El espíritu innovador de Polestar llega, posiblemente, al punto culminante en su corta historia. Y lo hace con el Polestar 4, un SUV coupé eléctrico de alto rendimiento que en cierto modo rompe reglas no escritas pero ampliamente aceptadas. Un coupé que tengas aires de SUV; un deportivo que sea amplio por dentro; un eléctrico que transmita sensaciones dinámicas como cualquier deportivo de raza.
Y un coche que se permita el lujo, además, de inventar algunas cosas. La más llamativa, sin duda, es esa ausencia de luneta trasera que, a cambio, ofrece una mayor visibilidad gracias a su cámara posterior que hace las veces de retrovisor. Pero la más importante y conceptual es cómo han logrado hacer un coupé con una habitabilidad interior y un nivel de comodidad o espacio a la altura de los mejores familiares o SUV del mercado. Y sin dejar de lado ningún elemento que pueda contribuir a multiplicar y mejorar esa habitabilidad.
El secreto de todo esto tal vez viene del ‘acta fundacional de la marca’. Porque el Polestar 4 es un desarrollo completamente nuevo, diseñado desde 0 y no inspirado en ningún otro modelo de la firma sueca encuadrada en el Grupo Geely. Ser una marca cuyo máximo responsable y CEO es un diseñador como Thomas Ingenlath debe imprimir carácter. Y posiblemente no deja dudas a que cada modelo deba tener un estilo propio y personal. Así es en el Polestar 4, que para crear una nueva categoría de SUV coupé integra elementos de diseño vistos por primera vez en los coches conceptuales de Polestar.
El Polestar 4 ha sido desarrollado desde 0 y sin compromisos
Esa hoja de ruta y esas ambiciones las explica, Thomas Ingenlath: “Con el Polestar 4 hemos adoptado un enfoque fundamentalmente nuevo para el diseño de SUV coupé. En lugar de simplemente modificar un SUV existente, diseñamos el Polestar 4 desde cero para buscar el máximo confort y la experiencia de los ocupantes traseros”. Por fin alguien se acuerda de los ocupantes de atrás en un deportivo. Puede que sean ellos los principales protagonistas cuando el equipo de diseño de Polestar se puso manos a la obra.
Con sus 4,84 metros de longitud y sus tres metros -2,999 para ser más exactos- el interior del Polestar 4 es una auténtica gozada por habitabilidad o confort. En este espacio, los ocupantes de los asientos traseros disfrutan de un ambiente exclusivo y una amplitud sobresaliente. En ello destacan los asientos reclinables o la iluminación ambiental ajustable inspirada en el sistema solar. Y también la luminosidad que ofrece el techo solar que cubre toda la superficie del coche y que dispone de funcionalidad electrocrómica opcional -seguramente poco útil en países del norte de Europa pero absolutamente imprescindible en España-.
Este techo se extiende más allá de las cabezas de los ocupantes traseros, creando una atmósfera interior única para los ocupantes de los asientos posteriores, que irán ‘abrazados’ por unas butacas de gran comodidad. De las plazas delanteras no hemos hablado porque lo más sorprendente está atrás. Pero tanto conductor como copilotos se acomodan con el máxímo nivel de confort a los mandos del Polestar 4.
Diseño minimalista y filosofía sostenible en el interior del Polestar 4
El interior, además, brilla por esa característica tan sueca de un diseño minimalista, de máxima funcionalidad y con un ambiente muy sostenible. El Polestar 4 se inspira en el concepto ‘soft tech’ basado en las industrias de la moda y el deporte. Eso se traduce, por ejemplo en el uso de materiales interiores incluyen un textil tejido a medida de PET reciclado al 100%, MicroTech vinílico de origen biológico y cuero Nappa con garantías de bienestar animal. Las alfombras interiores están hechas de PET reciclado y las alfombras del suelo de ECONYL, que incluye redes de pesca recuperadas.
Todo ello responde al compromiso de la marca de ser sostenibles y que en 2030 las emisiones durante todo el ciclo de vida de sus coches sean iguales a 0. Y de momento, en ese camino, el más aventajado es el Polestar 4, que tiene la huella de carbono más baja de todos los coches de la marca fabricados hasta la fecha, gracias en gran parte al uso de energía 100% renovable durante la producción de materiales.
