El embrague es una de las partes más delicadas de un automóvil. Su función es básica en el correcto funcionamiento del coche, pero incluye componentes susceptibles de desgaste, en cuyo caso no queda otra que sustituir el embrague por completo. Es cierto que hay una serie de pruebas que nos permiten saber si el embrague de un coche se va a romper o si por el contrario está en buen estado de uso.
3El embrague puede ser eterna
Lo primero es definir lo que es un embrague, se trata de una pieza que se encarga de transmitir la potencia del motor hasta los neumáticos. Para ello cuenta con dos partes que se conectan y desconectan para hacer llegar la potencia. Cuando pisamos el pedal lo que conseguimos es que se separen, con lo que no hay transmisión de potencia. Cuando están separadas es cuando podemos cambiar de marcha, al soltar el pedal de embrague se vuelven a juntar y se transmite la potencia. Un mecanismo sencillo, eficaz y que en principio no debería tener mucho mantenimiento.
El problema es que las partes que se unen y se separan están recubiertas de un material ferodo que es el encargado de ‘enganchar’ con la otra parte y que giren solidariamente que se desgasta. De hecho, es parecido a las pastillas de freno. El embrague de un coche se va a romper si tiene algunos de estos síntomas.