BYD no para. Aterrizó en España en marzo de este mismo año y en apenas 8 meses ha presentado cinco modelos nuevos, todos ellos eléctricos (prueba del Atto 3). Y en 2024 habrá más. No en vano se trata del mayor fabricante mundial de coches con enchufe. El pasado mes de octubre fabricó nada menos que 301.000 vehículos electrificados. Nosotros hemos probado su última criatura: el BYD Seal.
Teníamos ganas de ponernos al volante de esta berlina deportiva del segmento D. Y no nos ha defraudado para nada. Al contrario. Se trata de un vehículo muy agradable que hace gala de una dinámica muy aseada y que llega con todo. Nos explicamos. El BYD Seal es el coche más avanzado de la marca china en estos momentos. Y pese a su tecnología y a un equipamiento supercompleto se puede adquirir desde 36.900 euros, una vez aplicados descuentos y Plan Moves.
Este vehículo llama la atención por su diseño. Se trata de una berlina pero con un claro acento deportivo por la pronunciada caída de techo en la zaga. Se ha cuidado su aerodinámica (Cx 0,22) gracias a sus líneas limpias, un fondo carenado, el diseño de las llantas de 19 pulgadas, las manillas de las puertas retráctiles o un difusor trasero, entre otras medidas.
Medidas del BYD Seal
Mide 4,80 metros de largo, 1,88 de ancho y 1,46 de alto. Además estira la distancia entre ejes hasta los 2,92 metros. Todo esto se traduce en una notable habitabilidad en un interior que se remata con gran calidad. Agradable al tacto y visualmente, nos recibe con dos magníficas butacas de corte deportivo delante. Cierto que la banqueta queda muy cerca del piso y eso obliga al conductor a ‘gestionar’ una posición muy deportiva.
Buena presentación general, totalmente digital, con un cuadro de 10,25 pulgadas y una pantalla táctil en el salpicadero de 15,6, muy intuitiva en su información. La pantalla bascula para situarse en posición horizontal o vertical al gusto. La gestión del cambio recae sobre un pomo de cristal muy elegante y carece de levas para gestionar la intensidad de la frenada regenerativa. Sí podemos hacerlo a través de la pantalla con varias opciones, pero no resulta tan práctico.
Detrás encontramos más espacio para las piernas del esperado; lo mismo ocurre en la altura hasta el techo panorámico de 2 metros cuadrados que cubre todo el habitáculo. El piso plano favorece el acomodo de la plaza central y lo que pisamos es la parte superior del paquete de baterías, que forma parte ya de la estructura del vehículo gracias a la tecnología Cell to Body. Esta solución permite reducir la altura del coche 15 milímetros y ganar puntos en cuanto a rigidez torsional del conjunto.
Maletero del BYD Seal
Por su parte, el maletero tiene una capacidad de 400 litros, sumando el hueco existente bajo el piso. Carece de portón por motivos estéticos, pero añade otros 53 litros en un práctico hueco existente bajo el capó delantero.
El BYD Seal se presenta con dos versiones. La de acceso se comercializa con el acabado Design, rinde 313 CV (230 kW) y 360 Nm, ubica el motor eléctrico en la zaga y la propulsión es trasera. Monta un batería de 82,5 kWh de capacidad y la autonomía homologada en ciclo WLTP es de 570 kilómetros. Acelera de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y anuncia un consumo medio de 16,6 kWh cada 100 kilómetros.
Hasta 530 CV y tracción total
Por encima el acabado Excellence se asocia a la versión ya con 530 CV/670 Nm que presume de tracción total al incorporar un segundo motor con 217 CV en el eje delantero (el trasero mantiene los 313 CV). Monta la misma batería y la autonomía se queda en 520 kilómetros. El consumo en este caso refleja 18,2 kWh y cubre el 0-100 km/h en solo 3,8 segundos. Ambos modelos alcanzan los 180 km/h de velocidad máxima.
Precisamente probamos la variante más potente, que además de ser más solvente también incorpora un sistema de suspensión adaptativa. El chasis es compartido en ambas versiones, con un esquema de paralelogramo deformable delante y una solución multibrazo detrás. Otra ventaja del Seal más potente es que monta un sistema de distribución inteligente del par iTAC de nuevo desarrollo, más rápido y eficaz a la hora de estabilizar el coche.
Primera sorpresa. El Seal es un vehículo confortable para lo que se estila en una berlina deportiva y eléctrica. La suspensión no es precisamente una tabla y amortigua con eficacia las irregularidades del firme. No es un día indicado para correr, porque nos acompaña niebla y un firme muy deslizante. De todas formas comprobamos que acelera como un cohete y nos ha gustado el tacto de la dirección, para nada artificial.
El asistente de conducción nos permite elegir entre los modos ECO, Normal, Sport y Snow, este último para superar superficies con baja adherencia. Nos alegramos de haber elegido la versión 4WD porque el trazado se vuelve sinuoso y húmedo y, pese a ser un vehículo ágil, no puede ocultar un peso considerable (2.185 kilos con lo puesto). Conviene frenarlo con antelación en curvas y casi acelerar mucho después al salir para evitar sobresaltos por su inmediata y generosa entrega de par.
Consumo del BYD Seal durante la prueba
Va muy bien en carretera y lo borda en autopista. Si cuando le exigimos en un tramo de montaña y sin contemplaciones el ordenador nos indicaba que consumía 27 kWh de media, en autovía y en una zona más transitada de tráfico se conformó con apenas 18,9 kWh, una cifra muy atractiva para una berlina de este porte.
No nos hizo falta enchufar el Seal, pero sabemos que el cargador embarcado de serie es de 11 kW y que admite cargas en corriente continua de hasta 150 kW, aspecto que permite cargar la batería al 80 por ciento en 37 minutos. Asimismo, de serie ofrece la función bidireccional V2L, que permite transferir energía a elementos exteriores con una intensidad máxima de 3 kWh.
Seguridad del BYD Seal
No nos olvidamos de su completo equipamiento y dotación tecnológica de cara a la seguridad. En este sentido incorpora frenado automático de emergencia, aviso de colisión trasera, alerta de tráfico trasero cruzado y frenado, asistente de cambio de carril y mantenimiento de carril preventivo, control de crucero adaptativo e inteligente, cámara 360, control del ángulo muerto, asistente de descenso de pendientes, lector de señales de tráfico, control inteligente de límites de velocidad…
También es muy completa su dotación en cuanto a confort o infoentretenimiento, con un sistema de conexión 4G con actualizaciones inalámbricas Over The Air (OTA), control inteligente por voz e integración del smartphone vía Android Auto o Apple CarPlay.
Precio del BYD Seal
El BYD Seal ya está disponible en los 11 concesionarios que la marca tiene en España (se irá ampliando ese número paulatinamente). El Seal Design con 313 CV cuesta 46.990 euros, pero si aplicamos promociones y Plan Moves con achatarramiento se queda en unos atractivos 36.900 euros. La versión Excellence, ya con 530 CV y tracción total, tiene un precio PVP de 48.990 euros (40.780 aplicando todos los descuentos y ayudas). En ambos casos la garantía es de 6 años o 150.000 kilómetros (8 años y 200.000 km en la batería).