Propulsión trasera, cambio manual, un motor muy modificado de mayor rendimiento, un peso contenido y un chasis con una puesta a punto óptima para sacar el máximo partido dinámicamente. El nuevo Toyota GR86 ha dado un paso importante para seguir siendo un coche único a la hora de disfrutar conduciendo.
El tercer pilar de la gama GR de Toyota pone un escalón más a las sensaciones al volante. El Toyota GR86, junto al Yaris GR y al Supra configuran una oferta única. Tres juguetes para tener en el garaje. ¿En qué orden de preferencia? Una duda complicada de contestar. Mejor si te caben los tres, pues cada uno te llenará de grandes sensaciones, porque están diseñados para dar respuesta a aquellos conductores que no renuncian al máximo placer de conducir. ¡Puro hedonismo!
6Primero en carretera
El sonido, cuando presionamos el motor de arranque, no llama la atención, poco enlatado. Salimos enseguida a carretera y sientes todos los mandos de forma directa, con una suspensión que prioriza la efectividad respecto al confort. Pero que no castiga nuestra espalda, con una capacidad para absorber las irregularidades, digamos que adecuada para viajar.
A cambio, cualquier curva se negocia de forma ágil, directa, con una dirección que transmite las órdenes al tren delantero de forma efectiva y rápida. Y con una carrocería que se siente sólida en los apoyos, lo que hace que el tren delantero busque el vértice de cada curva de manera fiel e instantánea en respuesta a las órdenes del volante. Nos movemos en medio del tráfico sin esfuerzos, al ritmo que marcan las carreteras, esperando el plato fuerte hacia donde nos guía el navegador.
Éste llega cuando alcanzamos el circuito de Monteblanco, en Huelva. Un trazado que hacía tiempo que no pisaba pero del que recuerdo su exigencia, con curvas de todo tipo de radio, con una rápida ciega y una recta de gran longitud. Un escenario perfecto para un coche diseñado para buscar sensaciones únicas al volante.