La tercera generación de los Mercedes Clase V y Vito (W447), que es también la primera generación del eléctrico EQV, ha sido recientemente renovada en profundidad. Lanzado en 2014, el furgón compacto de la marca de la estrella se fabrica en Vitoria con dos diferentes batallas, tres carrocerías, tres motores diésel y uno de gasolina, además de tres variantes eléctricas. Ahora se presenta con abundantes mejoras no sólo estéticas sino en áreas como la conectividad, que ofrece prestaciones especialmente interesantes para gestores de flotas.
El Mercedes Clase V cambia por fuera y por dentro
Los Mercedes Clase V y EQV presentan llamativos cambios exteriores, si bien la chapa estampada de todos los paneles permanece inalterada. La parrilla del radiador ha sido rediseñada y se ofrece en diversas formas. De hecho, una de las novedades más llamativas es la incorporación de la clásica estrella de Mercedes tipo escultura o mascota (la popular “mirilla”), que permite distinguir con claridad las versiones del vehículo dotadas del acabado Exclusive. Además, algunas versiones cuentan con una parrilla rodeada por una banda de luz LED.
Adicionalmente, los faros LED adaptativos Multibeam están disponibles de serie o como opción en función del equipamiento, mientras que en la parte trasera aparece una nueva moldura cromada con la inscripción Mercedes-Benz y luces LED de nuevo diseño, con un contorno oscuro. Además, se ofrecen nuevas llantas de aleación en varios tamaños (17, 18 y 19 pulgadas) y cuatro nuevos colores de pintura.
En el interior encontramos un salpicadero completamente nuevo. El puesto de conducción presenta un panel de instrumentos rediseñado con dos pantallas panorámicas de 12,3 pulgadas, nuevas salidas de aire y un volante con mandos táctiles que reconoce si tenemos las manos puestas en él.
La consola central, también rediseñada, permite la carga inalámbrica de smartphones. Nuevos equipamientos, algunos opcionales, incluyen la función de arranque Keyless, volante calefactado e iluminación trasera atenuada. La iluminación ambiental ofrece 64 colores, creando un ambiente personalizado. Además, para facilitar el acceso, todos los Mercedes Clase V (excepto los camperos Marco Polo) vienen ahora con puerta corredera en el lado izquierdo de serie.
El Mercedes Clase V entra en la era digital
El sistema de infoentretenimiento MBUX (Mercedes-Benz User Experience) se incluye en todas las versiones y permite a los conductores usar funciones adicionales como el control de confort Energizing y la navegación con realidad aumentada. Se maneja mediante la pantalla central, paneles de control táctiles en el volante, el panel táctil en la consola central o el asistente de voz “Hey Mercedes”.
Pero lo más interesante es que, de cara a la gestión de flotas, la conectividad de este Mercedes Clase V puede suponer una gran ayuda, ofreciendo servicios como el mantenimiento remoto, la gestión de accidentes o la navegación con información de tráfico en directo. Según nos cuentan los responsables de Mercedes, resulta especialmente útil para localizar vehículos robados o que no han sido devueltos –en el caso de automóviles de alquiler, por ejemplo–, facilitar esa información a la policía y eventualmente bloquear esos vehículos para que su conductor no pueda arrancarlos.
Por supuesto, Mercedes ha previsto una enorme panoplia de sistemas de ayuda a la conducción, tales como el asistente de frenado activo con función de tráfico cruzado, el asistente de atención, el de punto ciego o el asistente activo de mantenimiento de carril.
Una amplia gama de motores para los Mercedes Clase V y EQV
Comenzando por el modelo eléctrico, ofrece dos tamaños de batería (60 y 90 kWh), con una potencia máxima de 204 CV y una autonomía eléctrica de hasta 365 kilómetros. El EQV tiene además un tiempo de carga de aproximadamente 40 minutos para pasar del 10 al 80 por ciento del estado de carga cuando se conecta a un cargador rápido.
En cuanto al Mercedes Clase V, la estrella continuará siendo el motor diésel OM654 en tres niveles de potencia (163, 190 y 237 CV), si bien se ofrecerá un nuevo motor de gasolina (M254) como híbrido suave, que se lanzará algo más adelante. Este motor de gasolina es relevante en mercados asiáticos como China, pero también tiene su importancia en España debido a que cuenta con etiqueta Eco y puede tener acceso, así, a zonas de bajas emisiones.
Todos los motores térmicos van asociados a la caja de cambios automática 9G-Tronic. Los modelos con motor de combustión ofrecen tracción trasera, con opción a tracción total en las variantes diésel, mientras que los modelos eléctricos EQV cuentan exclusivamente con tracción delantera.
Al volante del Mercedes V 300d
Hemos tenido ocasión de ponernos a los mandos de un Mercedes V 300 d con carrocería larga y acabado Style (recordamos que hay dos longitudes de batalla con las que se articula una gama de tres longitudes de carrocería).
El motor es un auténtico prodigio de prestaciones, con una suavidad destacable para tratarse de un turbodiésel de cuatro cilindros en línea y una respuesta muy buena para ser un “dos litros” que ha de tirar de un vehículo grande y relativamente pesado. Hay poca latencia en la respuesta, el cambio no muestra un excesivo resbalamiento del convertidor de par, y la dirección es suficientemente rápida y precisa.
Mercedes ha optado por un tacto del servofreno con un pedal de amplio recorrido. Puede ser algo desconcertante si sólo conduces turismos, pero a la larga resulta fácil de dosificar y encaja bien con la postura típica al volante de estos vehículos, en los que vamos sentados en una posición muy natural, con la cadera alta.
Buen aislamiento acústico, un equipo de sonido de calidad, amplia superficie acristalada, una puerta amplia para entrar y salir, piso plano, cómodos butacones con reposabrazos, unas suspensiones que tratan con amabilidad a los ocupantes de todas las plazas y, sobre todo, mucho espacio en todas las dimensiones hacen que realmente nos planteemos que el lujo se encuentra en estos furgones de pasajeros más que en cualquier berlina de gama alta.
Ah, por cierto: el Mercedes Clase V 220 d, en versión corta (4,90 metros), con motor diésel de 163 CV y acabado base cuesta 74.869 euros. La unidad probada sube hasta los 95.349 euros. La gama la cierra el Mercedes Clase V 300 Exclusive (con motor de gasolina y carrocería larga), que alcanza los 113.137 euros.