifunción y, como la palanca del cambio, rematado en cuero, un asistente de arranque en rampa, radio CD, faros antiniebla, ordenador de viaje, pantalla de TFT de 7 pulgadas, botón de arranque, cuatro elevalunas eléctricos…

Destacar también la inclusión de un sistema de frenada de emergencia en ciudad, activo hasta los 30 km/h, y que por medio de un sensor de infrarrojos detecta vehículos u obstáculos por delante frenando por sí mismo y evitando gran parte de las colisiones que se producen en las urbes por distracción.

En resumen, guapo, listo, ágil y un tanto diferente.

Hyundai i10 1.0 MPI Tecno Plus. Pequeño, tú vales mucho

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En 1997 Hyundai lanzó el Atos, un vehículo de 3,47 metros de largo y con aspecto de micro-monovolumen que nos permitía movernos por la ciudad con gran agilidad. Por aquel entonces, sus rivales se contaban con los dedos de una mano, pero hoy son legión los vehículos que se encuadran dentro del segmento de los pequeños utilitarios, contando hasta 23 modelos de distintas marcas. De ellos, algunos como el Citroën C-Zero o el Peugeot iOn son eléctricos, y muchos otros sólo se ofrecen con carrocería de tres puertas -Fiat 500, Ford Ka, Renault Twingo, Toyota iQ…-.

Más amplio que su predecesor

Esta mayor competencia hizo que Hyundai 'se pusiera las pilas' con la nueva generación del i10, que para empezar suma centímetros a lo largo y ancho. Se estira hasta los 3,66 metros, mientras que su anchura es de 1,66 metros, lo que le hace ganar 7 y 6 centímetros respectivamente frente al anterior i10. Aunque es más grande, sus dimensiones siguen permitiendo moverse con una agilidad sin igual por la ciudad. No obstante, y para que se hagan una idea los nostálgicos, es cinco centímetros más largo de lo que mide todo un clásico como el Seat 127.

Pero su nueva imagen también le imprime un aspecto de 'más coche', algo cuestionable en su antecesor. Su frontal recibe el actual lenguaje de Hyundai, y con este acabado Tecno Plus se incluyen luces diurnas LED, que además de incrementar la seguridad por la mayor visibilidad que ofrecen, le aportan personalidad.

De puertas adentro, Hyundai ofrece la posibilidad de elegir tres tonos interiores para los diferentes plásticos del salpicadero y las puertas, que van a juego con la tapicería. Así se ofrece un habitáculo muy colorido y desenfadado, algo apreciado por el cliente tipo de este segmento, quien pasará más de un momento estresante entre atasco y atasco. Sus mandos están distribuidos de manera lógica entre el salpicadero y el volante, son grandes y visibles, facilitando su manejo desde un puesto de conducción unos centímetros más elevado que en un turismo convencional, lo que ayuda a que la visibilidad sea óptima. Y aunque carece de volante con regulación en profundidad, la posición de conducción es cómoda, independientemente de nuestra estatura.

Hay numerosos huecos para dejar pequeños objetos repartidos por el habitáculo, y detrás hay mucho espacio a lo largo, pero a lo ancho es otro cantar con su 1,22 metros entre puerta y puerta. Es una pega común con sus rivales, por lo que la mayoría limita el aforo a cuatro ocupantes, mientras que este i10 está homologado para cinco. Detrás caben tres niños, pero no tres adultos.

27 litros más de maletero

Su mayor longitud, ayuda a ganar 27 litros de maletero frente a su antecesor. Arranca en 252 litros, y si abatimos los respaldos, crece hasta los 1.046 litros. Además tiene rueda de emergencia.

El nuevo Hyundai i10 sólo se ofrece con motores de gasolina, y eso que el modelo anterior contemplaba un 1.1 CRDi de 75 CV. Pero no es algo criticable, pues la mayoría de sus rivales tampoco ofrecen una mecánica diésel. Y es que en este segmento, la gran mayoría de las ventas se centran en motores de gasolina, pues no suelen ser vehículos que se compren para realizar muchos kilómetros. El precio final suele mandar y sus pequeños motores de gasolina ofrecen un consumo bajo y prestaciones coherentes.

Entre el 1.0 y el 1.2 de Hyundai nos hemos quedado con el escalón de acceso, una opción magnífica si nos vamos a mover por la ciudad y alrrededores. Se trata de un motor sencillo y fiable, con tres cilindros, sin turbo, sin inyección directa, e incluso sin 'Start/Stop', un sistema que ayudaría a reducir el gasto urbano, en un vehículo precisamente ideado para dicho hábitat. Aún así, los 6,4 l/100 km reales no están nada mal.

