La cuarta generación del Lancia Ypsilon comienza ahora a producirse en Zaragoza (España), en la planta de Stellantis heredada de General Motors, donde convivirá con el Peugeot 208. Las primeras unidades se destinarán al mercado italiano, único en el que aún se comercializaba, y con gran éxito, la tercera generación del Ypsilon, que se ha mantenido en producción durante nada menos que 13 años en la planta polaca de Tychi, aportada por Fiat a Stellantis.
No obstante, en España deberemos esperar hasta finales de año para empezar a disfrutar del modelo que está llamado a liderar el renacimiento de Lancia, ya que la marca italiana va a experimentar un relanzamiento muy escalonado con el objetivo de ir consolidándose en los mercados en los que vaya desplegando sus vehículos antes de intentar conquistar nuevas plazas.
Así es el nuevo Lancia Ypsilon
No cabe duda de que el Lancia Ypsilon cuenta con una estética muy personal, lo que tiene su mérito en los tiempos que corren. Se basa en la plataforma modular CMP de Stellantis, sobre la que actualmente se fabrica una docena de modelos con motores térmicos y sistemas de propulsión puramente eléctricos. Mide 4,08 metros de longitud, por lo que es claramente más grande que el modelo al que sustituye, que se conformaba con 3,84 metros. Tiene una batalla de 2,54 metros y una carrocería de cuatro puertas que huye deliberadamente de la estética SUV para no competir con el Alfa Romeo Junior.
Se ofrecerá con dos sistemas de propulsión. Por un lado, habrá una versión 100 % eléctrica de 156 CV, mientras que el grueso de las ventas (al menos en España) se lo llevará el híbrido ligero con motor 1.2 turbo de 100 CV.
Independientemente del sistema motriz elegido –siempre con tracción delantera–, habrá tres niveles de acabado. El Lancia Ypsilon, a secas, será la versión de acceso, mientras que el Lancia Ypsilon LX se situará como opción intermedia, y el Lancia Ypsilon Cassina ofrecerá las terminaciones más lujosas.
Así va el nuevo Lancia Ypsilon
Hechas las presentaciones, nos ponemos a los mandos del Lancia Ypsilon eléctrico con acabado LX. Lo primero que nos llama la atención es su vistosa tapicería de terciopelo sintético. Las plazas delanteras son confortables, y atrás tanto la accesibilidad como el espacio se quedan algo justos. No cabe duda de que en Lancia han conseguido diseñar un interior netamente diferente al de otros modelos de Stellantis basados en la misma plataforma, a pesar de aprovechar componentes estratégicos como los mandos del selector del cambio o las palancas ubicadas tras el volante.
A un primer golpe de vista, lo más llamativo es la incorporación de una superficie circular entre los asientos delanteros a modo de “mesita de café” en la que se integra el cargador inalámbrico del teléfono móvil. Debajo, un tanto escondidos, tenemos el conector USB-C y la toma de 12 voltios tipo mechero.
Todo tiene un aspecto agradable, con multitud de materiales para los diferentes guarnecidos del vehículo que ofrecen diferentes aspectos y diferentes sensaciones de calidad. Lo mejor de todo es la originalidad. Quien busque diferenciarse, tendrá en este Lancia Ypsilon una herramienta perfecta.
En marcha, encontramos un vehículo muy agradable de conducir, con buen aplomo y notable dinamismo, como viene siendo habitual en los automóviles eléctricos de Stellantis. Con una batería de 54 kWh, el vehículo promete una autonomía cercana a los 400 kilómetros y un consumo de 14,7 kWh. Nuestra prueba se desarrolla principalmente por carreteras secundarias del Piamonte (en el noroeste de Italia), con abundantes travesías y restrictivos límites de velocidad; un recorrido poco emocionante desde un punto de vista dinámico pero que permite registrar consumos incluso inferiores a los homologados.
A continuación nos subimos a otra unidad con idéntico acabado y motor de gasolina dotado de hibridación ligera, un sistema que ya habíamos probado en modelos como el Opel Corsa Hybrid o el Jeep Avenger e-Hybrid y que, al igual que en aquellos, nos ha parecido sobresaliente.
Cuando pedimos una respuesta rápida al acelerador la encontramos, mientras que los consumos son especialmente reducidos, en el entorno de los 5 litros cada 100 km. Lancia asegura que ha puesto un especial empeño en la calibración de la dirección y las suspensiones, y lo cierto es que se ha adoptado un buen compromiso entre confort y deportividad, pero tampoco entendemos que el vehículo esté un escalón por encima de los mencionados Peugeot 208 u Opel Corsa.
A falta de conocer los equipamientos definitivos o el precio, este Lancia Ypsilon es un vehículo muy satisfactorio, ya que ofrece una estética impactante sobre una base mecánica solvente. No hay que olvidar, además, que se trata de un automóvil fabricado en España, como en el pasado lo fueron los Lancia Coupé y Lancia HPE, una interesante historia que merece su propio capítulo.
