Vacas sagradas, comida picante, el juego del Criquet, mover de lado a lado la cabeza para afirmar algo, tocar el claxon constantemente por placer… de la India nos llaman poderosamente la atención muchas costumbres propias de un país exótico y lejano que combina herencias ancestrales con las más modernas tecnologías. Y un coche diseñado y fabricado en la India lleva el exotismo de serie. El KUV100 está fabricado por Mahindra, un conglomerado industrial que factura más de 15.000 millones de euros al año, que tiene una plantilla de más de 200.000 empleados en todo el mundo y que es propietaria de empresas como SsangYong, Pininfarina, el equipo de Fórmula E Mahindra Racing o la marca de motos BSA, al margen de que desde hace tiempo trabaja en colaboración con Ford en el desarrollo de motores pequeños y vehículos eléctricos. Así que aunque muchos ni lo imaginaban, Mahindra es más poderosa e importante que muchas marcas europeas. Aunque no esté habituada a batirse el cobre con el exigente cliente europeo. El KUV100 se ha diseñado, proyectado y desarrollado en el Mahindra Research Valley, en Chennai (India) y se ha utilizado una nueva plataforma monocasco para su construcción en la planta de Chakan, Maharashtra (India). Pero aun siendo un coche bastante correcto que corre lo suficiente, gasta lo justo y se agarra como una lapa al asfalto, hemos detectado muchas carencias y fallos de bulto que deberían tener respuesta de cara a futuras actualizaciones.
Dicen que la primera impresión es la que cuenta y si nos atenemos a este dicho, el KUV100 de Mahindra entra por los ojos con un diseño fresco y atrevido. Pero en una especie de montaña rusa de sensaciones, los primeros metros de recorrido con el coche requieren adaptación, sobre todo por un volante con 3,7 vueltas de tope a tope y una precisión muy mejorable. Eso sí, la palanca de cambios en el salpicadero está colocada allí con muy buen criterio y las marchas entran con suavidad. El motor Falcon G80 de 3 cilindros, 1,2 litros de cilindrada y 82 CV que monta el KUV100 es un moderno propulsor de aluminio con distribución variable y Stop/Start. Y aunque los ingenieros no han trabajado mucho el equilibrado para evitar el tacto tricilíndrico a molinillo, lo cierto es que cumple en ciudad y se defiende en carretera aunque sin brillar. Y un notable en comportamiento, que es impecable para un modelo tan modesto. Pero el limpia trasero no tiene modo intermitente, el ordenador sólo proporciona el dato de autonomía y no el de consumo, las toberas de aire inferiores no están disimuladas, el apoyabrazos central tiene rebabas muy mal rematadas y hay bastantes ruidos aerodinámicos, por nombrar algunos de los aspectos que menos nos han gustado. Aunque hay otras muchas cosas buenas y pasado un tiempo y ya acostumbrados a algunas rarezas, el KUV100 va convenciendo cada día un poquito más a nivel general. Lástima que no hayan podido ajustar algo más el precio para ser más competitivos. El coche lo merece y Mahindra también por el esfuerzo.
LA CLAVE
El primer producto de la nueva era de Mahindra es un SUV urbano correcto al que le queda bastante por mejorar pero que va convenciendo cada vez más a medida que vas recorriendo kilómetros. Lástima que no hayan podido ajustar más un precio que resulta elevado frente a un duro rival como el Dacia Sandero.