Son 66 CV los que ofrece, sin duda suficientes para desenvolverse con soltura entre semáforo y semáforo, donde también ayuda su tamaño, su agradable cambio manual de 5 velocidades y un radio de giro contenido. A pesar de ser un motor tricilíndrico, han trabajado para que no haya una rumorosidad acusada -mejora mucho la insonorización-, ni vibraciones hasta la zona media del cuentavueltas. Pero si superamos las 5.000 rpm -tricilíndrico, pero llega a 6.300 rpm-, nos damos cuenta de que no es un cuatro cilindros como el 1.2 de 87 CV, que según apunta Hyundai, tendrá un 40 por ciento de la ventas.

En carreteras de extrarradio también se defiende, pues aunque sus prestaciones son discretas, como demuestran los 15,6 segundos que necesita para acelerar de 0 a 100 km/h -homologa 14,9-, la sensación que transmite es bien distinta y el agrado es la nota dominante, por lo que pocas veces echaremos en falta más potencia, siempre y cuando circulemos en la marcha adecuada -incluye recomendador-. De esa forma el consumo se ajusta aún más.

Pero si nuestra idea es afrontar algún que otro viaje, por esporádico que sea, no sería descabellado pagar 500 euros más y decantarnos por el propulsor más potente. Este Hyundai i10 está creado sobre una nueva plataforma, en la que se han empleado aceros de alta resistencia, que le permiten ser un 27 por ciento más rígido que antes. También suma unas nuevas suspensiones, y presenta un punto de gravedad 40 milímetros más bajo que antes -mide 1,5 metros-, ofreciendo así una dinámica que nos ha sorprendido gratamente y que nos anima a viajar.

En ese caso sí que echaremos en falta potencia. Y es que mantener cruceros de 120 km/h nos obliga, ante el más mínimo repecho, a reducir una marcha, elevando en exceso el consumo, y no digamos para mantener los 140 km/h… Adelantar en una carretera de doble sentido también se alarga más de la cuenta, pues son 20,8 segundos los que demanda para pasar de 80 a 120 km/h en 4ª velocidad -17,4 necesita un Seat Mii de 60 CV-, recorriendo 595 metros.

La seguridad se ha tenido presente en este i10, que curiosamente equipa discos de freno detrás, aunque también incluye el control de estabilidad, el sensor de presión de neumáticos o los ocho airbag, a los que este acabado añade en materia de confort el aire acondicionado, los cuatro elevalunas eléctricos…

Todo ello por 12.600 euros, aunque con los descuentos actuales su precio se ajusta considerablemente. Y en su lanzamiento tenemos un Hyundai i10 desde 6.500 euros si nos acogemos al PIVE y además lo financiamos.

Rivales

Hyundai i10 1.0 66 CV Tecno Plus

Precio: 12.600 € Consumo: 4,7 l/100 km Longitud: 3,665 m Maletero: 252/1.046 l

Esos centímetros extra se notan en el interior y el maletero, el más amplio de todos. La calidad es muy buena y el equipamiento, en este Tecno Plus, es completo y carece de opciones. Su comportamiento es magnífico y el motor de 66 CV solvente si los viajes largos, o cargados, no van con nosotros. En uso real gasta poco. Precio de partida ajustado y 5 años de garantía.

Fiat Panda 1.2 69 CV Lounge

Precio: 12.000 € Consumo: 5,2 l/100 km Longitud: 3,653 m Maletero: 225/870 l

Mide lo mismo y por dentro hay mucho espacio, pero menos maletero. La quinta plaza es opcional por 155 euros, pero el equipamiento también es completo. El 1.2 de 69 CV es algo veterano y cuatro cilindros. Anda algo mejor que el i10, pero gasta más, pues tampoco hay 'Start/Stop'. Sí ofrece una versión alimentada por GLP y opción diésel. Precio competitivo.

Kia Picanto 1.0 69 CV Concept

Precio: 11.185 € Consumo: 4,2 l/100 km Longitud: 3,595 m Maletero: 200/870 l

Es el hermano gemelo. Comparten plataforma y motor, con prestaciones muy parejas. Anuncia menos consumo ya que pesa menos y sus ruedas son más estrechas, pero tampoco tiene 'Start/Stop'. Sí hay una versión con tres puertas. Tiene menos maletero al ser más corto que el i10. También es algo más barato, pero  no equipa ESP entre otras cosas.

