«¡Qué buena planta tiene ese coche!» El comentario se lo oímos a un viandante contemplando casi con lupa el 208 estacionado en el aparcamiento de un hipermercado. Pero no ha sido el único. Porque lo cierto es que hemos venido comprobando durante los primeros compases de esta prueba de fiabilidad que el nuevo 208 entra por los ojos por sus formas y su tamaño, pero sobre todo por un frontal muy llamativo que desprende fuerza y carácter, y que recuerda en muchos aspectos al mítico 205 GTI.
Para colmo, el Peugeot 208 acaba de ser proclamado«Car of the Year 2020», y es el primer coche pequeño de la marca que lo logra. Detrás han quedado clasificados entre otros el Tesla Model 3 y el Porsche Taycan, en un podium majestuoso que pone en valor la importancia que se le da hoy en día a tener en una gama un coche 'a pilas', además de otras versiones con propulsores térmicos, como es el caso del 208. Una buena estrategia para el recién llegado, con la única excepción de no disponer de alguna variante híbrida con etiqueta ECO, de cara a lo que nos espera a los usuarios y les espera a los fabricantes en cuanto a reducción de gases de efecto invernadero y cumplimiento de la normativa. Pero nosotros, de momento, nos hemos centrado en la versión de gasolina, con un gran recorrido comercial a corto, medio y largo plazo. Esta dispone de un motor 1.2 Puretech de tres cilindros y 130 caballos que, asociado a un cambio automático de 8 marchas, ofrece un rendimiento muy interesante y unos consumos que ofrecen dos caras. Por un lado un gasto contenido en modo ECO o en modo Normal, siempre que se mime el acelerador y se respeten una serie de recomendaciones que evitan disparar el gasto. Por otro, un programa Sport que transforma la personalidad del 208 GT Line y anima al conductor a mantener un ritmo más fluido, desentendiéndose del dato de consumo que marca el ordenador. En 10.000 kilómetros los consumos se han reducido mínimamente y no son malos. Porque gastar menos de 7,0 l/100 km de media teniendo en cuenta el alto porcentaje de ciudad, donde el 208 gasta 8,0 l/100 km reales, es una cifra realmente competitiva. También medido sobre el terreno, con dos pasajeros y su equipaje de fin de semana, el 208 Puretech de 130 caballos ha gastado seis litros de gasolina sin plomo cada cien kilómetros, siempre respetando los límites establecidos y sin pisar carreteras de segundo orden con muchas curvas o puertos de montaña de gran altitud. Y hemos hecho unos cuantos de esos kilómetros en un tipo de conducción turística que lleva la aguja del cuentavueltas a una posición relajada a muy bajas revoluciones al circular en octava en esas condiciones. De hecho, el «Car of the Year 2020» ha pasado ya por Murcia, Toledo, Málaga, Granada, Cantabria… y muchísimos kilómetros por Madrid y sus alrededores, escenario habitual de uso del comprador de este tipo de vehículos.
Recogimos el Peugeot 208 con 529 kilómetros, sometimos al nuevo Peugeot a un rodaje minucioso con un nivel de exigencia de menor a mayor, y con 1.100 kilómetros hicimos el primer Correvit en nuestra segunda casa, las instalaciones del INTA (Instituo Nacional de Técnica Aeroespacial). Después el 208 cogió carretera y manta y no ha parado, pasando por las manos de casi todos los probadores. Y todos han dejado sus comentarios a buen recaudo.
