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Primera prueba de los últimos Mini eléctricos: Countryman SE y Cooper SE

Mini tiene claro su camino. Su plan pasa porque en 2030 todos sus modelos sean eléctricos. Y va camino de ello con el lanzamiento de los nuevos Mini Cooper, Countryman y Aceman, cada uno de ellos con dos versiones eléctricas. Está siendo este un año intenso en la marca, ya que ha renovado por completo toda su gama. Y falta una ‘bomba’, como es la llegada a finales de año de la versión John Cooper Works asociada al Mini Cooper.

En cualquier caso ese el futuro cercano. Para no ‘pillarse’ los dedos, lógicamente se pueden seguir adquiriendo versiones con motores térmicos, salvo en el caso del Aceman, que llegará en otoño.

Mini Cooper y Mini Countryman eléctricos

Mini nació en 1959 como respuesta a la crisis en el Canal de Suez y la consiguiente subida del precio del petróleo. En 2001 resurgió de sus cenizas gracias a BMW y en 2008 fue una marca pionera en movilidad eléctrica, al disponer de 500 Mini eléctricos rodando por las principales capitales del mundo. Ya en 2017 lanzó el Countryman híbrido enchufable, que dos años después se convirtió en el PHEV más vendido en España. Y en 2020 llegó el Mini 3 puertas eléctrico.

Variantes eléctricas del Mini Cooper y el Countryman

Vayamos ahora con lo más novedoso actualmente de la marca, que pasa por el Mini Cooper tres puertas eléctrico, sin duda su modelo más icónico. Su gama arranca con la versión Cooper E de 184 CV, la misma potencia que el modelo anterior. Sin embargo, la batería de 36,6 kWh de capacidad (antes de 28 kWh) le permite homologar una autonomía de hasta 305 kilómetros en el mejor de los casos. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y se comercializa con cuatro niveles de acabado. Su precio parte desde los 35.250 euros.

Mini Cooper ÇS

Algo más de picante encontramos con la versión Cooper SE, que incrementa la potencia hasta los 218 CV. También apuesta por la tracción delantera, pero en este caso la batería pasa a ser de 49,2 kWh y el radio de acción se incrementa hasta los 402 kilómetros con una sola carga. La capacidad de carga también crece hasta los 95 kW en corriente continua (70 en el más modesto), aspecto que permite realizar reposiciones al 80 por ciento en 30 minutos. En corriente alterna ofrece hasta 11 kW. En este caso cubre el 0-100 km/h en 6,7 segundos y está disponible desde 38.850 euros.

Mini Countryman eléctrico: hasta 313 CV

Hasta aquí lo más genuino, pero no podemos olvidarnos de lo más práctico. El Mini Countryman surgió para dar soluciones a la familia, más ahora que ha visto incrementar su tamaño hasta los 4,44 metros al aprovechar la avanzada plataforma que comparte con el BMW X1. Es más amplio en el interior y dispone de un maletero con 460 litros.

Mini Countryman eléctrico

También se comercializa con dos variantes eléctricas. El Countryman E arroja una potencia de 204 CV, la batería tiene una capacidad de 66,5 kWh y la autonomía homologada es de 462 kilómetros. Admite cargas de hasta 130 kW en corriente continua (11 kW en alterna), presenta tracción delantera, acelera hasta los 100 km/h desde parado en 8,6 segundos y se vende con un precio que parte desde los 45.250 euros.

Por su parte, el Countryman SE ALL4 añade el atractivo de la tracción total. La potencia se incrementa hasta los 313 CV, acelera de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos, la pila de iones de litio mantiene la misma capacidad (66,5 kWh brutos) y la autonomía cubre 432 kilómetros. En apenas 29 minutos se carga hasta el 80 por ciento en una toma de 130 kW en CC. Está disponible desde 51.250 euros.

Detalles del interior comunes

En la presentación del interior algunos elementos son comunes. El más destacado es la pantalla táctil y redonda de 24 centímetros (algo más de 9,4 pulgadas), configurable al gusto. Además comparten el avanzado sistema operativo OS 9 (el no va más ahora en el Grupo BMW), muchos de los mandos del salpicadero y diversas funciones, como el asistente de conducción personal o la llave digital que se gestiona desde el smartphone. También desde el móvil se puede disfrutar de un práctico sistema de aparcamiento remoto que permite mover el vehículo desde fuera.

Interior Mini eléctrico

El interior se remata con materiales reciclados, está terminado con una más que aparente calidad y el Head-up Display refleja la información en una lámina de plástico, en lugar de hacerlo directamente en el parabrisas. Se mantiene el aforo de cuatro plazas para el Mini Cooper y de cinco para el Countryman. En ambos casos la banqueta trasera queda algo cerca del piso, lo que obliga a llevar las rodillas en una posición algo elevada.

Sonidos sí, pero artificiales

El Mini Cooper presenta 7 experiencias de conducción diferentes, por ocho el Countryman. A todo esto hay que añadir otros cuatro sonidos diferentes creados artificialmente para el interior, entre ellos uno similar a un motor térmico con efecto punta-tacón al reducir la velocidad. No hay, lógicamente, levas para cambiar secuencialmente.

Mini eléctrico

Otro aspecto destacado es que todos los precios indicados incluyen una wallbox con hasta 1.000 euros cubiertos para la instalación. Además, estas versiones eléctricas contempla la tarjeta Mini Charging, asociada a los principales proveedores de electricidad. De esta manera no hace falta recurrir a las diferentes app cada vez que se vaya a efectuar una carga. Basta con pasar la tarjeta, asociada a una línea de crédito, y punto.

Primera prueba con el Mini Countryman SE ALL4

Nos pusimos al volante del nuevo Countryman SE ALL4 con 313 CV. Fue una toma de contacto con gran parte del recorrido en carretera y autovía. Las prestaciones convencen porque la respuesta al acelerador es inmediata, es un vehículo confortable en marcha, por sonoridad y tacto de la suspensión, y goza de una dirección suave y bastante comunicativa (2,5 vueltas de volante entre topes). El consumo osciló entre los 15,8 kWh en zonas urbanas, hasta los 19,5 kWh en carretera a un ritmo ya mucho más alegre y dinámico.

Mini Countryman SE ALL4 2024 1600 15 Motor16

Algo más breve fue la toma de contacto con el Cooper SE de 218 CV. Va algo más firme de suspensión, es una gozada callejear por calles estrechas, y fuera de la ciudad brinda unas prestaciones notables para realizar, por ejemplo, adelantamientos con gran solvencia. Como su hermano mayor ofrece una serie de sonidos artificiales. Nuestro favorito es el Go-Kart, ya que suena más bonito y deportivo, y simula el efecto doble embrague cuando aminoramos la marcha. En este caso el consumo medio fue de 15,1 kWh.