La nueva generación del Polestar 2 arranca con interesantes argumentos que, de repente, convierten a lo que era un restyling en un modelo completamente nuevo. Aunque el diseño exterior y el interior no presenten cambios apreciables, más allá de ese frontal que ahora va cerrado y muestra una cara totalmente eléctrica, lo que hay por debajo es lo que verdaderamente tiene enjundia. Y ahí los cambios son muchos.
Para empezar, con un cambio fundamental en las versiones de acceso, pues pasan a disponer de propulsión trasera en lugar de la tracción delantera que ofrecían hasta ahora. Además, los motores han cambiado –ahora son de desarrollo común entre Polestar y Volvo- y las baterías, con nueva tecnología, aumentan su capacidad y por tanto la autonomía. Pero no solo eso, porque también son capaces de cargar más rápido para solucionar esos tiempos muertos en las recargas.
Se puede decir, por tanto, que hay más de todo en el renovado eléctrico de la marca sueca integrada en el Grupo Geely. Bueno, en realidad hay más y también menos. Porque otra de las consecuencias de la nueva tecnología de propulsión de Polestar es que el consumo se reduce; y de una forma bastante apreciable, que la firma cifra en un 9 por ciento de ahorro respecto al gasto de modelo anterior.
654 kilómetros de autonomía en el Polestar 2 con más rango de uso
Con ello, una de las consecuencias es que de repente el modelo se convierte en el mejor de su clase, con su autonomía homologada de 654 kilometros bajo el protocolo WLTP en el caso de la versión Single Motor Long Range. Y eso ya de por sí da un titular; sobre todo cuando se ve que rivales directos del Polestar, como el Tesla Model 3, recién renovado, se conforma con llegar a los 513 kilómetros en el modelo de acceso o los 629 en el de Gran Autonomía. En eso el Polestar 2 es el que marca el paso entre los rivales de su clase.
También quiere hacerlo en comportamiento dinámico buscando ese sello deportivo que tiene en el ADN, pues Polestar es desde su fundación una marca de eléctricos de alto rendimiento y eso incluye el comportamiento dinámico. Y ahí la propulsión trasera en las versiones de un solo motor le da un punto picante para los que no solo buscan eficiencia sino también diversión.
Todo, eso sí, perfectamente controlado para que nadie tenga ningún susto con esa propulsión, pues la electrónica evita cualquier desmán. Aunque si desconectamos el ESC vemos cómo se puede uno divertir mucho con ese comportamiento tan característico que se produce cuando el motor te empuja desde atrás.
1.500 kilómetros con el nuevo Polestar 2 Single Motor Long Range
Con estos argumentos, hemos probado durante 1.500 kilómetros el nuevo Polestar 2 Single Motor Long Range, el líder de autonomía eléctrica del mercado en su segmento.
Nos interesaba comprobar si en circunstancias reales ese consumo y por tanto la autonomía han mejorado tan ostensiblemente como indican las cifras. Por eso, hemos decidido no hacer pruebas de laboratorio, sino buscar el gasto del coche con una conducción cotidiana; a ritmos normales –y legales- tanto en ciudad como en autovía o en carretera. Pero antes de llegar a ese punto, al de las cifras y las conclusiones, el nuevo Polestar 2 nos ha vuelto a agradar por su facilidad de uso –todo intuitivo y racional, tratando de evitar complicaciones al conductor-, como nos ha demostrado la versión anterior con la que estamos realizando las rutas en busca de los ‘sabores escondidos’ de España. Para empezar se entra sin necesidad de abrir el coche con la llave; pero tampoco hay que arrancarlo de ninguna manera: solo introducir la posición D o R y el coche comienza a moverse en absluto silencio.
Todo se maneja desde la pantalla, con un funcionamiento muy similar a una Tablet o un Smartphone de Android, pues lo que está por debajo es el sistema operativo de Google. Con lo cual dispones de asistente de voz del gigante tecnológico, también del navegador Google Maps… Todo muy sencillo. No hay levas ni mandos para modular la respuesta del coche; en la pantalla puedes seleccionar la dureza de la dirección, la intensidad de la frenada con el e-pedal (que por cierto, regenera mucho) o ver en tiempo real el consumo, o las estadísticas de gasto en 20, 40 o 100 kilómetros. Así vas ‘aprendiendo’ a conducir más eficiente.
Claro que si te quieres divertir, se puede dejar de lado la ‘calculadora’ y los 299 caballos que ofrecen –de manera instantánea- te van a provocar una sonrisa. Adelantarás en un abrir y cerrar de ojos; pero además te divertirás en cada curva con un aplomo extraordinario por el peso de las baterías bajo el suelo. Y con una dirección que puedes modular, pero que en el punto medio ya ofrece un excelente compromiso entre tacto y deportividad. Por cierto, los frenos son magníficos y no parecen de coche eléctrico.
El confort de marcha es notable, aunque la amplitud del interior no es de las virtudes destacables del Polestar 2, sobre todo en la parte trasera donde la altura al techo no es elevada y en la que el túnel central acota excesivamente el espacio y hace que el modelo de la marca sueca esté indicado para dos ocupantes, porque el del centro no irá excesivamente cómodo.
Llega la hora de las conclusiones sobre el rendimiento energético del Polestar 2 en su edición 2024. Para empezar, decir que el efecto psicológico de arrancar el coche con la batería al cien por cien y que indique una autonomía de 540 kilómetros –que se calcula tomando como referencia el gasto real de los últimos recorridos- ya genera confianza. Pero luego, en el día a día esa confianza se mantiene y va aumentando con cada kilómetro que recorres con el coche.
Consumo del Polestar 2 2024… un dato muy notable
Hemos utilizado el coche en los días de la última ola de calor y con el climatizador a toda máquina –lo que ha llegado a suponer casi un 20 por ciento del consumo del coche- el gasto se ha mantenido en unos razonables 18,1 kWh pese a que han sido durante las horas más calurosas. Por las mañanas, en los recorridos cotidianos y con temperaturas más comedidas -50 kilómetros con gran parte de vía de doble carril- el gasto se ha situado en poco más de 14 kWh. En ciudad hemos llegado a dejar el gasto en 12,2 kWh gracias a la ayuda del sistema de frenada regenerativa. Una cifra que habla de que la urbe es un hábitat ideal para un eléctrico.
Y en el total de nuestra prueba, tras recorrer 1.543 kilómetros con el nuevo Polestar 2 2024, el resultado es un consumo medio de 17,6 kWh. Un gasto que frente a los 14,9 kWh que homologa bajo el protocolo WLTP parece una cifra muy razonable sobre todo teniendo en cuenta que no se ha ido a buscar un consumo de récord; sino a comprobar la energía que necesitamos para un uso cotidiano.
Este de la eficiencia y la autonomía es el principal argumento nuevo para un modelo que esgrime otros, como su original silueta –a caballo entre un sedán y un crossover-, su avanzada tecnología de seguridad, su comportamiento dinámico o una apuesta por la sostenibilidad y el cuidado por el medio ambiente con la que la firma gana adeptos. Y un punto de exclusividad –Polestar es una marca Premium y no busca ser una firma popular, por ejemplo bajando precios como Tesla- muy apreciado por los que buscan algo diferente.
El nuevo Polestar 2 2024, cuyas entregas a los primeros clientes que encargaron el coche a principio de año ya han empezado, está a la venta a través de la web de la marca. En el caso de esta versión con un precio que parte de 54.390 euros, permite acceder a las ayudas del Moves III con lo que, entregando un coche a cambio para achatarrar, se puede rebajar la factura hasta los 47.390 euros.