La Dirección General de Tráfico (DGT) quiere reforzar la vigilancia en la carretera este 2025, y por eso van a instalar 122 radares nuevos en nuestras carreteras. Algunos han llegado en los tres primeros meses de este año, junto con novedades como los radares remolque o los negros. Ahora bien, ¿sabes qué son y cómo funcionan los radares privados? Son conductores como tú y como yo que hacen caja multando a otros.
Y les sale bastante bien la jugada, porque se pueden embolsar hasta 1.500 euros al mes con solo circular por su coche. De hecho, en algunos países es un trabajo a jornada completa que está bien pagado. ¿Es legal en España o hay algún sistema parecido?
Así funcionan los radares privados en Francia… ¿y en España?

Los radares privados son muy comunes en países como Francia, y de hecho llevan varios meses muy de moda en las carreteras francesas. Son conductores que trabajan para empresas privadas, contratadas a su vez por el gobierno francés y el homólogo de la DGT en nuestro país vecino, con el único fin de multar a los conductores que se saltan las normas. Tienen una jornada laboral completa, turnos y unas rutas marcadas, con el único requisito de que deben poner su vehículo particular en la carrera de día o de noche, con lluvia, nieve y sin importar si es un fin de semana o un festivo.
Eso sí, el salario compensa, porque en Francia hay trabajadores que están llegando a ganar hasta 2.100 euros al mes (1.850 euros brutos y una prima de 250 euros), aunque no reciben ningún extra en función del número de multas porque eso sí que es ilegal. Para poder asumir este trabajo deben cumplir unos requisitos concretos, tener experiencia como conductor profesional y tener 10 de los 12 puntos del carnet.
Ahora bien, ¿hay alguna probabilidad de que la DGT ponga en marcha esto en España? De momento no, porque los radares fijos y móviles lo gestiona Tráfico, a excepción de algunos ayuntamientos que subcontratan a empresas para que controlen el tráfico. En cualquier caso, es el propio consistorio quien firma la sanción y sería ilegal tener a conductores privados multando en nuestras carreteras. En Francia sí que se privatizó en 2018 la gestión de los radares móviles y desde entonces no ha parado de aumentar este trabajo.
Un caso de la DGT muy sonado en Toledo

La mejor prueba de que probablemente nunca entre en vigor en España este sistema es lo que hemos conocido que ha ocurrido en un pueblo de Toledo. Lo primero, sí que es legal que haya empresas que instalen cámaras de velocidad, porque están subcontratadas por los ayuntamientos y además son los que proporcionan soporte jurídico.
Sin embargo, la polémica estuvo servida en el municipio de Cazalegas (Toledo). Las competencias llevan años transferidas al ayuntamiento, y estos contrataron a una empresa que puso a un conductor particular al frente de un radar móvil. Sin embargo, todas las multas son ilegales porque la regulación obliga a que haya siempre un agente al frente de estos sistemas.
En ese caso no lo había, y la DGT se desentendió del asunto. El consistorio abrió una investigación de la que no se supo mucho más, pero en cualquier caso esas sanciones probablemente nunca hayan llegado a los conductores al tratarse de un radar privado que de momento no está permitido en España.
No hay previsión de que llegue a nuestras carreteras en un futuro inmediato, pero desde luego que habría muchos conductores dispuestos a convertirse en conductor profesional para la DGT a tiempo completo o a modo de sobresueldo, porque a los franceses ya les sale rentable.