El pasado mes de octubre tuvimos ocasión de acudir a la presentación estática del Mitsubishi Outlander PHEV. Y nos impresionó el salto cualitativo y presencial dado. Ahora hemos tenido ocasión de ponernos al volante, durante una intensa jornada marcada por la lluvia, para sacar las primeras conclusiones.
No cabe duda de que llama la atención su poderoso físico, con algunos matices estéticos del Montero y el EVO. Crece hasta los 4,72 metros de largo, 1,86 de ancho y 1,75 de alto, con una distancia entre ejes que se va hasta los 2,70 metros. Ahora está mejor proporcionado, ya que la anterior generación ‘pecaba’ de larga y estrecha. Presenta llantas de aleación de 18 o 20 pulgadas y unos sofisticados faros full led adaptativos (no contempla matriciales).
Comparte plataforma con el Nissan X-Trail, aunque este último no presenta un sistema híbrido enchufable, y se establece en pleno segmento D-SUV, donde rivalizará con modelos como el Toyota RAV4, el Opel Grandland, el Hyundai Santa Fe, el Peugeot 5008 o el exitoso BYD Seal U, todos ellos en sus variantes híbridas enchufables, la única opción que contempla nuestro protagonista.
Interior del nuevo Mitsubishi Outlander PHEV
Si por fuera es poderoso, en el interior combina espacio y sentido práctico, además de una calidad excepcional. Más allá de su presentación digital, las generosas butacas delanteras con regulación eléctrica y función de masaje, o el soberbio equipo de sonido Yamaha de serie, lo que más nos gusta es que todo se maneja con cierta facilidad.
El motivo es que el Mitsubishi Outlander PHEV recurre a mandos tremendamente intuitivos, de esos que podemos decir que son de toda la vida. El volante es redondo (cada vez cuesta más que sea así), el cuadro digital de 12,3 pulgadas resulta muy claro, y la pantalla táctil del mismo tamaño que preside el salpicadero, tres cuartos de lo mismo. Goza de buena resolución, resulta intuitiva y ha mejorado los gráficos. Además, la gestión de la climatización queda fuera.
Detrás ofrece un espacio sobresaliente, sobre todo para las piernas y en altura. Las puertas se abren generosamente para facilitar el acceso y el único inconveniente es que la banqueta es fija y no permite jugar con el espacio. Por su parte, el maletero se remata con 495 litros, un volumen suficiente, pero mermado un tanto por ‘culpa’ de la batería de iones de litio.
Así es el sistema híbrido enchufable
El sistema híbrido enchufable de la cuarte generación del Mitsubishi Outlander PHEV combina un motor de gasolina de 2.5 litros, que rinde 136 CV/203 Nm, con dos propulsores eléctricos, uno delantero con 116 CV/255 Nm y otro trasero de 136 CV/195 Nm. La potencia total es de 306 CV y la tracción total.
Las ruedas delanteras se pueden mover por el trabajo del motor térmico o el eléctrico; las traseras solo con el eléctrico. El cambio es automático y la batería de iones de litio tiene una capacidad de 22,7 kWh, aspecto le permite homologar hasta 86 kilómetros en modo exclusivamente eléctrico. La pila se puede cargar a 3,6 kW en 6:30 horas. También permite reposiciones en corriente continua a 50 kW, acción que permite recuperar hasta un 80 por ciento de la energía en apenas 32 minutos.
Asimismo, podemos contribuir con nuestro granito de arena actuando sobre los cinco niveles de regeneración de la fuerza frenado que se gestionan sobre las levas del volante, más una función e-Pedal que convierte al pedal del freno casi en un mero espectador. La batería cuenta con la práctica carga bidireccional V2H que permite alimentar elementos externos, como patinetes, bicicletas, cafeteras…
Prestaciones del Mitsubishi Outlander PHEV
Nos ha sorprendido gratamente su silencio y confort en marcha. Ojo porque se le nota un vehículo grande y ‘pesadote’ (2.120 kilos en sus acabados más completos), pero goza de un buen rendimiento, muy lineal y progresivo. Alcanza los 170 km/h (autolimitada) y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos. No lo parece por su progresividad.
El conductor puede elegir entre varios programas de uso. Por un lado el Mitsubishi Outlander PHEV contempla los modos de conducción Normal (el más equilibrado por su funcionamiento híbrido), EV (eléctrico), Save (conserva la batería) y Charge (la carga en marcha con el trabajo extra del motor térmico).
En todos los frentes
Además, añade los perfiles Eco, Normal, Power, Asfalto, Grava, Nieve o Barro, que actúan sobre el sistema híbrido, la dirección y la tracción total. De esta manera se puede afrontar cualquier tipo de superficie, ya que la electrónica actúa sobre el motor, la dirección, los frenos o el sofisticado sistema de tracción total S-AWC, todo un aliado dinámico que permite controlar el par de las ruedas entre ambos ejes gracias al trabajo de los motores eléctricos.
No fue una toma de contacto fácil en lo meteorológico debido a la lluvia y el viento; tampoco el trayecto fue precisamente sinuoso. Por eso se incrementó el confort de marcha, pese a que la suspensión es tirando a firme. De esta manera se controlan mejor los balanceos e inercias en curva.
Consumo del Mitsubishi Outlander PHEV
Hasta ahora todo ha resultado muy convincente, pero el consumo nos generó alguna duda. Ya comentamos que podemos elegir entre un modo eléctrico y otro híbrido. Con el primero activado y en un tipo de conducción suave y sin grandes alardes, nuestra unidad se conformó con 22,9 kWh (curiosamente homologa 25,4 kWh). Nos quedamos sin batería y completamos los 100 primeros kilómetros con un consumo de 2,7 litros tras despertar de su letargo el bloque térmico.
El problema que vimos, y que trataremos de analizar más a fondo cuando tengamos una unidad de pruebas en nuestro centro técnico, es que incluso con el modo Normal activado, el Mitsubishi Outlander PHEV tiende casi siempre a desplazarse de manera eléctrica, incluso a alta velocidad. Y eso provoca que la batería se descargue antes de lo previsto en un largo desplazamiento (aquí tienes la prueba del Mitsubishi Eclipse Cross PHEV, al que ocurre algo similar).
Y cuando eso sucede las cifras ya no son tan atractivas. En autopista, a 120 km/h de velocidad de crucero (en un día infernal) fue complicado bajar el consumo de los dos dígitos (osciló entre los 9,5 y los 11 litros). En cualquier caso lo veremos con más calma más adelante.
Precio del Mitsubishi Outlander PHEV
Destacar su completo equipamiento en materia de seguridad, con avanzados y generosos asistentes ADAS, conectividad y confort. La gama contempla cuatro niveles de acabado: Motion, Kaiteki, Kaiteki+ y First Edition. Las ventas se centrarán en los dos intermedios. El precio de partida es de 48.300 euros con descuentos, a los que se pueden restar otros 4.000 euros si se financia con la marca japonesa, más las ayudas de los futuros Plan Moves.
Otro aliciente extra es que la garantía que ofrece la marca japonesa, que alcanza los 8 años o 160.000 kilómetros, lo que primero se produzca.