El Ford Tourneo Connect forma parte de esos coches considerados los nuevos monovolúmenes, un segmento prácticamente desaparecido tal y como lo conocíamos; al menos, en lo que a modelos compactos se refiere. Los Renault Scénic, Citroën C4 Spacetourer y demás son historia; demos la bienvenida a los Nissan Townstar, Toyota Proace Verso, Volkswagen Caddy y compañía.
La oferta es amplia, aunque realmente gira en torno a solo tres plataformas. Por un lado está la del Grupo Stellantis, donde encontramos nada menos que cinco modelos: Citroën Berlingo, Peugeot Partner, Fiat Dobló, Opel Combo Life y el mencionado Toyota. Después, con tres, está la propuesta de Renault, el incombustible Kangoo Combi, que se extiende a Nissan y Mercedes, en este caso por partida doble (Citan Tourer y Clase T).
La tercera opción la forman Volkswagen, con el Caddy Combi, y Ford, con el modelo que nos ocupa, el Tourneo Connect. En este caso, la unidad de pruebas corresponde a la carrocería larga, denominada Gran Tourneo Connect, y al atractivo acabado de corte campero, Active. Todo ello da lugar que probablemente sea uno de los coches con el nombre más largo del mercado: Ford Grand Tourneo Connect Active, a lo que hay que sumar el motor correspondiente. Ahí es nada.
Antes de entrar en materia, ¿sabes cómo está estructurada la gama de comerciales y monovolúmenes de Ford? Si la respuesta es afirmativa, puedes saltarte este párrafo. De lo contrario, necesitas saber que la marca del óvalo cuenta con tres gamas: Courier (urbana), Connect (compacta) y Custom (gran volumen). Esta última sería, por tamaño, la equivalente a la mítica Transit de toda la vida. Sin embargo, desde hace tiempo esta denominación se utiliza para las versiones industriales de casa una de las gamas, mientras que las de pasajeros llevan el nombre Tourneo.
Resumiendo: si necesitases una furgoneta de reparto urbana, tendrías que comprar una Transit Courier; y si tu necesidad fuese un modelo para ocho pasajeros, deberías optar por la Tourneo Custom.
Así es el Ford Grand Tourneo Connect Active 1.5 EcoBoost
Estamos ante un modelo notablemente largo, de 4,85 metros de longitud, que suponen nada menos que 35 centímetros más que la carrocería convencional. Obviamente, las ventajas de cara al espacio interior son evidentes; de hecho, esta versión de cinco asientos cuenta con un maletero absolutamente descomunal, imposible de igualar por ningún turismo familiar o SUV. Para hacernos una idea, entre el respaldo de la segunda fila y el borde del maletero, hay casi un metro y medio de longitud. Incluso con la tercera fila montada hay 630 milímetros, que ya es una cifra muy buena.
Cinco ocupantes pueden viajar sin estrecheces, a lo que hay que sumar el cómodo acceso que proporcionan las puertas traseras corredizas. Es un vehículo ideal para una familia de hasta cinco miembros que acostumbre a viajar con mucho equipaje; de hecho, incluso con la carrocería corta puede ser suficiente en este aspecto. En cuanto a las sillas infantiles, hay anclajes ISOFIX en las dos plazas laterales traseras. La tercera fila de asientos puede pedirse por 943 euros.
La calidad del interior es correcta. No hay materiales refinados, aunque tampoco se aprecian desajustes ni plásticos con aspecto ‘barato’. Cabe recordar que el tourneo Connect comparte plataforma, motores y otros aspectos estructurales y mecánicos con el Volkswagen Caddy, y ambos están construidos sobre la plataforma modular MQB, la misma que también se emplea en numerosos turismos del grupo alemán.
Así va el Ford Grand Tourneo Connect Active 1.5 EcoBoost
Ahora bien, ¿realmente este modelo, o el Caddy, pueden reemplazar a los VW Touran y Sharan, por ejemplo? Desde el punto de vista práctico, sin duda que sí, pues ofrecen incluso más espacio. Pero se trata de vehículos derivados de comerciales, y eso se nota en aspectos como la insonorización, que no es igual de buena. Lo mismo sucede con los acabados, que sin ser malos, no llegan al nivel de un monovolumen equivalente. Se trata, no obstante, de aspectos que importarán más o menos en función del cliente; si le das importancia a este aspecto, quizá aún encuentres unidades del Touran.
Parémonos ahora en el motor. En primer lugar, pese a llevar la denominación EcoBoost, este 1.5 no es el tricilíndrico que anima a diversos modelos de Ford (entre otros, el añorado Fiesta ST), sino el multipremiado tetracilíndrico TSI/TFSI del Grupo Volkswagen. Se da la curiosa circunstancia de que esta opción combinación mecánica (gasolina 1.5 con cambio manual) no se ofrece en el Caddy; de hecho, el motor de gasolina se restringe a la carrocería larga con acabado Origin, y siempre con caja de cambios automática DSG de siete velocidades.
Con 114 CV y un peso en vacío por encima de la tonelada y media, no es un coche rápido que digamos, aunque con una persona a bordo casi nunca se echa en falta más potencia. Su mayor virtud es la suavidad: la vibración al ralentí es nula y, una vez en marcha, pasa totalmente desapercibido. El cambio manual también colabora en este aspecto, con un manejo sedoso. El consumo también puede calificarse como razonable dadas sus características.
En conducción tranquila (no incita a otra cosa) es normal moverse en cifras en torno a 7,0 y 7,5 litros cada 100 kilómetros (la cifra oficial es 6,5 litros). El depósito tiene 50 litros, por lo que la autonomía de este Tourneo Connect puede rondar los 700 kilómetros sin excesivos problemas.
Sobre el acabado Active, su planteamiento es más estético que otra cosa, ya que no implica una mayor altura libre al suelo que las otras terminaciones disponibles (Trend, Titanium y Sport). Sin embargo, el Tourneo Connect ofrece una posibilidad muy interesante: un sistema de tracción a las cuatro ruedas. Eso sí, para ello hay que optar por la versión 2.0 EcoBlue (de nuevo, se trata de un motor TDI de Volkswagen) unido a una caja manual.
Conclusión
Cada vez que pruebo un vehículo de este tipo me sucede lo mismo: únicamente encuentro ventajas. De hecho, el único motivo por el que no se venden mucho más a clientes particulares es porque hay quien sigue viéndolos como ‘furgonetas’. Son prácticos, tienen espacio para todo, van bien en carretera…
Lástima que no sean especialmente baratos; en el caso de esta versión, su tarifa es de 35.596 euros, que con descuentos se quedan en 29.664 euros. Eso sí, un consejo: salvo que se vayan a realizar pocos kilómetros anuales (algo raro en quien se compra este tipo de vehículo), mejor con motor diésel (el de 102 CV, desde 30.989 euros).