Decía Emerson Fittipaldi que la velocidad no lo es todo en la vida, y que a veces a menos de 100 km/h se disfruta más de la deportividad de un coche. Y en el Alpine A110S esta afirmación del mítico piloto brasileño no se puede ajustar más a la realidad. Basta seleccionar el modo Circuito para desatar un huracán de sensaciones que no tienen que ir necesariamente unidas a una velocidad elevada. Y es que esta versión del Alpine es una auténtica fábrica de derrapajes, un productor de sonido vibrante y una referencia en ligereza, lo que le permite moverse en carreteras viradas con la soltura de una gacela, la rapidez de un guepardo y la astucia de un león africano.
Respecto a un Alpine A110 Legend, esta versión S cuesta alrededor de 7.000 euros más, sin que los 40 caballos extra o el mayor margen de revoluciones al que está disponible el par supongan mejoras apreciables en prestaciones. Sin embargo, la versión S recibe numerosos extras para convertir el Alpine A110S en una versión mucho más deportiva y radical. Así que el deportivo francés adopta unos frenos Brembo más eficaces, ruedas de mayor tamaño, un escape más deportivo, unos asientos baquet casi de carreras y una suspensión con muelles un 50 por ciento más rígidos, además de estabilizadoras más firmes. Y a todo ello hay que sumarle un peso aún más ligero que convierte a este coupé en una referencia por su relacion peso-potencia. Porque el A110S anuncia 1.114 kilogramos, es decir, 346 kilos menos que un Porsche 718 Cayman de potencia equivalente y 381 kilos menos que un Audi TTS Coupé; éste, eso sí, con tracción total Quattro. Y este peso, logrado gracias a un chasis de aluminio y a una carrocería que combina ese material con el composite del techo -que en opción, por 2.525 euros, puede ser de fibra de carbono- y las piezas de plástico reforzado de las tapas de los maleteros, no solo permite al A110S mejorar los datos de prestaciones de sus rivales e incrementar la diversión al volante, sino que también logra reducir el consumo a cifras que no se corresponden, por bajas, con lo esperado en un deportivo de casi 300 CV y cambio automático de doble embrague.
A 120 km/h el Alpine A110S gasta 7,7 l/100 km, y a 90 km/h el consumo no sube de 6,5 litros. Y para ver en el ordenador de viaje un consumo de más de 10 litros de media hay que callejear o 'curvear' mucho. Pero el nombre de Alpine evoca a los Alpes y a sus carreteras de curvas, donde los antepasados de este modelo ganaron numerosos rallyes, por lo que ese es su territorio natural. Allí la máquina de sonrisas trabaja a destajo y su propietario tiene aseguradas unas cuantas a cuenta de cruzadas gloriosas, contravolantes épicos y sonidos de esos que no se olvidan. Lástima que el precio se dispare por encima de los 70.000 euros, aunque todo hace pensar que este nuevo Alpine, en cualquiera de sus versiones, va a sufrir una baja depreciación y se puede convertir, con todo el derecho, en un modelo de colección.
LA CLAVE
Aunque la ganancia en prestaciones es inapreciable, la versión S del Alpine, con 40 CV más, es sobre todo un coupé todavía más ligero y deportivo, especialmente indicado para lograr sensaciones más radicales. Y los 7.000 euros de diferencia estan justificados a base de detalles deportivos que valen lo que cuestan.