Por si la versión S del sensacional Alpine A110 no fuera lo suficientemente deportiva y prestacional, la compañía francesa ha desarrollado este R, una criatura para disfrutar al máximo dentro y fuera de los circuitos. Damos fe de que se trata de una máquina excepcional, equipada con componentes de primer nivel y capaz de ofrecer sensaciones únicas. Aunque su precio lo pone en una órbita a la que solo unos pocos elegidos pueden llegar.
Hasta el circuito francés de Paul Ricard viajamos hace justo un año para disfrutar del por aquel entonces nuevo Alpine A110 S, una criatura que nos dejó un sensacional sabor de boca por el equilibrio que este deportivo francés ofrece entre prestaciones, dinámica y facilidad de uso. Pero estaban ansiosos de ofrecer algo más a sus clientes más exigentes. Y la respuesta ha sido este impresionante Alpine A110 R, una criatura que para comenzar te diremos que tiene un precio de partida de 107.000 euros.
El Alpine A110 R cuesta 31.200 euros más que un Alpine A110 S
Para que lo tengas en cuenta, eso vienen a ser 31.200 euros más de lo que cuesta el mencionado Alpine A110 S, con el que comparte mecánica y mucho más, además de 43.800 euros más de lo que cuesta el A110 de acceso. Aún así, ese abultado precio es 12.500 euros inferior al que la compañía de Zuffenhausen pide por uno de sus Porsche 718 Cayman GT4, una criatura con matrícula, pero muy enfocada a un uso en circuito. Cierto es que el alemán es más potente (ojo que acelera peor que este Alpine A110 R porque entre otros es 413 kilos más pesado), además de que detalles como los arneses se pagan aparte y no hay componentes como las avanzadas llantas de fibra de carbono.
Este último es uno de los componentes que hacen especial a este Alpine A110 R. Desarrolladas por la compañía Duqueine, quien desarrolla piezas para el mundo aeronáutico, son toda una obra de la ingeniería. Tienen 18 pulgadas y ahorran 12,5 kilos de peso de masa no suspendida se las comparamos con las usadas por los A110 S. Y es que las delanteras pesan 6,6 kilos, mientras que las traseras pesan 6,9 kilos. Además se calzan en exclusiva con neumáticos Michelin Pilot Sport Cup2, que tienen medida 215/40 R18 delante y 245/40 R18 detrás.
El Alpine A110 R rebosa fibra de carbono
Pero la fibra de carbono juega un papel especial en estos Alpine A110 R. Además del techo, de este ligero material están fabricados el capó delantero (ahorra 2,6 kilos), la luna trasera (ahorra 4 kilos), los asientos (ahorran 5 kilos)… Y todos y cada uno de sus componentes aerodinámicos. Tan a pecho se han tomado el ahorro de peso que se eliminan componentes superfluos como el insonorizante del motor para quitar hasta 8,9 kilos, mientras que de su escape han quitado la válvula que controla el sonido y se ha instalado un terminal que está impreso con tecnología 3D para arañar 700 gramos.
Otro detalle particular son sus arneses de seguridad firmado por Sabelt. Homologados para la calle, reemplazan a los clásicos cinturones a la vez que ahorran 1,5 kilos. Pero recuerda tener todo a mano antes de asegurarte y la puerta cerrada, porque no dan un respiro a tu cuerpo, que queda adherido al respaldo del asiento. Una vez en esta posición, comienza la fiesta, que en nuestro caso además lo hace en el emblemático Circuito del Jarama.
Mantiene su 1.8 TCe con 300 CV de potencia
Una vez acomodados en este Alpine A110 R ponemos en marcha el conocido 1.8 TCe, un bloque usado por otros modelos de Renault como el Mégane R.S. o el Espace, sin olvidarnos de que es el mismo corazón que emplean el resto de versiones de este deportivo. Hasta el punto de que sus cifras coinciden con las del Alpine A110 S: 300 CV de potencia y 340 Nm de par motor.