Seat Mii 1.0 60 CV Style Ecomotive

Precio: 11.751 € Consumo: 4,1 l/100 km Longitud: 3,557 m Maletero: 251/951 l

Clon del Citigo y Up!, el Seat Mii es el más vendido del trío. Más corto, pero el espacio está muy aprovechado y calca el maletero. Sólo es cuatro plazas. El 1.0 de 60 CV tiene tres cilindros y el Ecomotive suma 'Start/Stop'. Hay versiones sin él, que gastan 4,5 l/100 km, ahorrando 400 euros, y podemos pedirlo con cambio manual pilotado. El Style viene muy completo.

Opel Insignia Country Tourer 2.0 CDTI Biturbo ¿Quién dijo miedo… al invierno?

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Desde que se puso de moda el todocamino urbano y el segmento SUV no deja de crecer, se han apuntado al carro del éxito muchos modelos con ligeras modificaciones y sobre todo adoptando un traje de aventurero que parece una pieza clave para captar la atención del comprador. Uno de los segmentos al que mejor le sienta este disfraz es al de las berlinas familiares de tamaño grande, sobre todo si la marca le añade tecnologías adicionales como la tracción total. Es entonces cuando el modelo en cuestión pasa de ir disfrazado a convertirse en un compañero fiel con el que afrontar viajes de todo tipo, haga el tiempo que haga y esté la carretera como esté.

Con tracción total adaptativa

En el caso concreto del Insignia Country Tourer los ingenieros, además de incorporar un sistema de tracción total adaptativa, también han aumentado la altura libre al suelo 20 mm y han instalado un cubrecárter para proteger este elemento. Lógicamente, por mucha tracción total y muchas protecciones que lleve, esto no convierte al Insignia Country Tourer en un todoterreno para irse de campo, porque seguramente la excursión no iba a tener un final feliz. Pero sí que le va a dejar superar caminos de tierra bastante deteriorados y, sobre todo, carreteras nevadas en las que el complemento ideal en caso de frecuentarlas serían unos neumáticos de invierno. La tracción total también ejerce su papel a la perfección en asfalto húmedo, sobre todo cuando se trata de transmitir al suelo los 400 Nm de par del motor diésel más potente de la marca y la fuerza generada por un sistema de alimentación biturbo con 195 caballos.

Estéticamente, el Insignia es uno de los modelos más convincentes de su segmento, y aunque no tiene un aspecto especialmente deportivo, sí pone al alcance del conductor una serie de ayudas y sistemas que permiten potenciar su lado más divertido. Por ejemplo, la tecnología FlexRide de serie adapta el comportamiento del nuevo Insignia Country Tourer a la carretera y a cada estilo de conducción. Y lo hace en tiempo real. Para ello interviene y ajusta automáticamente múltiples sistemas, como la suspensión activa, el ABS, el control de tracción, el ESP Plus, la dirección, el acelerador y hasta el cambio automático.

Además, FlexRide te permite seleccionar tres modos de conducción. 'Tour', indicado para un confortable crucero en viajes largos. El modo 'Normal' ofrece una respuesta polivalente para la conducción diaria. Y el modo 'Sport' que es el adecuado para una conducción dinámica. En esta última opción, cambia el color de la instrumentación, el pedal del acelerador y el cambio proporcionan una mejor respuesta, se reduce la asistencia a la dirección, la amortiguación se endurece y el sistema de tracción total Haldex distribuye más par al eje trasero, lo que modifica el tacto de conducción y ligeramente las reacciones del coche al límite imitando las sensaciones de un modelo de propulsión siempre con permiso del ESP. Quizá sea el comportamiento una de las mejores bazas de nuestro protagonista, sobre todo si tenemos en cuenta su peso y magnitud.

Ha estrenado dos motores

Aparentemente el Insignia Country Tourer 2.0 CDTI Biturbo es un cochazo que lo tiene casi todo. A la hora de la verdad nuestro protagonista sigue siendo un cochazo, pero con aspectos a mejorar que no le dejan convertirse en la compra maestra del segmento. Por ejemplo su motor diésel resulta potente, y progresivo pero deja mucho que desear en cuanto a refinamiento y sonoridad. Y es que Opel acomete en estos momentos una profunda renovación de su gama mecánica, pero ha comenzado por abajo y aunque el nuevo Insignia ha estrenado dos motores 2.0 CDTI con 120 y 140 caballos prodigiosos en cuanto a silencio de marcha y relación prestaciones-consumos, el motor CDTI biturbo de 195 caballos se queda de momento como está. Está asociado a un cambio automático de seis relaciones y convertidor de par que permite cambiar de forma manual con levas en el volante. Un cambio correcto pero que queda aún lejos de la eficacia y suavidad de un automático de doble embrague.

