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Prueba del BMW iX2 xDrive30: A prueba de electro-escépticos

Presentado a finales de 2023, el BMW iX2 (U10) es la versión eléctrica del SUV compacto BMW X2. Se ofrece en dos variantes: eDrive20 y xDrive30 (la que hemos probado). La primera emplea un único motor eléctrico que entrega 204 CV y 247 Nm a las ruedas delanteras. Cuesta 50.700 euros. Por su parte, el BMW iX2 xDrive30 monta en cada eje un motor eléctrico de 190 CV y 247 Nm, lo que le permite ofrecer tracción total y desarrollar 313 CV y 494 Nm. Está disponible desde 58.200 euros.

Lo primero que nos ha llamado la atención de este BMW iX2 es que al volante se siente como un coche muy serio, grande, con aplomo, a pesar de que mide sólo 4,55 metros y está construido sobre la plataforma “pequeña” de BMW (UKL2). Por otra parte, también llama la atención su eficiencia, especialmente tratándose de una versión bimotor con carrocería SUV, anchos neumáticos y una plataforma diseñada originalmente para sistemas de propulsión térmicos que fue estrenada en 2015 por la segunda generación del BMW X1 (F48) y empleada en los actuales X1, X2 y Mini Countryman.

El BMW iX2 xDrive 30 es un polivalente para disfrutar al volante

Estamos, por tanto, ante un SUV que puede ser adecuado para un uso polivalente, no ya sólo por sus dimensiones, sino por la posibilidad de disponer de tracción total, sin olvidar las ventajas de la etiqueta Cero, al tratarse de un vehículo sin emisiones.

Nada más ponernos en marcha nos queda claro que BMW ha hecho un importante esfuerzo por dotar a este SUV eléctrico de un comportamiento muy alejado de lo que encontramos en otros SUVs eléctricos, que están más cerca del concepto de “electrodomésticos”, de máquinas meramente funcionales, que de lo que entendemos por un automóvil quienes disfrutamos conduciendo.

En este BMW iX2 se puede disfrutar al volante, y mucho. De entrada, sus prestaciones son notables. Acelera de cero a 100 km/h en 5,6 segundos, y lo hace con extrema facilidad, respondiendo al acelerador con inmediatez. Su velocidad máxima se limita a 180 km/h para no drenar la batería, y lo cierto es que es mejor así, porque puedes sorprenderte circulando a velocidades muy elevadas en una autopista despejada sin pretenderlo debido a la ya mencionada sensación de aplomo, la generosa entrega de par y la falta de ruido mecánico.

Como curiosidad, para aprovechar la máxima potencia hay que accionar previamente la leva que hay tras el volante, en la zona izquierda. Se trata de un mando similar al que usaríamos para bajar una marcha en un vehículo con motor térmico y cambio secuencial, pero aquí no hay marchas, y esta leva ni siquiera regula la cantidad de freno motor que se aplica –algo que empieza a ser habitual en otros modelos–, sino que tan sólo acciona el programa que libera la máxima potencia del motor y, de paso, ofrece una respuesta al acelerador aún más inmediata.

prueba bmw ix 2 xdrive 30 pablo j poza motor 16 2 Motor16

Esa leva izquierda es un ejemplo del afán de BMW por ofrecer algo lúdico a los conductores que quieren que su coche eléctrico sea algo más que una lavadora. No obstante, en este sentido lo verdaderamente importante es implementar un bastidor de calidad bien afinado, y es donde la firma alemana lo ha bordado con este BMW iX2 xDrive30.

La vida a bordo del BMW iX2 xDrive 30

Al volante, resulta fácil encontrar una postura cómoda. Pero lo mejor viene nada más iniciar la marcha. No se puede poner apenas peros a ningún apartado mecánico. La dirección guía impecablemente el tren delantero, con buen tacto y una agradable capacidad de auto-centrado. El radio de giro es algo amplio, eso sí, y a la hora de maniobrar puede obligarnos a realizar alguna operación más de las previstas.