Saltamos a pista y lo primero que esta salvaje versión nos transmite es confianza. La adherencia de sus neumáticos, el ahorro de peso no suspendido, el extra de carga aerodinámica que genera… Todo se transmite a un volante con una dirección realmente precisa y rápida con sus dos vueltas entre topes. Si bien, en las curvas más rápidas se echa en falta algo más de firmeza, pues da sensación de flotar. Sin embargo es hasta que coges confianza con una montura que tracciona de maravilla, permitiendo abrir gas sin miramientos mucho antes de lo que imaginas. Se muestra muy estable y hay que ser demasiado brusco para que la zaga de esta criatura se insinúe más de la cuenta. Incluso si apuestas por el modo de conducción Track (se suma al Sport y Normal), en el que los cambios de marcha se transfieren a las levas fijas que hay tras el volante (también conserva su cambio EDC con 7 velocidades) y en el que retrasa la acción del control de estabilidad. Si bien, también ofrece la opción de desconectarlo por completo.
Componentes de primer nivel para este Alpine A110 R
No necesitas más potencia, porque este Alpine A110 R corre más que de sobra. Muestra de ello son los 3,9 segundos que demanda para acelerar de 0 a 100 km/h, los 21,9 segundos que firma para recorrer los primeros 1.000 metros desde parado o los 285 km/h de velocidad punta que dicen llega a alcanzar. Y no lo ponemos en duda, porque en los apenas 879 metros que tiene la recta del Circuito del Jarama, se llegaba a coquetear con los 240 km/h sin ningún tipo de problema.
Para hundir el pie en el freno, detener el vehículo y negociar como si nada la curva de Nuvolari. Eso es posible gracias a su equipo firmado por Brembo y donde se apuesta por cuatro discos con 320 milímetros de diámetro. En realidad la casa francesa no se ha quebrado la cabeza y se ha decantado por el mismo sistema utilizado por los A110 S. Si bien, se han desarrollado nuevos conductos de refrigeración para ellos que aumentan el caudal de aire que se envía en un 20%.
Extraordinario en circuito y aceptable fuera de él
Pero si hay otro componente que marca el carácter de este Alpine A110 R es la suspensión. Y es que se ha confiado en un conjunto de muelle y amortiguador roscado, prácticamente de competición, el cual permite ajustar en 20 posiciones la compresión y el rebote. Por si no fuera suficiente también se acompañan de unos muelles un 10% más firmes, así como de unas barras estabilizadoras más rígidas. En concreto un 10% delante y un 20% detrás. Y además estas suspensiones reducen la altura libre al suelo en 10 milímetros en comparación con un A110 S. Si bien, arañan otros 10 milímetros extra en su configuración para circuito. Pero en este caso no estarían homologadas para pisar la calle.
A pesar de su extrema naturaleza fuera del asfalto este Alpine A110 R no es torturador. Es incómodo e inapropiado para el día a día. Pero te podría decir que la generación anterior del Honda Civic Type R me pareció mucho más firme y seco cuando el asfalto no está como un lago en calma. Además los mencionados arneses de seguridad no ponen de su parte, sin olvidarnos de que esta versión no tiene luna trasera, que se ha reemplazado por una cubierta de fibra de carbono que optimiza la aerodinámica y el peso. Tal es la obsesión por lo gramos que con ese detalle también se prescinde del espejo retrovisor interior, que no ha sido reemplazado por uno digital, cosa que no hubiera sido complicado… pero.
Cada una de estas joyas cuesta 107.000 euros
Es uno de los pocos hándicap que tiene esta extrema versión que hará las delicias de todos aquellos que deseen pasarlo en grande tanto en carretera como en circuito. Sin olvidarnos de su precio, al que tendrás que añadir otros 6.290 euros si finalmente decides adquirirlo en este color Azul mate heredado del monoplaza de Fórmula 1 de la compañía francesa.