Julián, por ejemplo, llega de Málaga encantado con el rendimiento del conjunto motor-cambio y por los consumos logrados a velocidad mantenida. Pero le ha gustado menos el acceso a las plazas traseras, el espacio habilitado para el cargador inalámbrico del teléfono móvil -si el smartphone es pequeño se mueve en las curvas y deja de cargar- o que el limpiaparabrisas en modo automático no permite regular la sensibilidad de barrido. Y si se activa el modo 'off' del climatizador automático, no recupera la última temperatura seleccionada cuando se vuelve a activar. Los conductores más altos también han dejado comentarios sobre la postura de conducción, algo forzada al tener que bajar mucho el volante para ver el cuadro. Nuestro tragamillas Felipe vuelve de Nerja muy sorprendido con el comportamiento del coche, pues asegura que tiene un tacto muy deportivo sin que esto perjudique la comodidad. También dice que le gusta su agilidad y su facilidad de conducción, incluso al aumentar el ritmo. Pero también cuenta que le costó acostumbrarse a manejar la pantalla táctil y los mandos tipo piano de la consola, que no se ven bien del todo por su posición horizontal. Felipe vuelve encantado con el cambio EAT8 y el tamaño de las levas en el volante, y con el modo manual, que permite personalizar la conducción seleccionando la marcha adecuada en cada momento.
Seguiremos informando.
Correvit. Importante mejora, sobre todo en recuperaciones
La primera prueba de prestaciones en el INTA, y con el Correvit por GPS montado en la plaza del copiloto, se realizó cuando el 208 Puretech había recorrido 1.103 klómetros. Hoy en día los fabricantes aseguran que ya no hay que hacer ese rodaje que antiguamente se realizaba a los vehículos nuevos, pero sí conviene respetar algunas normas, como la de no exigirle el máximo a la mecánica hasta que el motor no haya alcanzado su temperatura óptima de funcionamiento. Y también dejar pasar no menos de 1.000 kilómetros para que todas las piezas -no sólo el motor- se ajusten como deben. El segundo Correvit se lo hacemos con 9.727 kilómetros, y frente al primero hemos apreciado una ligera mejora en los datos de aceleración y un claro avance en las recuperaciones, pues nuestro 208 ha sido entre 3 y 4 décimas más rápido.
El análisis del experto. Calidad hasta en el último rincón
Algunos datos curiosos durante el desmontaje inicial del Peugeot 208 nos han llamado mucho la atención. Por ejemplo los de la compañía TRW de las pinzas de los frenos de disco, un fabricante que en 1908 construyó las primeras ruedas de madera para el legendario modelo T de Ford. Ahora TRW es líder mundial en tecnología de automoción y ofrece uno de los catálogos más amplios de productos de seguridad activa y pasiva. También nos han llamado la atención los cuatro emblemas grabados en algunas piezas, como los amortiguadores. Logos de Dongfeng, Citroën, Peugeot y DS, aunque no de Opel, que es la marca recién llegada al imponente Grupo PSA. Hemos detectado un importante trabajo de insonorización en los pasos de rueda, bajo el capó delantero o en el cubrecarter. Y un desgaste curioso en los neumáticos Michelin delanteros, que según los ingenieros de la marca francesa de ruedas se trata de un 'pan de goma' por fuerte deriva, un desgaste prematuro provocado por un ritmo 'alegre' durante no más de cuatro vueltas realizando la sesión de fotos en el INTA. Nada preocupante.
Cambio automático EAT8. Una de las claves del peugeot 208 PureTech
La firma japonesa Aisin AW ha desarrollado un cambio automático de 8 marchas que, respecto a la anterior transmisión EAT6, permite reducir el consumo hasta un 7 por ciento. Y en modo ECO ofrece una función de conducción 'a vela' que se activa entre 20 y 130 km/h. También ofrece una tecla M en la propia palanca que activa el modo manual y permite mantener la marcha elegida hasta que se llega al corte de revoluciones, a 6.000 rpm. Y si recurrimos al modo de conducción Sport, al modo M del cambio y cambiamos con las levas en el volante la experiencia de conducción es sensacional, e incluso los más reacios a este tipo de cajas verán cubiertas todas sus exigencias. Y al que le parezcan muchas 8 marchas, hay que decir que llaneando por autovía o autopista en séptima u octava, el consumo se reduce notablemente.