La última novedad de peso en la gama Vitara de la marca japonesa es esta versión Strong, que apuesta ya por un sistema híbrido ‘completo’, más sofisticado que los conocidos ‘mild hybrid’ empleados hasta ahora, aunque ambas tecnologías presumen de la etiqueta medioambiental ECO de la DGT. Te contamos a continuación la prueba que hemos realizado al Suzuki Vitara Strong.
2Aporte eléctrico modesto
En cualquier caso el aporte eléctrico es modesto porque modesta es la batería, que se recarga por efecto de la frenada regenerativa (también al pisar el freno en su primer tramo, otra diferencia respecto al ‘mild hybrid’).
El cambio automático disponible con esta variante Strong se denomina AGS (es una caja robotizada) y tiene seis relaciones prefijadas. A nuestro entender es una solución más agradable que un variador continuo o de engranajes planetarios utilizado por algunos rivales. Entre ellos muchos Toyota, tecnología que Suzuki incorpora directamente en algunos de sus modelos, como el Swace o el Across, que no son otra cosa que un Corolla Touring Sports y un RAV4, respectivamente, con logo Suzuki.
Si en ciudad y sus alrededores el Vitara Strong convence por su delicadeza y refinamiento, en carretera enamora menos. Si activamos el modo manual del cambio no salta de marcha (nos gusta), pero el rendimiento en general es modesto. Son 116 CV para mover 1.390 kilos de peso. No es una relación escandalosa precisamente, pero la entrega de potencia y par máximo es tranquila, sin sobresaltos.