Los frenos son generosos, y la integración entre la frenada regenerativa y la hidráulica está tan lograda que resulta imperceptible. Pero donde este BMW iX2 marca diferencias es en materia de suspensiones, firmes pero no secas gracias a unos muelles de tarado “serio” complementados por unos amortiguadores que los mantienen perfectamente a raya.

prueba bmw ix 2 xdrive 30 pablo j poza motor 16 15 Motor16

En este sentido, el BMW iX2 es muy superior a la generalidad de sus rivales. Cuando se acelera con contundencia, la zaga no se “encabrita”, y cuando se frena de forma igualmente intensa, el tren delantero no se hunde. Por su parte, los apoyos en curva son sólidos, con muy poca inclinación de la carrocería y sin rebotes; en un solo tiempo. Y tampoco se trata de un coche “seco” al pasar sobre juntas de dilatación, baches, grietas o resaltes artificiales.

No es, todo hay que decirlo, el paradigma de la comodidad. Quienes busquen el máximo confort deberían probarlo antes de hacerse con él. Pero para mí, unas suspensiones firmes pero de calidad son netamente más cómodas que unas suspensiones tan blandas que sean incapaces de hacer eficazmente su trabajo o unas duras y secas que tampoco cumplen con su cometido.

Hay que aclarar que esta unidad monta un juego de neumáticos opcionales 245/40R20, innecesariamente anchos y con apenas 9,8 cm de altura de flanco, que es muy poco. En realidad, la rueda de serie es una más lógica 205/65-17, con 13,3 cm de flanco, que con toda probabilidad aportará un plus de confort además de ser mucho más adecuada para dejar eventualmente el asfalto, algo para lo que este BMW iX2 xDrive 30 está más que capacitado, pero no con los neumáticos de la unidad probada.

prueba bmw ix 2 xdrive 30 pablo j poza motor 16 1 Motor16

La parte eléctrica del BMW iX2 xDrive 30

Así que tenemos un SUV eléctrico compacto que puede presumir de una cadena cinemática envidiable cuyo talón de Aquiles puede ser el tamaño de su batería. De entrada, hay que aclarar que sus consumos pueden ser sorprendentemente bajos si realizamos una conducción medianamente cuidadosa e, incluso, si circulamos al ritmo normal del tráfico que nos rodea.

En este sentido, resulta posible bajar de los 16 kWh/100 km en los escenarios más favorables (con abundantes recorridos por carreteras de doble sentido en las que se circula de manera constante a 90 km/h) e incluso mantenerse por debajo de los 20 kWh/100 km en tramos de autopista a 120 km/h. Lo malo es que, como comentábamos, lo difícil es no dejarse seducir por la cantidad de par disponible en todo momento, y ahí los consumos se dispararán.

En cualquier caso, con una batería de 64,7 kWh netos (66,5 kWh totales), la autonomía homologada es de 449 km (con llanta de 17’’), lo que en un viaje por autopista se traduce en algo menos de 300 km reales. Con una potencia pico de 130 kW en cargador rápido y de 22 kW en una toma trifásica de 32 amperios, no tendremos problemas en recuperar autonomía rápidamente cuando debamos recargarlo, pero lo cierto es que el BMW iX2 xDrive 30 no es la mejor opción para viajar por lo que cuesta (desde 58.200 euros).

Dicho esto, sí es una de las mejores opciones –si no la mejor– para quien no realice asiduamente largos recorridos, disfrute conduciendo y quiera tener un SUV de tracción total tremendamente versátil y con el distintivo medioambiental Cero adherido en el parabrisas. Si quieres un nivel de prestaciones similares con un vehículo de gasolina, deberás decantarte por el BMW X2 M35i xDrive, que cuesta nada menos que 72.000 euros y que, eso sí, es capaz de recorrer más de 700 kilómetros con una sola “carga”… de gasolina.

Fotos de la prueba del BMW iX2 xDrive 30