El S-Cross de Suzuki estrena una ligerísima actualización, obligada por la nueva normativa de inclusión de sistemas ADAS obligatorios que ha impuesto la Unión Europea. Es la única novedad de un modelo que es un perfecto fondo de armario; un modelo que posiblemente no destaca en nada, pero que saca nota en todo. En el complicado momento de elegir SUV compacto, el modelo de Suzuki puede aparecer en todas las quinielas.
El Suzuki S-Cross destaca por su equilibrio entre estética y funcionalidad. Con una longitud de 4,3 metros, ancho de 1,78 metros y altura de 1,58 metros, se sitúa en el centro ‘geográfico’ del segmento, con un espacio interior ideal para cuatro adultos y su equipaje gracias a un maletero más que correcto.
El Suzuki S-Cross gana en equipamiento de seguridad
También es muy correcta su dotación de equipo de serie, con faros delanteros Led, llantas de 17 pulgadas o en el cada vez más importante terreno de la conectividad una pantalla central de 9 pulgadas con interfaces intuitivas y la posibilidad de conexión inalámbrica a través de Android Auto y Apple CarPlay.
Elementos como el navegador, la cámara de visión trasera y la pantalla digital en la instrumentación añaden un punto de modernidad y funcionalidad al vehículo. Y prueba de su apuesta sencilla y lógica, es la presencia de mandos físicos para el aire acondicionado que hacen mucho más fácil eintuitivo su uso durante la conducción.
Una de las principales novedades del Suzuki S-Cross 2024 es su amplio equipamiento de seguridad, que incluye Asistente de mantenimiento de carril, monitorización del conductor, control predictivo de frenada, control inteligente de velocidad, detección de ángulo muerto y reconocimiento de señales de tráfico, entre otros.
Y apuesta por la hibridación para ofrecer la etiqueta ECO
Y su apuesta de propulsión viene marcada por la etiqueta ECO, con dos opciones: el motor mild-hybrid 1.4 Boosterjet de 129 CV con transmisión manual, que destaca por su suavidad y eficiencia en el consumo de combustible, y el motor 1.5 Dualjet de 102 CV con tecnología híbrida convencional, que brinda una opción más económica y respetuosa con el medio ambiente, aunque con menos potencia y un precio superior, lo que hace que esta variante solo vaya a estar disponible bajo pedido y la marca centre sus esfuerzos de ventas en el Mild Hybrid.
Este es el que probamos durante la toma de contacto en los alrededores de Madrid. Una opción que nos vuelve a demostrar una tremenda lógica. Muy agradable en marcha, tiene suficiente agilidad aunque a veces, si dejamos caer de vueltas el motor, encontremos que pueda parece un poco remolón. Cómodo de suspensiones, la dirección es suave y precisa y los frenos cumplen con nota. Lo que se espera de un modelo versátil y que cumpla. También lo hace por consumo, muy ajustado y razonable durante la prueba.
Y por precio, pues los 26.795 euros, con la posibilidad de aplicar descuentos adicionales por financiación o 1.000 euros adicionales hasta el 30 de septiembre -se quedaría en este caso muy poco por encima de los 24.000 euros-. Y sin olvidar los 5 años de garantía que ofrece y que se puede ampliar de manera gratuita hasta los 10 años con solo pasar las revisiones cada año en un concesionario de la red de la marca japonesa.
