Gracias a la moda crossover y al éxito cosechado en los últimos años, marcas como Porsche, Maserati, Bentley e, incluso, Lamborghini han tenido que dar su brazo a torcer y desarrollar modelos todocamino en los que, ante todo, se ha dado prioridad al carácter para no decepcionar a sus clientes tradicionales. Jaguar también se ha tenido que rendir ante las ventajas que, al margen de las modas, aporta un todocamino, y ha lanzado el F-Pace, un arsenal de tecnología, diseño y practicidad envuelto en una silueta estilizada y elegante que, dado el éxito cosechado en sus primeros meses de vida, lleva camino de convertirse en coche de moda y, a su vez, en un superventas como el Range Rover Evoque. Pero, en realidad, el F-Pace es mucho más que un Evoque por tamaño, precio, motorizaciones, tecnología y estrategia. De hecho, el todocamino diseñado por Jaguar tiene bajo una misma piel todo lo que el cliente de la marca británica llevaba años esperando: imagen premium, tamaño imponente, versatilidad total, genio, espacio, capacidad todoterreno, la mejor tecnología de infoentretenimiento, propulsores potentes con un sonido celestial y una puesta en escena sobre el asfalto que intenta, y consigue, mantener la emoción de un comportamiento de corte deportivo sin sacrificar otros aspectos que tienen que ver con la comodidad que exige un todocamino familiar. En este sentido, el F-Pace ofrece cinco buenas plazas y el mejor maletero del segmento, con nada menos que 650 litros, todo ello rodeado de una soberbia y sabia combinación de lujo, calidad y practicidad nunca vista en la marca británica. Además, el Jaguar más práctico es también el mejor conectado y el que ofrece los sistemas más sofisticados. Como el InControl Touch Pro, uno de los sistemas de infoentretenimiento más avanzados del mercado. O la pantalla táctil estilo tablet de 10,2 pulgadas, con uso intuitivo y que cuenta con gráficos de excelente calidad en línea con las demandas de los compradores de modelos de élite, como este F-Pace.
O también la posibilidad de conexión de hasta ocho dispositivos a través del punto wi-fi, permitiendo transformar el vehículo en una oficina móvil o en un centro de entretenimiento para toda la familia.
El panel de instrumentos virtual HD de 12,3 pulgadas con cuatro temas visuales y pantalla completa de navegación 3D se complementa con un Head-Up Display Láser, un despliegue espectacular que convierte al todocamino británico en lo más parecido a la cabina de un avión, pero con un manejo sencillo e intuitivo que siempre se agradece.
La gama F-Pace tiene mucho y bueno donde elegir en lo que al apartado mecánico se refiere, pero el propulsor turbodiésel más potente usado por nuestra unidad de pruebas, con 300 caballos, consigue mover al modelo británico a ritmos de deportivo sin tener que comprar acciones de una petrolera ni terminar congeniando con el personal de la estación de servicio de tanto parar allí a repostar.
El primer todoterreno de Jaguar
El F-Pace, y toda la tecnología que lleva o puede llevar incorporada, está preparado para afrontar una carretera de curvas con el tacto de un auténtico deportivo. Gracias, en primer lugar, a un peso contenido fruto de la utilización masiva de aluminio en un 80 por ciento de la estructura del coche. Y en segundo lugar, porque en condiciones normales de adherencia todo el par se envía al eje trasero con un comportamiento dinámico sensacional y emocionante. Dicho esto, también hay que decir que el Jaguar más práctico, dotado de un eficaz sistema de tracción total, está más cerca de un todoterreno que de un todocamino si se trata de aventurarse fuera del asfalto. No en vano, es la primera vez que un Jaguar se ha desarrollado bajo las exigentes normas de Land Rover y en su propia y durísima pista de pruebas. La distancia libre al suelo se ha fijado en 213 milímetros, y cuando se desarrolló el coche las principales centralitas y otros módulos electrónicos fueron colocados tan altos como fue posible para ofrecer una profundidad de vadeo de 525 milímetros.