Sobre el terreno, además de la aspereza y sonoridad, los 195 caballos no parecen tantos. En realidad y para ser honestos, sobra potencia para cualquier cosa: para cargar con el coche repleto de pasajeros y equipaje, para arrastrar el barco o la caravana, para pasarlo bien en una carretera de curvas… pero no parece que el capó esconda tanta caballería. Esto se debe sobre todo a que nuestro protagonista pesa 1.843 kilos (con ocupantes y equipaje se superan sobradamente las dos toneladas). Esto quiere decir que, por ejemplo, el Opel pesa 187 kilos más que un Skoda Superb Combi 2.0 TDI 170 CV 4×4 con cambio DSG, o 117 kilos más que un VW Passat Alltrack 2.0 TDI 177 CV DSG 4Motion. Y no pesa ni más ni menos que un Peugeot 508 RXH híbrido que lleva un extra de peso en baterías. En cualquier caso, todos ellos andan más y gastan menos.

Básicamente éstos son los dos puntos más importantes a mejorar en un coche que, sobre todo en color blanco, llama la atención allí por donde pasa. Su silueta elegante y aerodinámica esconde un habitáculo bastante generoso con los ocupantes y un maletero de formas especialmente regulares (106×106 mm) que permiten cargar lo inimaginable. Sus 540 litros de volumen dan mucho de sí aunque hubiésemos preferido disponer de algún litro menos a cambio de tener rueda de repuesto. Se ofrecen accesorios de sujeción para el maletero, pero echamos mucho de menos unas perchas de serie a ambos lados para colgar las bolsas del supermercado y que no termine todo de un lado para otro. Tampoco encontramos ni una toma de corriente, ni una luz específica para este espacio. Aunque eso sí, la cortinilla cubremaletero que se recoge de forma automática con un sólo toque.

El equipamiento de serie de este buque insignia es ahora extraordinario porque la marca, gracias a una promoción, está regalando el Intellilink 'Navi 900' que incluye navegador entre otros muchos sistemas y los faros adaptativos AFL Plus, una gozada que vale su peso en oro para los que suelen y les gusta viajar de noche. Además, el Country Tourer Biturbo incluye el sistema FlexRide, el diferencial autoblocante trasero con control electrónico o el freno de estacionamiento eléctrico. Sin embargo la rueda de emergencia por la que cobran 52 euros debería tener coste 0 y además dar la posibilidad de poder elegir entre kit de reparación o rueda. Y el climatizador bizona es opcional (de serie el normal). Pequeños desatinos en la lista de equipamientos que, como decimos, quedan compensados por los regalos de última hora.

Con un descuento de 2.536 euros, el precio final de este modelo queda fijado en 40.169 euros, una cifra elevada pero justificada por la exclusividad, el equipamiento, la eficaz tracción total y la calidad de acabado.

Renault ZOE Intens. Eléctrico, exclusivo y asequible

Está a punto de llegar al mercado el BMW i3, un eléctrico del segmento 'premium' que va a hacer mucho ruido y, a la vez, despertará muchos deseos en clientes indecisos que quizás nunca se habrían planteado la compra de un vehículo de estas características. Pero si no tienes 35.500 euros -sin ayudas y sin PIVE- que es lo que costará el i3 y quieres tener el eléctrico más exclusivo y sofisticado de una marca generalista, Renault está dispuesta a venderte un Zoe por 21.250 euros -13.650 euros una vez aplicada la ayuda del gobierno y el PIVE-, y lo cierto es que, hasta que probemos el modelo alemán, el último eléctrico de Renault nos ha convencido bastante.

Es cierto que, ya de partida, Renault pone una condición que cuesta un poco digerir. Y es que al margen del precio del coche, la marca francesa, como hace con todos sus eléctricos, alquila las baterías, que en este caso supondrían un coste adicional de 79 euros al mes -para un alquiler de tres años realizando 12.500 kilómetros al año-. Sin embargo, Renault justifica esta imposición con buenos y convincentes argumentos, como que el alquiler lleve aparejado un seguro que garantiza que la batería esté en perfecto estado de funcionamiento y con una capacidad de carga suficiente mientras dure el alquiler, garantizar un precio de compra -sin batería- similar al de un vehículo de combustión tradicional, o un asesoramiento personalizado sobre el tipo de alquiler que se ajuste mejor al tipo de utilización.

Ausencia de ruidos y facilidad de conducción

Al margen de esta estrategia comercial más o menos acertada, el Zoe es un eléctrico muy conseguido tanto a nivel técnico como en lo referente a utilización. Técnicamente hablando, el Renault más vanguardista ofrece el equivalente a 88 caballos, un nivel de potencia adecuado para conseguir ese equilibrio tan perseguido entre prestaciones y autonomía. Y en cuanto a su utilización, el Zoe es uno de los eléctricos más agradables de usar, no sólo por la ausencia de ruidos de motor y rodadura, o la suavidad general, sino también por la amplitud, por la manera de plantarse sobre el asfalto y por la facilidad de conducción.

