McLaren lo dio todo al crear el Artura, su primer híbrido enchufable ‘civilizado’. Una maravilla de la ingeniería cuya versión Spider es capaz de hacerte el mejor peinado que te puedas imaginar. Y es que así es como se peinan los verdaderos ‘gentleman driver’s’.
Hasta la llegada del Artura, las mecánicas híbridas enchufables en la firma de Woking han estado reservadas a sus modelos de la gama Ultimate Series, donde se encuentran los P1 o Speedtail. Ninguno de ellos ha sido concebido para buscar la máxima eficiencia, porque esta tecnología la casa británica la exprime para ofrecer un potencial inimaginable y que solo se puede sentir al ponerse a volante de una de estas criaturas. Y si lleva el apellido Spider, mejor que mejor.
El McLaren Artura Spider conserva las prestaciones del Coupé
Porque en la casa de Woking sumar la palabra Spider es sinónimo de sensaciones únicas sin renunciar a lo que puede ofrecer su equivalente con carrocería Coupé. Y para ello plasman todo su conocimiento en construcción ligera para que esta maravilla se conforme con 1.560 kilos de peso, 62 más que el Coupé y 83 menos que sus adversarios.
De ahí que el Artura Spider calque las prestaciones de infarto ofrecidas por el Coupé, con unas cifras solo al alcance de un puñado de elegidos. De la élite de los superdeportivos con los que se codea. Pero no es el día de hablar de cifras, es el día de hablar de sensaciones.
Un auténtico superdeportivo con todas las de la ley
Y en eso este McLaren Artura Spider está doctorado, tiene un máster… Y está certificado tras cientos de horas de pruebas para dar forma a una excepcional criatura, que desde el minuto uno sabes que no es normal. Y te lo hace saber con la cinemática con la que se abren sus puertas. Y con la que hace tu cuerpo para acomodarse en sus asientos Clubsport, que se amoldan a tu cuerpo mejor que un traje a medida confeccionado en Savile Row.
Una vez aquí, comienza un réquiem para encontrar la postura de conducción ideal. Pan comido con un cuadro digital solidario con el volante y con un salpicadero donde hay los botones necesarios. Es como ir en un coche de carreras, pero con todas las comodidades que imagines.
Bowers & Wilkins firma el equipo de sonido del McLaren Artura Spider
Tras una breve explicación para aclimatarnos a lo que tenemos por delante, seleccionamos los modos Comfort para el motor y Comfort para el tándem formado por dirección y suspensión.
Con el Principado de Mónaco a nuestros pies ponemos rumbo por la autovía para comenzar a experimentar un viaje sensorial por carreteras con infinito número de curvas. Mientras llegamos, el Artura Spider nos demuestra sus buenas artes, porque sorprendentemente no es incómodo en vías rápidas. Y a velocidad legal, es mínimo el aire que nos perturba, de la misma manera que su mecánica casi ni se siente. Y en caso de que moleste solo debes subir el volumen de su sistema de sonido firmado por Bowers & Wilkins.
Una mecánica híbrida enchufable enfocada a las máximas prestaciones
Pero es ver la primera curva y los modos Comfort dejan paso al Sport. Con ellos activados, lo dócil se convierte en emocionante. Comienza la fiesta, pisas a fondo y sus 700 CV pegan tu cuerpo a esos asientos como si tuvieran Loctite. Esta criatura corre como si lo fueran a prohibir. Pero lo hace con la misma facilidad con que frena gracias a su poderoso equipo con discos carbocerámicos. Eso sí, el pedal de freno está duro. Muy duro. Pero los de Woking lo hacen a drede para que puedas frenar sin miedo con tu pie izquierdo como si fueras en uno de sus monoplazas de Fórmula 1. Todo ello se acompaña de una maravillosa sinfonía que proviene de su V6 Biturbo, una obra de arte que se conecta con una transmisión de doble embrague y 8 velocidades que no es rápida. Es rapidísima. En un parpadeo engrana marchas como si no tuviera fin y también gracias a unas levas solidarias con el volante que jamás te cansarías de tocar y tocar.
Pero el Artura Spider tiene también sus programas Track. Reservados prácticamente para usar en circuito, no podíamos irnos de las serpenteantes carreteras de Niza sin activarlo. Las ayudas electrónicas te dejan maga ancha y son tus manos las que salen a relucir, porque esta joya te empieza a exigir destreza para exprimir sus elaboradas suspensiones, su chasis de carbono, su mecánica híbrida enchufable… Porque recordemos que también tiene un modo eléctrico para viajar en silencio por la ciudad. Pero jamás desapercibido. Lo digo por el peinado.
