El Toyota bZ4X es el primer coche eléctrico de desarrollo propio de Toyota que llega a nuestro mercado. Hemos viajado a Copenhague para conducirlo por primera vez y contarte nuestras impresiones al volante.
El lanzamiento del Toyota bZ4X supone un punto de inflexión para una marca histórica como Toyota. Con permiso del Proace City desarrollado por Stellantis, este SUV es el primer modelo eléctrico de batería (BEV) de desarrollo propio que vende la firma nipona en España.
6Visibilidad asegurada en todas las direcciones
Eso no quiere decir que la postura al volante sea mala. Más bien lo contrario. Pero acostumbrarse a ella requiere unos kilómetros de adaptación porque vamos sentados muy altos, el volante queda más abajo de lo normal y el cuadro digital está situado muy lejos. En cierta manera, puede asemejarse al i-Cockpit de un Peugeot, pero está mejor pensando porque el volante se maneja mejor al no ser tan pequeño y en ningún momento impide ver la instrumentación con su parte superior.
Lo mejor es la visibilidad disponible, tanto por la posición elevada al conducir, como por los enormes retrovisores laterales. También ayudan las pequeñas ventanillas que hay junto al pilar A, muy útiles para que este pilar no reste visibilidad en las curvas y al maniobrar.
En cuanto a la calidad, en general está bien hecho, utiliza materiales blandos y sus ajustes son sólidos. Solo desentona el plástico duro que rodea el cuadro digital, si bien es cierto que es la única superficie que no hay que tocar en ningún momento. Por lo demás, todos los mandos están bien dispuestos y es fácil adaptarse a ellos, como también al nuevo sistema de infoentretenimiento de Toyota, más intuitivo y rápido que el del RAV4, sin ir más lejos.