La sostenibilidad es uno de los grandes rasgos de la marca; pero también la tecnología o el rendimiento y dinamismo. Cuando la firma comenzó su andadura como marca independiente, su objetivo era producir coches eléctricos de alto rendimiento. Eso va un paso más allá con el Polestar 4, que es el coche de producción más rápido desarrollado por la marca.
El más rápido de Polestar hasta la fecha
El nuevo SUV coupé es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,8 segundos, con una potencia máxima de 400 kW (544 caballos). Cifras que confirman que estamos ante un deportivo sin concesiones. Un modelo que va a estar disponible en versiones de motor dual y único, en este caso con tracción trasera. Y que en su construcción está pensado para garantizar el comportamiento más deportivo y dinámico, con elementos como los amortiguadores activos en la versión de motor dual que permiten ajustes adicionales entre confort y dinamismo.
Pero sin duda, la gran estrella de la marca y de este modelo es el trabajo realizado en el sistema de propulsión cien por cien eléctrico. Ambas versiones están equipadas con una batería de 100 kWh. En el caso de la versión de motor dual tiene una autonomía de hasta 590 km según WLTP, mientras que la versión de motor único alcanza hasta 620 km. Y el conocimiento de esta tecnología también se resume en la capacidad de carga rápida de hasta 200 kW DC y 22 kW AC disponible para todas las versiones. Además de poder disponer de carga bidireccional para cargar dispositivos externos.
En lo relativo a tecnologías de seguridad o comunicación, el nivel del Polestar 4 es de lo mas avanzado que se puede encontrar en el mercado. En sistemas de infoentretenimiento, está gestionado por la tecnologia de Android Automotive OS y la Plataforma Snapdragon Cockpit. Eso significa que básicamente es tener Google integrado en el corazón del coche. Todo se gestiona a través de una pantalla de 15,4 pulgadas en orientación horizontal que es el corazón del sistema de comunicación. Además dispone de un equipo de sonido Harman Kardon opcional con 12 altavoces y un amplificador híbrido de 1,400 vatios, con la opción de altavoces adicionales en los reposacabezas delanteros.
Y si hablamos de seguridad, eso es innegociable; y un pilar fundamental de Polestar. Entre sus dispositivos ofrece tecnología avanzada de asistencia al conductor de Mobileye. Cuentas con un total de doce cámaras, un radar y doce sensores ultrasónicos de serie. Esto incluye una cámara de monitorización que ayuda a evitar incidentes relacionados con la fatiga o la falta de atención. Junto con la detección de manos en el volante, el sistema de monitorización mantiene atento al conductor. Y con el tiempo, varios niveles de asistencia al conductor podrán estar disponibles a través de actualizaciones de software remotas, según lo permita la legislación en los diferentes mercados. En el futuro, además, el Polestar 4 quiere ser pionero y convertirse en el primer automóvil de producción en contar con Mobileye Chauffeur, con Luminar LiDAR, que se basa en la plataforma SuperVision.
Así va el Polestar 4
Todo el arsenal de conocimiento y tecnología de la marca hay que transmitirlo a la carretera. Y ahí el Polestar 4 lo hace a la perfección. Es un modelo fácil y divertido de conducir, con unas elevadas prestaciones y un altísimo confort en marcha. En un recorrido entre Madrid y la provincia de Segovia, con tramos de carretera y autovía, el dinamismo del coche nos hace olvidar que llevamos un vehículo que roza los 5 metros de largo. Suspensiones confortables pero con firmeza garantizan al conductor un tacto perfecto.
Cuenta con unos frenos, de excelente mordiente que tienen unas gran respuesta y detienen el coche con prontitud. Y además, la dirección, ajustable en diferentes grados de dureza, es magnífica y transmite al conductor todo lo que pasa bajo las ruedas. Por supuesto, como corresponde al nivel de potencia, las prestaciones son fulgurantes, con unos adelantamientos que se saldan en un abrir y cerrar de ojos.
El conductor disfrutará al volante y los ocupantes traseros también verán pasar cada kilómetro en un ambiente refinado y exclusivo. Y al final del recorrido, los poco más de 20 kWh que marca el consumo en nuestro recorrido son una cifra razonable para un modelo de este tamaño, porte y pretensiones. Un modelo con el que Polestar multiplica sus pretensiones de conquistar a todos aquellos para los que la movilidad eléctrica tiene que ser emocionante.
