El Polestar 3 es una mezcla de SUV y station wagon con elementos de automóvil deportivo, un crossover en toda regla, recurriendo a ese anglicismo hoy pasado de moda que define los cruces entre diferentes siluetas o estilos de carrocería. Como todos los modelos de la firma sueca hermanada con Volvo y gobernada por la china Geely, recurre a sistemas de propulsión 100 % eléctricos, con un cuidado diseño, materiales de calidad y un interior minimalista.
Algunas curiosidades del Polestar 3
Asistimos a la presentación internacional del Polestar 3 en Madrid, donde sus responsables nos comentan algunas interesantes cuestiones sobre el primer SUV de la marca sueca, que es además el primer modelo que será fabricado en dos lugares diferentes: en Chengdu (China), y en Ridgeville (Carolina del Sur, EE. UU.), lugar en el que actualmente se encuentra en producción el Volvo S60.
Otro aspecto destacado del Polestar 3 es que su producción cradle to gate –desde que la propia obtención de las materias primas hasta que el automóvil sale de la fábrica– supone únicamente 24,7 tCO2e (toneladas de de CO2 equivalente), lo que implica que no sólo se trata de un vehículos sin emisiones, sino que además su huella de carbono es realmente baja.
Centrándonos en las características prácticas del vehículo, el Polestar 3 es un SUV en el que se ha trabajado especialmente para lograr un consumo lo más reducido posible sin renunciar a ofrecer la capacidad interior que se espera en este tipo de automóvil ni las altas prestaciones o la dinámica de conducción características de la marca “deportiva” de Volvo.
Para ello, el diseño de la carrocería cuenta con elementos innovadores en este segmento, como el alerón integrado en el capó, que acelera y “lamina” el flujo de aire para conducirlo de la manera más eficiente posible hacia la zaga, donde un nuevo spoiler volverá a reconducirlo, minimizando las turbulencias. Asimismo, se ha reducido en la medida de lo posible la altura total de la carrocería para mejorar la penetración aerodinámica y bajar el centro de gravedad.
Lo cierto es que el aspecto, en vivo, es el de un diseño sencillo pero a la vez cuidado, con “trucos” que hacen que visualmente nos parezca un automóvil más compacto como el uso de neumáticos y llantas de grandes dimensiones, la adopción de una gran distancia entre ejes y la uniformidad que logra toda la superficie acristalada, con los pilares y los marcos de las puertas camuflados con las ventanillas laterales.
Un SUV de grandes cifras
Todo ello se traduce en un vehículo de 4,90 metros de longitud y casi tres metros de batalla que se ofrece con dos sistemas motrices, ambos 4×4. Por una parte, el Polestar 3 Long range Dual motor ofrece una potencia combinada de 360 kW (489 CV) y un par motor de 840 Nm, lo que le permite acelerar de cero a 100 km/h en 5,0 segundos y homologar 628 km de autonomía en ciclo WLTP.
Por su parte, la versión más potente responde al nombre de Polestar 3 Long range Dual motor with Performance Pack. Desarrolla 380 kW (517 CV) y 910 Nm, baja tres décimas en la aceleración de cero a 100 km/h y homologa 561 km de autonomía combinada WLTP.
En nuestro caso, nos ponemos a los mandos de esta última configuración, que cuenta con el Performance Pack, suspensión adaptativa y vectorización activa del par mediante el uso del diferencial trasero activo BorgWarner eTVD, un autoblocante que emplea un doble embrague de discos diseñado específicamente para vehículos eléctricos gracias al cual es posible no sólo variar el grado de acoplamiento entre las dos ruedas del eje sino también desconectar el motor de la transmisión para minimizar el consumo por arrastre.
Así va el Polestar 3
En la práctica nos encontramos con un vehículo de elevadas prestaciones que resulta muy fácil de conducir. Es cómodo, con unas suspensiones amables pero suficientemente firmes –con muelles neumáticos de doble cámara y amortiguadores de dureza variable–, frenos de excelente mordiente, una dirección con tres grados de firmeza que inspira bastante confianza, buena insonorización, un soberbio equipo de audio Bowers & Wilkins con Dolby Atmos y un eficaz sistema de climatización.
Como en todos los modelos de la marca sueca, el Polestar 3 puede resultar intimidatorio cuando intentamos regular los espejos retrovisores durante la marcha y comprobamos que tenemos que hacerlo navegando por la pantalla central y empleando los mandos multifuncionales del volante o si simplemente queremos abrir o cerrar una ventanilla trasera y nos damos cuenta de que tenemos que buscar con la mirada la diminuta superficie táctil que conmuta entre las ventanillas delanteras y las traseras para que un mismo mando realice las dos funciones. No es lo que más nos gusta del vehículo, pero entendemos que se aprende a convivir con todo este minimalismo digital.
A cambio, la interfaz de Google funciona muy bien y, lo más importante, el vehículo ofrece extraordinarias prestaciones, elevado confort y unos consumos razonables para sus prestaciones, con cifras homologadas que se mueven entre los 20,1 y los 23,1 kWh/100 km y que, gracias a una batería de nada menos que 111 kWh brutos (107 kWh netos) permiten obtener una destacable autonomía. Para su recarga se ha previsto una potencia máxima de 250 kW que hace posible pasar del 10 al 80 % de carga en media hora, siempre en el mejor escenario posible.
En resumen, estamos ante un extraordinario SUV eléctrico de altas prestaciones que está disponible desde 88.900 euros en versión bimotor de 489 CV. Si se opta por la variante Performance, con 517 CV, habrá que elevar el presupuesto hasta los 95.500 euros, si bien los primeros clientes pueden optar por una serie especial de lanzamiento que añade al Performance Pack una gran cantidad de equipamiento extra y está disponible desde 92.900 euros. El vehículo puede pedirse ya, pero las primeras unidades del Polestar 3 Long range Dual motor Launch Edition empezarán a entregarse a partir de septiembre.