Uno de los obstáculos con los que se encuentra el Zoe es el peso, ya que sólo las baterías se van en la báscula a los 290 kilogramos. Al final, sin embargo, el inconveniente se queda en nada porque este eléctrico se mueve con una soltura sorprendente, incluso si se lleva activada la función ECO, que limita la aceleración y reduce el trabajo de la climatización para aumentar la duración de la carga. Respecto a la batería, hay que decir que no necesita mantenimiento y conservará entre un 80 y un 100 por cien de su capacidad durante un tiempo promedio de seis años.

Dos o tres recargas por semana

Además, se podrá recargar en periodos cortos sin que se altere su capacidad. Pero aquí encontramos otro de los puntos oscuros de este apetecible modelo. Y es que Renault obliga a montar un punto de recarga en el garaje de casa, una 'wallbox' que tendrá un precio total, instalación incluida, de unos 1.500 euros; y que será la única forma de cargar el coche en casa, ya que carece de un cable con un enchufe tradicional de dos patillas. Renault dice que en el 90 por ciento de los casos los clientes del Zoe recargarán su vehículo en casa por este medio.

Y que los experimentos llevados a cabo en nueve países del mundo han demostrado que, una vez familiarizado con la autonomía del vehículo, los clientes sólo lo recargan un promedio de dos o tres veces por semana. En caso de necesidad, el Zoe se puede cargar en un borne de recarga público, pero habrá quien necesite cargar la batería en el domicilio de un familiar o en su oficina, y no podrá hacerlo si esos lugares no cuentan con 'wallbox'.

La red y los foros dedicados al asunto son un hervidero, si bien la única verdad es que Renault ya está desarrollando un cable de uso ocasional específico para el Zoe que se podrá conectar en cualquier enchufe doméstico, aunque en vez del tiempo más largo previsto con la 'wallbox', cifrado entre 6 y 9 horas -el 80 por ciento en una hora a 22 Kw, y el 80 por ciento en 30 minutos a 43 Kw-, éste aumentará hasta un margen de entre 12 y 14 horas.

Entre 120 y 130 kilómetros de autonomía

Independientemente de todo esto hay que decir que el Zoe es uno de los eléctricos con mayor autonomía que hemos probado. La marca ha homologado 210 kilómetros, aunque reconoce que se pueden hacer entre 100 y 150 kilómetros reales según el modo de conducción y las condiciones meteorológicas. El sistema Range OptimiZEr, que incluye un frenado recuperativo de nueva generación, una bomba de calor y unos neumáticos específicos, permite aumentar la autonomía para rozar incluso los 200 kilómetros, aunque hay que reconocer que esta heroicidad no es habitual, y sí quedarse entre 120 y 130 kilómetros, suficientes por otra parte para dos o tres días de uso en una gran ciudad y sus alrededores.

Un interior más generoso de lo que aparenta su tamaño exterior, un maletero grande y aprovechable -salvo por un respaldo de una sola pieza pero abatible-, un equipamiento muy completo desde la versión básica y una estabilidad impecable -aunque con un corto recorrido de suspensión que lo vuelve algo seco en determinados tipos de asfalto- convierten al Zoe en un eléctrico muy recomendable si se reflexiona sobre sus ventajas e inconvenientes; y, sobre todo, si se tiene claro qué es lo que uno necesita, siempre y cuando uno se lo plantee como segundo o tercer coche de la casa.

Prueba Lexus IS 300h. Cuestión de principios

En este segmento, y con rivales del carisma de un Audi A4, la Serie 3 de BMW o la Clase C de Mercedes, prescindir de las mecánicas diésel parece algo arriesgado. Es como dar demasiada ventaja a los enemigos de salida. Puede ser así, el tiempo lo dirá, pero de lo que estamos seguros es de que si alguien tiene la oportunidad de probar el nuevo IS 300h quizás cambie de opinión porque es un vehículo que te atrapa por sus 'encantos' cuantos más kilómetros recorras con él.

Es curioso, pero cuando me siento al volante de un híbrido cambia de forma inmediata mi manera de conducir. Nada de 'pisotones' innecesarios al acelerador, todo suavidad, buscando la máxima eficiencia en consumos y en confort de marcha. En este sentido nuestro protagonista lo borda hasta el punto de que ninguno de sus rivales se muestra tan refinado y silencioso en marcha.