Estos datos no dicen mucho por si solos; sin embargo, si tiramos de siglas y de sistemas de ayuda nos haremos una magnífica idea de lo ambicioso del proyecto. Por ejemplo, el botón ASR (Adaptive Surface Response) activa un sistema que detecta los distintos tipos de terreno y ayuda a mejorar el trabajo de la tracción total optimizando el reparto de tracción. O el Low Friction Launch (LFL), una función que utiliza un mapa de aceleración progresiva, haciendo que el vehículo sea más fácil de controlar. El nuevo F-Pace es el primer Jaguar en incorporar este tipo de ayuda, aunque hay mucho más. En el corazón del sistema 4×4 se aloja un embrague húmedo multidisco y una transmisión por cadena hacia el eje delantero. En comparación con los diseños anteriores es más suave y refinado, un 16 por ciento más ligero y un 10 por ciento más eficiente. Pero su principal ventaja está en la rapidez: puede repartir la fuerza al 50:50 entre ejes o pasar el cien por cien al eje trasero en sólo 165 milisegundos. Y el diferencial delantero tiene la capacidad de par más alta de cualquier Jaguar con tracción a las cuatro ruedas. Esto aporta ventajas obvias en términos de rendimiento y capacidad, e incluso si las dos ruedas traseras se encuentraran sobre hielo pulido, el F-Pace dispondría de tracción suficiente para salir utilizando sólo las ruedas delanteras.
Estamos, pues, ante un Jaguar que puede trasladar a una familia completa en un largo viaje envolviéndola de una atmósfera de lujo y conectividad, y atreverse con una excursión 'off road' o una carretera nevada con garantías. Un modelo con el que disfrutar en los cientos de curvas de un puerto de montaña, mal escenario para otros todocamino, y el peor de todos para un todoterreno. Pero el mejor Jaguar de todos los tiempos alardea de agarre, pone a prueba un excelente cambio de 8 marchas con levas en el volante, ofrece una excelente visibilidad con el gran poder de anticipación que proporciona la elevada posición al volante o se deja querer por un motor V6 biturbo y sus 300 CV, sabiendo que siempre hay reservas de par y potencia bajo el acelerador para cualquier situación que se presente.
En el apartado seguridad, el F-Pace está dotado de una cámara estereoscópica orientada hacia la zona delantera que es el corazón de otros muchos sistemas de sensores de asistencia al conductor. Además de proporcionar una visión 3D de alta precisión de la carretera, dicha cámara estereoscópica es ideal para el sistema de frenada autónoma de emergencia (AEB). Además, el nuevo F-Pace es el primer Jaguar en ofrecer un sistema AEB con una función de detección de peatones, un plus de seguridad que viene a sumarse a la larga lista de ayudas con las que cuenta, como las de asistencia a la salida de carril o a la permanencia en el carril, el reconocimiento de señales, el limitador de velocidad inteligente, el control de crucero adaptativo, el monitor de punto ciego o la detección de tráfico cruzado trasero, entre muchos otros.
Fiabilidad a toda prueba. 400.000 kilómetros extremos
El F-Pace se ha sometido a los programas de pruebas más exigentes, incluyendo el calor abrasador de Dubái y el frío del norte de Suecia. Más de 400.000 kilómetros de test en esas dos regiones, donde la temperatura ambiente puede caer a -40° C o subir a 50° C. Y llegar a esos extremos asegura poner al límite todos los sistemas del vehículo. Entre las características del terreno de pruebas de invierno de Jaguar en Arjeplog están los 60 kilómetros de pistas de poco agarre. Y las pruebas en Dubái incluyen puertos de montaña de grava y lechos de ríos secos conocidos como wadis. El nuevo F-Pace es el primer Jaguar que se ha probado en estos ambientes particularmente difíciles. Es también la primera vez que un Jaguar se ha medido en el barro y los socavones de la mítica pista de pruebas de Land Rover en Eastnor (Reino Unido), con pruebas realizadas según las exigentes normas de la marca de TT.
