Renault ha elegido el nombre de Megane, ahora sin acento, para designar a su nuevo eléctrico, Renault Megane e-Tech. Lo presentan como la quinta generación, pero ya no es el compacto de siempre, sino un avanzado vehículo que te encantará disfrutar a diario. Y es que engancha. El compacto de la marca del rombo sólo lo tendrás en modo eléctrico descartando motorizaciones térmicas.
Desde que fuera lanzado al mercado en 1996, el Renault Mégane se ha convertido en una institución para la firma francesa. Un pilar sólido sobre el que asentar el nacimiento de un modelo totalmente eléctrico. Presentado como la quinta generación Mégane, vete olvidando, este Renault Megane e-Tech –desde ahora sin acento– es otra cosa.
Sólo en eléctrico.
Inicialmente porque quien vaya a reemplazar su anterior Mégane por este nuevo verá como sus precios no tienen nada que ver. Si antes podías adquirir uno en torno a los 20.000 euros, ahora esa cuantía se duplica. La versión de acceso del Renault Megane e-Tech parte de 35.200 euros, ofrece 300 km de autonomía y ojo, sólo tiene recarga en corriente alterna a 7 kW. En otras palabras, demanda como poco 6 horas para una carga completa.
Si quieres dar el salto a la electrificación pura y dura, suma unos euros extra y apuesta por nuestro protagonista. Porque la opción más equilibrada merece la pena.
Los Megane E-Tech con batería de 60 kWh admiten recargas rápidas hasta 130 kW. Eso les permite pasar del 10 al 80% en 30 minutos. Además éste, un Optimum Charge, alcanza los 22 kW de recarga en corriente alterna, cuando la competencia se conforma con 11.
Con ella al 100% nos ponemos en marcha. El ordenador indica 356 km de autonomía, 94 menos de lo homologado en ciclo WLTP.
En ciudad.
En la ciudad su naturaleza eléctrica se agradece. Cero ruido, cero vibraciones, una aceleración instantánea… Aquí el modo ECO es perfecto, pero en cuanto la abandonas, prescinde de él, porque limita en exceso las prestaciones de su motor.
Las suspensiones, aunque firmes, son amables con el pasaje. Disimulan bastante bien los habituales guardias tumbados y rotos en el asfalto. Y eso que sus gomas (215/45 R20 de serie) tienen un perfil mínimo que harían pensar lo contrario.
Si quieres este Renault Megane e-Tech para un uso urbano, es ideal. Callejando su gasto se queda en 15,1 kWh/100 km, dando para recorrer cerca de 400 kilómetros reales con una carga. Y lo mismo ocurre si frecuentas carreteras de extrarradio, pues mientras no superes los 100 km/h su gasto es muy bajo.
Sistema OpenR.
Mientras tanto puedes aprovechar para familiarizarte con su avanzado sistema OpenR. Éste preside su minimalista puesto de conducción, compuesto por dos pantallas de 12 pulgadas, la central táctil y equipada con un sistema multimedia firmado por Google, una solución que facilita enormemente la manera de interactuar con tu Renault Megane e-Tech. Sólo hay que hablar con Google para que sintonice una emisora o localice tu destino. En este último caso, incluso indica la autonomía con la que llegarás. Y lo hace con gran precisión.
Pero también puedes toquetear con los dedos esa pantalla repleta de funciones y perfectamente integrada en el ecosistema digital de este electrizante compacto. Por buscar ‘peros’ decir que la visibilidad trasera no es su punto fuerte (se agradece el retrovisor digital de serie), además de que los grandes retrovisores obstaculizan la visión fronto-lateral.
Pueso de conducción.
A su particular volante, achatado por abajo y por arriba, hay que acostumbrarse. En él se ha colocado el mando para el Multi-Sense, desde el que seleccionamos el modo Comfort. El ideal.
No hay suspensiones activas. Ni las necesita. Este Renault Megane E-Tech es realmente confortable y apenas es seco para el peso extra que conlleva la llegada de unas baterías que suman 395 kilos (las de 40 kWh pesan 290). En realidad es más ligero que sus competidores directos, lo que se agradece al volante. Mientras ganamos velocidad llama la atención el buen aislamiento acústico. Y también térmico, detalle que se agradece en un vehículo eléctrico para no abusar de la calefacción en estos fríos días. Eso es lo peor que llevan sus baterías; el frío. A pesar de el gran uso de materiales reciclados en su construcción, sorprende la solidez que transmite al tacto.
Ir rápido es sencillo.
La plataforma CMF-EV apuesta por un motor ubicado delante. En este caso con 160 kW (218 CV), que le permite ofrecer unas sensacionales prestaciones. En ningún momento echarás en falta un extra de energía. Casi al contrario. Igual hay que acostumbrarse a la repentina entrega de sus 300 Nm de par motor, que incluso nos pueden llegar a dar un susto, porque este Renault Megane E-Tech pierde tracción con facilidad al acelerar sin contemplación, haciendo que su rápida y precisa dirección (tiene 2,3 vueltas entre topes y un sensacional tacto) deje de transmitir información de lo que pasa debajo nuestra.
En autovía estar por debajo de 19 kWh/100 km es sencillo. Eso permite superar los 315 kilómetros, eliminando el estrés en tus viajes.
Si aparecen las curvas también sabe divertirse. Como hemos dicho, prestaciones hay. Y también un modo Sport, un centro de gravedad 90 milímetros más bajo que en los Mégane, suspensiones independientes en ambos ejes, cuatro discos de freno ventilados (a mejorar el tacto del pedal, sobre todo a baja velocidad). Renault se ha trabajado esta plataforma CMF-EV, porque ir rápido con este Renault Megane E-Tech es sencillo. Transmite confianza, pero la autonomía frenará tu diversión.
Pequeño por fuera, pero amplio por dentro.
De este Renault Megane E-Tech sorprende su imagen. Mitad compacto, mitad SUV. Detalles como los tiradores enrasados o sus minimalistas faros LED ponen el toque vanguardista a un coche ‘pequeño’. Y es que aunque no lo parezca, sus dimensiones exteriores son equiparables a las de un Captur, que tiene 4,23 metros de largo.
Pequeño por fuera, pero amplio por dentro. Delante cero problemas de espacio y detrás algo más de anchura no vendría mal. Eso y haber elevado el asiento, porque las piernas van muy flexionadas. Por si fuera poco, su maletero tampoco desentona con 389 litros. 120 más que un Mégane E-Tech PHEV.
La clave.- De Megane sólo conserva el nombre, porque este E-Tech es otra historia. Llamativo a más no poder, se agradece su compacidad exterior y su amplitud interior. La digitalización es su carta de presentación y se controla fácilmente. Esta versión corre de sobra y te llevará muy lejos, siempre que te amoldes a él.