Nos hemos desplazado hasta Viena para probar la nueva versión del Dacia Spring que, además, supone una doble novedad. Por una parte, cuenta con el actualizado motor eléctrico de 65 CV, que se va a ofrece en exclusiva junto con el también novedoso acabado Extreme. El Spring de 45 CV se mantiene en la oferta junto con el nivel de equipamiento Essential, así como con una variante destinada al uso comercial (prescinde de los asientos posteriores) denominada Cargo.
Desde el punto de vista mecánico, el nuevo Dacia Spring 65 se caracteriza por un régimen de rotación más elevado; es decir, que el motor es capaz de girar a más revoluciones. En concreto, alcanza las 14.700 rpm, frente a las 8.500 rpm de la versión de 45 CV. Asimismo, la relación de reducción pasa de 7.162 a 12.057, lo cual aumenta el par que llega a las ruedas delanteras.
En lo que respecta a las prestaciones, uno de los talones de Aquiles del Spring 45, la mejora es enorme, sobre todo a la hora de circular fuera del entorno urbano. Como ejemplo, el tiempo necesario en la maniobra de recuperación de 80 a 120 km/h se reduce casi a la mitad: 13,5 segundos, frente a 26 segundos que requiere el de menor potencia. En el caso de la ciudad, el 0-50 km/h es 1,9 segundos más rápido (tarda 3,9 segundos), otra cifra que deja bien clara la mejora.
Lo que no cambia de una versión a otra es la batería, ya que se mantiene la de 27,4 kWh. La autonomía apenas se ve mermada por el aumento de las prestaciones (224 kilómetros, frente a 230 km del Spring 45).
Nuevo acabado Extreme
Como hemos comentado al principio, el Spring 65 no reemplaza a la versión de 45 CV, que se sigue ofreciendo con el acabado Essential. Esta versión está asociada en exclusiva a la terminación Extreme, que se extiende al resto de la gama Dacia. Estéticamente se diferencia del Essential por los detalles en color cobre (los más llamativos en las carcasas de los retrovisores y los aireadores del salpicadero) y por motivos decorativos de tipo topográfico en las protecciones laterales y en los umbrales de las puertas. Asimismo, hay un nuevo color para la carrocería, denominado Azul Pizarra (opcional, por 500 euros).
El equipamiento de serie del Spring 65 Extreme también es mucho más completo, con elementos como la cámara trasera de ayuda al aparcamiento, los retrovisores eléctricos o la pantalla de 7” Media Nav Evolution con navegador y conectividad con teléfonos Apple y Android. De serie trae un cable de carga de Modo 3, que permite conectarse a puesto de carga tipo Wallbox o públicos, con una potencia de hasta 7 kW en corriente alterna. El cable Modo 2, tipo Schuko (los enchufes domésticos) cuesta 300 euros, mientras que para poder usar carga rápida con corriente continua (hasta 30 kW) tiene un coste adicional de 650 euros.
Así va el Dacia Spring 65
El Dacia Spring 45 tiene dos puntos claramente mejorables. Por un lado están las prestaciones en carretera, claramente por debajo de los estándares actuales, si bien puede mantener los 110 km/h en llano sin demasiados problemas. El segundo, y quizá el más importante, es la lenta respuesta al intentar iniciar la marcha, un aspecto que suele ser una de las grandes virtudes de los coches eléctricos.
Estos dos inconvenientes han sido solucionados, con mucho margen, en el Spring 65, que sale desde parado con mucha más inmediatez y permite mantener una velocidad de crucero de manera holgada. Bien es cierto que hemos probado el coche en un terreno mayoritariamente llano, si bien no da la impresión de que las pendientes vayan a suponer un problema, como sí lo son en el Spring 45.
No obstante, dado el mayor radio de acción que permite el conjunto mecánico, no hubiese estado de más montar una batería de mayor capacidad (no mucho más, de unos 30 kWh útiles) para dotarlo de una mayor autonomía. El problema es que esto lleva emparejado un aumento del peso (sigue estando en torno a una tonelada, que es muy poco) y, por supuesto, del precio.