Más grande

El nuevo IS ha crecido en tamaño. Le hacía falta porque el modelo anterior era demasiado raquítico comparado con el 'frente alemán' mencionado anteriormente. Ahora lucha en igualdad de condiciones, aunque en habitabilidad se queda aún algo por debajo.

La presentación y la calidad que se respiran en el interior son inmaculadas. Nos gusta el tacto general que brinda, la sujeción de las butacas delanteras, el tacto sensorial que regula los mandos de la climatización… Pero como no todo son flores no nos convence el freno de estacionamiento de pie, el ratón que regula la información de la pantalla central y la plaza central trasera, no porque sea incómoda y dura, que lo es, sino porque un adulto da con la cabeza en el techo. Sin embargo, el espacio para las piernas ha aumentado considerablemente.

El maletero, por su parte, cubica 450 litros debido a la eficaz ubicación de las baterías bajo el piso, una cifra que  se sitúa muy cerca de la de sus competidores. La rueda de repuesto deja paso a un kit reparapinchazos, pero presume de unos socorridos respaldos traseros abatibles.

Sistema híbrido

El IS 300h recurre a la tecnología Hybrid Drive conocida en Lexus y Toyota. El actor principal es un motor de gasolina de 2,5 litros y cuatro cilindros, con inyección directa en sus entrañas que eroga 181 caballos.

Como apoyo, el propulsor eléctrico es capaz de aportar hasta 143 caballos en momentos puntuales, y se alimenta de las baterías de níquel e hidruro metálico, dicen que suficientes para un híbrido y que evitan disparar costes.

Y para gestionarlo todo este modelo recurre a un cambio CVT (variador continuo) escalonado en seis relaciones. De esta manera se puede cambiar de forma secuencial con unas levas situadas en el volante; y hay que decir que resulta confortable en conducción tranquila y mucho más efectivo y agradable (no 'resbala' tanto como en un Toyota Prius) si el ritmo es más alegre.

Suavidad y refinamiento

Si tenemos que destacar algo de este sistema híbrido sería su suavidad y refinamiento en marcha. En segundo lugar nos decantaríamos por su atractivo consumo y en el tercer escalón del podio situaríamos las prestaciones. Si comprobamos que acelera mejor y gasta menos que la anterior versión diésel poco más cabría decir…

El IS 300h cuenta con un selector en la consola central que nos permite elegir entre varios programas de conducción. Si nos decantamos por el modo ECO la entrega de potencia del motor, el tacto del acelerador y el régimen de giro en el salto entre marchas se dulcifican para buscar la máxima eficiencia de cara al consumo.

También podemos forzar la opción EV, que nos permite desplazarmos de manera totalmente eléctrica durante un par de kilómetros, si no superamos los 50 km/h y la carga de las baterías lo permite. No es mucho, pero nos lo agradecerán en la comunidad de vecinos de nuestro garaje y nuestro bolsillo en una utilización urbana, el hábitat donde más brilla un híbrido.

Al modo Normal se suma otro Sport más picante. En este sentido priman las prestaciones, cambia la configuración y la iluminación del cuadro de mandos y el IS 300h saca todo su carácter.

No es un dechado de virtudes en cuanto a prestaciones se refiere, pero sus números convencen. Hablamos de 223 caballos de potencia, aunque se producen en momentos puntuales porque depende directamente de la carga de las baterías. En conducción deportiva éstas se irán abajo en un suspiro y mientras se recargan habrá momentos en que los caballos tan sólo los aporte el motor de gasolina.

Sonido deportivo

Pero como nos movemos por sensaciones, la incorporación de un generador de sonido del motor, mediante un altavoz específico en el interior del habitáculo, 'fabrica' unos decibelios más deportivos y la sensación de que vamos en un vehículo mucho más potente. El volumen del sonido se puede regular y sólo está disponible en configuración Sport.

Ya hemos comentado que el IS 300h es más grande y eso repercute en una pisada más generosa y estable. Delante es más rígido y detrás estrena un esquema multibrazo. El resultado es una suspensión confortable, que neutraliza las irregularidades y, a la vez, controla los balanceos de la carrocería. El reparto de pesos es perfecto (50/50).

Nos ha sorprendido que en modo Sport y limitando la electrónica se puede pasar un rato agradable porque permite hasta controlados deslizamientos de la zaga. Eso sí, si buscamos más emoción quizás habría que pensar más en un Serie 3… La dirección eléctrica cumple, al igual que los frenos, y eso que los neumáticos de baja resistencia no ayudan en este último apartado.

Si analizamos el equipamiento de serie, una de cal y otra de arena. De serie, con el acabado Drive que nos ocupa, la dotación es bastante generosa.

