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Peugeot 5008 GT Line 2.0 BlueHDI 150. Amigo de los viajes

Nos gustó el Peugeot 5008 BlueHDi 120 EAT6, pero decíamos en nuestra prueba que podía quedarse algo justo a plena carga porque hablamos de un SUV de siete plazas con un maletero gigantesco. De ahí que para las familias viajeras sea tal vez más idónea la versión que analizamos esta vez, con el BlueHDi 150 (un 2.0 en vez de un 1.6); aunque en este caso con caja manual. Y es que si queremos transmisión automática debemos 'escalar' al 2.0 BlueHDi 180, ligado en exclusiva al acabado deportivo GT. Tampoco entendemos que este diésel de 150 CV esté disponible sólo con el acabado GT Line, pues otros motores sí disfrutan de los niveles Active y Allure, más económicos pero ya bastante bien equipados.

Centrémonos, no obstante, en nuestro protagonista, que pese a lo dicho se nos antoja como una de las compras maestras en su clase, pues destaca positivamente en capítulos esenciales. Por ejemplo, en amplitud y funcionalidad, donde el nuevo 5008 lo borda: siete plazas de serie y soluciones inteligentes como una segunda fila (anchísima, por cierto) compuesta por tres butacas correderas y una tercera fila a base de dos butacas plegables (se ocultan bajo el suelo), que hasta podemos sacar del coche: sólo pesa 11 kilos cada una y la operación de quita y pon es tarea de niños. Puede que en esa última fila se echen de menos unas salidas de aireación, o más de hueco para las piernas, pero esto último se solventa en parte avanzando la segunda fila. En esta, todo hay que decirlo, llevamos los pies y las rodillas algo más elevados que en otros SUV, aunque te acabas habituando. En cuanto al maletero, los 702 litros de volumen máximo con cinco plazas en uso son un valor extraordinario.

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Y el puesto de conducción convence: volante pequeño, instrumentación configurable sobreeelevada, asiento cómodo y con sujeción, pantalla principal a mano… No nos gusta, eso sí, que centralice tantas funciones y echamos de menos más mandos 'normales' (botones y ruedas) en la abultada (quizás demasiado) consola central.

Más prestacional que los 120 CV

Ya en marcha, el nuevo 5008 demuestra que la ligereza es un buen aliado para cualquier vehículo, y las generosas cifras del motor (aún más que los 150 CV, los 37,8 mkg de par máximo) olos acertados desarrollos de cambio se traducen en agrado y respuesta progresiva. Puede que las prestaciones medidas no dejen boquiabierto a nadie (en el '0-100' sólo le ha metido medio segundo real a la versión BlueHDi 120 EAT6), pero damos fe de que esta versión anda bien y tiene empuje hasta en sexta marcha, aunque para encontrar reacciones briosas convenga mover el cambio, de buen tacto. Y pone la guinda un gasto muy bajo (ha clavado el consumo real de su 'hermano'), un comportamiento seguro y eficaz, y buenas aptitudes para rodar por caminos gracias a su altura al suelo.

LA CLAVE

La buena impresión causada hace unas semanas por el primer 5008 probado, dotado del 1.6 BlueHDi de 120 CV y el cambio automático EAT6, crece en esta versión de 150 CV, también diésel. Porque en carretera, y a plena carga, da más de sí pero consumiendo igual de poco. Lástima que no haya un 2.0 BlueHDi 150 EAT6.