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Prueba del Mercedes-Benz GLA 250 e. Herramienta multiusos

La tecnología híbrida enchufable ha sido una de las grandes denostadas por los legisladores, y eso que cualquier persona con cierto conocimiento sobre el mundo del motor sabe que es el paso intermedio adecuado hacia la completa electrificación. Afortunadamente, hay fabricantes que han seguido desarrollando este tipo de tecnología para hacerla aún más funcional e interesante para el usuario. Entre ellos está Mercedes, y un ejemplo lo tenemos en este GLA 250 e (según la lista de precios oficial, GLA 250 e con tecnología híbrida EQ), aunque la lista de opciones que ofrece la marca de estrella es muy extensa.

Se trata de un SUV de 4,41 metros de longitud, cinco plazas y 385 litros de maletero, una capacidad idéntica a la que ofrece un modelo de inferior categoría como el Volkswagen T-Cross, aunque puede resultar suficiente para albergar cuatro maletas de tipo cabina de avión. En el resto de GLA dicho volumen varía, según versiones, entre 425 y 435 litros.

Este es uno de los inconvenientes que presenta estar versión híbrida enchufable respecto al resto de la gama GLA. El otro está en que el depósito de gasolina tiene sólo 35 litros de capacidad, algo que puede suponer una merma de la autonomía en viajes largos por carretera. No obstante, como sucede en todos los PHEV, la ventaja de este GLA 250 e se obtiene aprovechando al máximo la parte eléctrica, es decir, enchufando la batería siempre que sea posible.

Mercedes GLA 250e prueba (6)

En este sentido, el GLA 250 e tiene una batería de iones de litio de 12,9 kWh de capacidad viene de serie con un cargador de a bordo de 3,7 kW, que puede reemplazarse por otro de 11 kW, por 665,50 euros. Además, también es posible adaptar uno para corriente continua a 22 kW, también por 665,50 euros; este último va supeditado al de 11 kW, por lo que el coste es total es de 1.331 euros.

¿Qué aporta la carga en corriente continua? Básicamente, una mayor rapidez, pues se puede pasar del 10 al 80 % de batería en poco menos de media hora. Sea como fuere, el GLA 250 e homologa una autonomía eléctrica de 70 kilómetros, que se reducen considerablemente (unos 50 km máximo) si el recorrido es a 120 km/h por autopista o autovía.

Si desgranamos el sistema híbrido, nos encontramos por un lado el motor de gasolina 1.3 con 163 CV; sí, el tan cacareado bloque compartido con el Grupo Renault. De modo que si te importa mucho el ‘qué dirán’, lo mismo deberías olvidarte de esta versión y optar, por ejemplo, por el prestacional (y menos ‘ecológico’) 2.0 de 224 CV del GLA 250 que, eso sí, viene unido obligatoriamente a la tracción total 4Matic. En la parte eléctrica, junto a la mencionada batería hay un motor de 109 CV de potencia y 300 Nm de par máximo que transmite la fuerza al eje delantero (no hay posibilidad de contar con tracción total). La potencia conjunta es de 218 CV.

Mercedes GLA 250e prueba (4)

Así va el Mercedes GLA 250 e

El GLA 250 e es, en líneas generales, un coche muy satisfactorio que no destaca en ningún aspecto en concreto en el aspecto dinámico. El motor de gasolina, por ejemplo, da unas prestaciones correctas aunque se deja notar en exceso en el habitáculo cuando funciona a medio y alto régimen. En este sentido, la parte eléctrica está claramente por encima, y en conjunto ofrecen un funcionamiento muy bueno.

En cuanto al consumo, con la batería al 0 % (en realidad no está descargada por completo), la cifra en autopista ronda los 7 o 7,5 litros cada 100 kilómetros si somos cuidadosos con el acelerador y si el terreno es mayoritariamente llano. En carretera, a una velocidad constante de 90 km/h sin grandes desniveles, es posible rondar los 5,5/6 litros.

La suspensión del GLA 250 e sujeta con eficacia la carrocería, con una dirección bastante directa aunque con un tacto algo artificial. Respecto al cambio, el 8G-DCT de doble embrague, tiene un funcionamiento correcto tanto en suavidad como en rapidez.

Mercedes GLA 250e prueba 15 Motor16

¿Y respecto a sus rivales?

Si lo enfrentamos a su competencia, el GLA cuenta con grandes ventajas en algunos aspectos y queda bastante rezagado en otros. Su gran punto a favor es la recarga, pues ninguno de sus principales rivales alcanza los 11 kW en corriente alterna, y muchísimos menos admite carga rápida en corriente continua. De los modelos comparables, sólo el Cupra Formentor y el Volkswagen Tiguan están por encima, pues la potencia en CC alcanza los 50 kW.

Sin embargo, el GLA 250 e penaliza en potencia conjunta del sistema híbrido, pues su principal rival, el BMW X1 xDrive25e, le supera con claridad con 245 CV, además de ofrecer tracción a las cuatro ruedas puesto que el motor eléctrico propulsa el eje posterior. Tanto el GLA como el Audi Q3 45 TFSIe, también con 245 CV, no ofrecen esta posibilidad.

Luego está le precio, pues Mercedes pide 55.550 euros por el Mercedes GLA 250 e sin extras, prácticamente lo mismo que BMW por el X1 xDrive25e (55.250 euros), que le aventaja prácticamente en todo, salvo porque su motor 1.5 de tres cilindros es menos refinado y únicamente admite carga en corriente alterna.