Sin embargo, no parece justo que para disfrutar de asistentes como el de cambio involuntario de carril, un control de velocidad adaptativo, un sistema automático de luces de carretera, un control del ángulo muerto de los retrovisores o una alerta de tráfico posterior haya que elegir el acabado más elevado (Hybrid Plus) y, posteriormente, pagar aparte el 'pack safety' (55.600 euros la factura final).

Audi RS6 Avant. Sencillamente brutal

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Hablamos de un vehículo total que sirve para casi todo debido a su personalidad bipolar. Presume del motor más potente que tiene Audi en estos momentos, de una dinámica sobresaliente, de una tecnología de ensueño… y un precio que le hace más exclusivo todavía.

Me imagino a una persona joven a la que la vida le sonríe económicamente y que disfruta a diario de las excelencias de un Audi R8. Poco más se puede pedir. Vida en pareja y, de repente, aparecen uno o varios hijos, carritos de por medio… y el deportivo de ensueño que ya no nos vale. Debe ser un 'drama' pero mientras haya opciones como el nuevo RS6 Avant el 'vacío' creado será llevadero.

560 caballos bajo el capó

Hablamos de un vehículo familiar en el que cabe casi todo, sí, pero a la vez resulta que contamos con el motor más potente que Audi presenta en su gama. Sí, más que el V10 del R8. ¿Entonces?  Hablamos de un familiar brutal, con 560 caballos bajo el capó y unas prestaciones tan espectaculares que no será nada fácil que el R8 nos deje atrás. Y a cambio podemos ir cinco personas o introducir los utensilios de nuestra actividad favorita (bicicletas, tablas de surf…).

Quattro GmbH remata en su factoría los vehículos RS con motores colosales y dinámicas de conducción impresionantes, incluida la tracción total en todos sus modelos. En el caso del RS6 Avant las pautas son ésas, pero a la vez dulcifica el confort para que en el día a día, si se desea, sea prácticamente uno más. Más difícil será pasar desapercibidos a nivel estético.

Personalmente creo que es el vehículo más 'redondo' de la gama RS. Vamos por partes. El propulsor sigue la línea 'downsizing', rebajando cilindros (ahora es un V8) y añadiendo sobrealimentación (dos turbos). En la parte alta del cuentarrevoluciones encontramos los 560 caballos y por abajo sale a relucir un increíble par motor de 71,4 mkg que provoca que la reacción al acelerador sea inmediata siempre.

Consumos de apenas ocho litros

El cambio Tiptronic de ocho relaciones es una gozada, aunque no llega al 'cum laude' del S-Tronic del R8. Acudimos al Audi Drive Selec y seleccionamos en modo Comfort las opciones motor, suspensión, dirección… Todo va como la seda. Las irregularidades se filtran, el tacto es el de un familiar y hasta cuida los consumos con el sistema 'Start/Stop' en ciudad o la desconexión automática de cuatro de los ocho cilindros si la demanda de potencia así lo permite. Por cierto, el sonido en 'cuatro' de nuestra unidad no era tan 'redondo' como en 'ocho', pero se compensa viendo en el ordenador de viaje consumos medios de apenas ocho litros.

Dejamos a los peques y a la mujer en casa. La excusa perfecta para cambiar todo el mapa de actuación al modo Sport. La suspensión dinámica de serie se convierte en una tabla, los decibelios se disparan, en las reducciones se provoca electrónicamente el efecto doble embrague con un petardeo mágico…

En autopista el mayor problema se llama 'Pegasus' y su cámara desde el cielo porque en apenas unos instantes la velocidad es estratosférica, hasta el punto de que, salvo en Alemania, no merece la pena pagar por el paquete dynamic, que amplía la velocidad máxima desde 250 hasta 280 km/h, y mucho menos por el dynamic plus, que la eleva hasta los 305 km/h.

Tracción total y diferencial deportivo, de serie

En carretera la tracción total y el diferencial deportivo trasero, ambos de serie, otorgan en curva una agilidad milagrosa al RS6 Avant que, recordar, supera las dos toneladas de peso. Las aceleraciones son tan impresionantes que adelantar es un juego de niños. Pasar de 80 a 120 km/h se traduce en 2,5 segundos y 70 metros de 'pista libre', es decir, más que adelantar hablamos casi de un vuelo rasante.

Y si correr se le da bien, tampoco se le da nada mal frenar. Y si no a los fríos números nos remitimos: detener el vehículo desde los 120 km/h se traduce en 48,1 metros y menos de tres segundos. Casi nada. Y sin un mal gesto, de manera estable y controlada. Algo habrán ayudado los generosos neumáticos 285/30 ZR 21 opcionales que lleva nuestra unidad.

