No es nada nuevo esto de 'redecorar' un modelo con una apariencia más robusta y musculada, pero sí que sigue siendo sumamente efectivo. Recuerdo cómo en 2003 el Rover 25 'languidecía' sin pena ni gloria, hasta que lanzó la versión Streetwise, más elevada y con paragolpes fortificados que relanzó de inmediato las ventas.
Ahora ya son muchos lo que recurren a esta táctica, incluido nuestro protagonista. El Fiesta Active es un crossover que se sitúa a medio camino entre el Fiesta, con el que comparte plataforma, y el EcoSport, un SUV que ya contempla la tracción total si se desea.
Y tengo que decir que aunque no entro a valorar la estética -para gustos los colores-, sí que destaco que ha llamado y mucho la atención los días de la prueba. La teoría dice que aumenta en 18 milímetros la altura respecto al suelo, además de incrementar en 10 el ancho de vías.
Claro que sólo con eso no bastaría. Por eso incorpora nuevos paragolpes, se rodea de alguna protección extra, monta barras en el techo y apuesta por unas llantas de 17 pulgadas específicas, así como por una gama de colores más atrevidos, como el amarillo Lux que nos ocupa.
Eso es lo que se ve, pero también es vital lo que no está a la vista, pero que se siente. Hablamos de los ajustes realizados en la suspensión, la dirección o en la electrónica del control de estabilidad. También incorpora un asistente que permite elegir un modo 'Resbaladizo' enfocado a afrontar superficies complicadas, como nieve, hielo o grava, además de los programas 'Normal' y 'Eco'.
Apostamos por el motor 1.0 EcoBoost con 140 CV
Dicho esto, y para que no falte de nada, apostamos por el propulsor más potente de la gama, el galardonado 1.0 EcoBoost tricilíndrico con 140 caballos asociado a una caja manual de seis relaciones.
Lo primero que tenemos que decir es que se trata de una versión sumamente agradable de conducir, por el excelente tacto de la dirección, de la palanca del cambio y el gran equilibrio que brinda el chasis entre confort de marcha y dinámica. Sí es cierto que su mayor altura y los 77 kilos de lastre le restan algo de agilidad en curva con respecto al Fiesta 5 puertas. Lo notaremos porque la electrónica comienza a trabajar antes en los cambios de apoyo, y también en las frenadas bruscas a alta velocidad, donde no se muestra tan estable, nada preocupante, pero sí que hay que sujetar con más firmeza el volante.
El propulsor es muy agradable y sólo los que tengan el paladar muy fino se darán cuenta de su naturaleza tricilíndrica en forma de un sonido diferente y alguna pequeña vibración extra en el volante. Esta mecánica empuja con ganas desde apenas 1.400 vueltas gracias a su pequeño turbo de baja inercia, y estira sin desfallecer hasta superar las 6.000 rpm.
Salvo por los detalles antes citados, no notaremos grandes diferencias dinámicas respecto al Fiesta 'base', eso sí, gozando de una mejor perspectiva de todo lo que nos rodea debido a la mayor altura a la que vamos. Eso sobre asfalto, pero tenemos ganas de estrenar el programa para terrenos deslizantes. En pleno mes de julio en Madrid es complicado encontrar nieve o hielo, así que nos tenemos que conformar con polvorientas pistas de tierra.
Accionamos el mando y nos llama la atención que no se desconecte automáticamente el TCS. Y también nos sorprende lo bien que se mueve en ese terreno, sin bruscos rebotes o sacudidas motivados por las irregularidad del terreno. Un diez en este sentido, y eso que los neumáticos que monta, unos Michelin Pilot Sport 205/45 ZR17, son más de carreras que camperos. Tampoco conviene animarse demasiado fuera del asfalto porque, sencillamente, nos sacará de algún compromiso fácil, pero nada más. No contempla ni siquiera un control de descensos.
El consumo, como es habitual con este tipo de motorizaciones de escasa cilindrada, es comedido si nos tomamos las cosas con calma (6,4 litros de media en la prueba), pero si le forzamos la cosa cambia y las cifras se disparan por encima incluso de lo esperado.
Por cierto, el habitáculo se remata con más alegría visual, pero no encontraremos diferencias en cuanto a habitabilidad con el Fiesta 5 puertas, aunque sí dispondremos de siete litros extra en el maletero (311 litros).
Nuestro protagonista con acabado Active+ tiene un precio de 20.945 euros y en su dotación de serie contempla elementos como un control de crucero con limitador de velocidad ajustable, reconocimiento de señales de tráfico, luces de carretera inteligentes, pantalla táctil de 8'' con SYNC 3, navegador o un equipo de sonido B&O Play.
LA CLAVE
Me ha gustado tanto que entre el Fiesta o esta versión Active elegiría esta última. Es más coche visualmente, ofrece un tacto de conducción superagradable, el propulsor empuja con ganas para pasar un buen rato y en pistas me ha sorprendido su buen talante. Una grata sorpresa, sin duda.