Y después de la tempestad, de nuevo la calma. Cinco plazas de serie, una presentación y calidad del interior de primer nivel y un maletero con 565 litros de capacidad. En nuestro caso con el portón eléctrico y un práctico 'set' de fijación en el piso para facilitar las cosas, ambos elementos opcionales.

Equipamiento generoso

El RS6 Avant hace gala de un equipamiento de serie muy generoso, pero la carta de opcionales y el programa Exclusive son como para volverse loco. De hecho nuestra unidad trae tal cantidad de opcionales que por el precio de esas opciones podríamos haber adquirido todo un A5.

Y para que todo no sean flores, un aspecto algo criticable. Entendemos que por los 129.100 euros que pagamos no se contemple de serie el sistema de visión nocturna (2.635 euros) o el extraordinario equipo de sonido Bang&Olufsen Advanced (7.910), pero pagar aparte por un sistema de reconocimiento de señales o el Lane Assist a este nivel…

Un pequeño borrón para un vehículo total y con mucho carácter.

Maserati Ghibli: un Quattroporte en pequeño

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A los deportivos Maserati GranTurismo y Maserati GranCabrio, se les sumó hace un par de meses la nueva generación del Quattroporte, una berlina de representación con una longitud de 5,26 metros de largo y un precio de salida que arranca en los 125.800 euros.

Pero la intención de Maserati, y parece que va por un excelente camino, es la de ampliar sus horizontes y ahora comienza la comercialización de otra berlina de cuatro puertas, pero con unas dimensiones algo más contenidas que las del Quattroporte (mas adelante llegarán un SUV y otro coupé más pequeño que el GranTurismo).

Se llama Ghibli y su imagen es imponente. Mide 4,97 metros de largo, lo que no lo hace tan compacto y se erige como un rival de peso si lo comparamos con sus adversarios directos, como pueden ser un Audi A7 Sportback, un BMW Serie 6 Gran Coupé, un Mercedes CLS o un Porsche Panamera. Esto quiere decir que es 29 centímetros más corto que un Quattroporte, aunque la distancia entre ejes del Ghibli es de 2,99 metros, lo que seguro proporciona un buen espacio interior. Por cierto, su maletero tiene una capacidad de 500 litros, lo que es una buena cifra.

Tres motores de hasta 410 caballos

Analizando su gama de propulsores, decir que el Ghibli está disponible con tres mecánicas diferentes, de las cuales una es diésel. Se trata de un propulsor 3.0 V6 con turbocompresor, que eroga una potencia de 275 CV. Podría tratarse de una versión 'tocada' por Maserati del motor que ya equipan los Lancia Thema o Jeep Grand Cherokee, en los que la potencia máxima se queda en 240 CV, aunque sobre ésto, Maserati no se ha pronunciado. Gracias a esta mecánica, que como en el resto de motores, está asociada a una caja de cambios automática de 8 velocidades, el Ghibli alcanza los 250 km/h de velocidad máxima, acelera de 0 a 100 km/h en sólo 6,3 segundos y su consumo medio homologado es de 6,0 l/100 km.

Si nos pasamos al apartado de gasolina, la gama comienza con un 3.0 V6 Biturbo que eroga una potencia de 330 CV. Estos Ghibli alcanzan los 263 km/h de velocidad máxima, aceleran de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos y su consumo medio homologado es de 9,6 l/100 km.

De esta misma mecánica 3.0 V6 Biturbo hay una variante S cuya potencia se incrementa hasta los 410 CV. Los Maserati Ghibli S alcanzan los 285 km/h, aceleran de 0 a 100 km/h en 5 segundos y el consumo asciende a 10,4 l/100 km. Si el cliente lo prefiere, asociado a esta mecánica, puede adquirir la tracción a las cuatro ruedas que Maserati denomina Q4, mientras que el resto ha de conformarse con un sistema de propulsión trasera. Los Maserati Ghibli S Q4 cuentan con un embrague multidisco que envía en condiciones normales de adherencia el 100 x 100 de sus 410 CV a las ruedas traseras. Pero si detecta una posible pérdida de potencia, es capaz de repartir un 50% al eje delantero y el otro 50% al trasero. Su velocidad máxima es de 284 km/h, aceleran de 0 a 100 km/h en sólo 4,8 segundos y el consumo es de 10,5 l/100 km.

Los precios del nuevo Maserati Ghibli son:

– Maserati Ghibli 330 CV: 79.226 euros.

– Maserati Ghibli S 410 CV: 93.616 euros.

– Maserati Ghibli S Q4 410 CV: 97.010 euros.

– Maserati Ghibli Diésel 275 CV: 71.429 euros.