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Prueba del BYD Seal U Design 87 kWh: Un SUV para perderle el miedo al coche eléctrico

El BYD Seal U ha sido uno de los lanzamientos más interesantes de 2024. Se trata de un SUV de 4,79 metros de longitud que está disponible en versiones híbrida enchufable y 100 % eléctrica. En este último caso ofrece siempre 218 CV, pero puede optarse por una batería de 72 kWh u otra de 87 kWh. En función de la capacidad de la batería varía también la potencia a la que podemos recargarla: 115 kW en el caso de la más pequeña y 140 kW en el de la de mayor tamaño. Este último, al ser más pesado, homologa un consumo ligeramente superior: 20,5 kWh/100 km frente a los 19,9 kWh/100 km de su hermano pequeño.

Todo esto se traduce en una autonomía homologada de 420 kilómetros para el Seal U de 72 kWh –disponible únicamente con un acabado, denominado Comfort– y de 500 km en el caso del Seal U de 87 kWh, que se ofrece también en un único acabado, llamado Design. El Seal U Design 72 kWh cuesta 42.480, mientras que el Seal U Comfort 87 kWh sube hasta los 46.080 euros, y es precisamente el protagonista de nuestra prueba.

Rumbo a La Rioja con el BYD Seal U

Ya que estamos ante un coche con una razonable autonomía que promete un buen nivel de confort, decidimos que la mejor manera de probarlo es viajar con él. Nuestro primer destino será la localidad de Baños de Rioja, con salida desde la zona norte de Madrid.

Como ya hemos comprobado en otras ocasiones, el recorrido desde Madrid hasta Burgos por la A-1 es muy exigente con los coches eléctricos, ya que hay que vencer un importante desnivel entre los 728 metros que encontramos en la madrileña plaza de Castilla y los 865 de Burgos, salvando el puerto de Somosierra, con una elevación de unos 1.440 metros.

Dado que no podemos emprender el viaje con la batería cargada al 100 %, nos toca hacer una parada durante el camino, y elegimos el Complejo Tudanca, en el kilómetro 153, para recargar la batería mientras reponemos fuerzas a base de “barritas energéticas” de tocino de cerdo.

Tudanca ofrece cargadores rápidos de Tesla y de Zunder. Tras consultar los precios, encontramos el kW ligeramente más barato en el de la marca norteamericana, así que lo conectamos allí, donde obtenemos una “velocidad” de carga de unos 102 kW y en poco más de media hora reemprendemos la marcha con la batería por encima del 80 % de su capacidad mientras disfrutamos aún del sabroso recuerdo de la crujiente piel de los torreznos.

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Así va el BYD Seal U

La autopista es un entorno en el que el BYD Seal U se encuentra en su salsa. Es un vehículo en el que el confort prima sobre la dinámica. Las suspensiones se comprimen con suavidad ante los baches, el aislamiento acústico está muy bien resuelto, los asientos son cómodos, con una postura al volante muy “de SUV”, hay abundante espacio en las plazas traseras (que no usaremos en esta ocasión) y el equipo de audio nos permite disfrutar de nuestra música favorita con un sonido de calidad… Elegir la emisora de radio que queremos fácilmente es ya harina de otro costal.

Durante nuestro viaje recorreremos abundantes kilómetros por carreteras de doble sentido. Nuevamente, el BYD Seal U impone un ritmo tranquilo. No es que no haya potencia suficiente para circular con agilidad, que la hay. Es tan sólo que las suspensiones, la dirección y el tacto general de todo el coche se han orientado al confort, y resulta antinatural ir buscándole las cosquillas, haciendo apoyos fuertes en las curvas en los que las suspensiones se comprimen excesivamente, apurando las frenadas o tratando de extraer información sobre la adherencia disponible de una dirección que apenas comunica nada de lo que ocurre entre las ruedas y el asfalto.

Para viajar con el BYD Seal U, lo ideal es accionar el control de crucero y limitarse a disfrutar. Los kilómetros pasarán volando y podemos sacar buenas medias de consumo sin sacrificar el confort “racaneando” con la climatización.

De hecho, a lo largo de nuestro viaje, nos situaremos en una media de consumo claramente inferior al valor homologado, ya que un buen porcentaje de los kilómetros que recorreremos los haremos por carreteras de doble sentido, siempre a velocidades legales (90 km/h, mayormente), y aquí el Seal U se muestra especialmente eficiente.

El día que nos enamoramos del coche eléctrico

En nuestro viaje, habrá un antes y un después en cuanto a la percepción del coche eléctrico. Personalmente he tenido varias experiencias no del todo satisfactorias viajando con coches eléctricos, como el caso del Seres 5 que convirtió un viaje de tres horas y media a la comarca de El Bierzo (en León) en una aventura de cinco horas, pero este BYD Seal U me ha enseñado que el coche eléctrico puede ser preferible para viajar en determinadas circunstancias.

La revelación se produjo durante el viaje de vuelta. Tras varios días recorriendo La Rioja, hacíamos una última noche a las afueras de la localidad de Navarrete, en un hotel con cargadores eléctricos. Allí nuestro BYD Seal U se recargaba “casi” a 11 kW, por lo que al día siguiente emprendíamos ruta de vuelta a Madrid con la batería llena, y decidíamos “bajar” hasta Soria por la N-111 disfrutando del maravilloso paisaje serrano del valle del Iregua y el puerto de Piqueras (por el túnel, eso sí) para acabar alcanzado la A-2 en dirección a Madrid.

En total, el viaje de vuelta supuso poco más de 320 kilómetros, que recorrimos en algo más de tres horas y cuarto a una velocidad media real de 98 km/h gastando en torno a un 75 % de la batería (unos 65 kWh), lo que supone poco más de 20 kWh reales cada 100 km y, lo más importante, llegar del tirón y disponer aún de autonomía para poder hacer otros 100 kilómetros más; todo ello sin haber pagado por la energía, ya que los cargadores eran cortesía del hotel, que contaba con su propio huerto solar de 112,86 kW, lo que nos da la satisfacción añadida de haber reducido notablemente nuestra huella de carbono durante el viaje.

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Con un cargador trifásico de corriente alterna conseguimos una tasa de carga cercana a los 11 kW, mientras que con un cargador rápido de Tesla la potencia no superó los 104 kW. La pantalla central cambia de orientación con una pulsación. No es algo a lo que le hayamos encontrado gran utilidad, pero al menos ofrece una imagen nítida y buena luminosidad, si bien la interfaz es claramente mejorable.

Así que sí, cuando todos los astros se alinean, un vehículo eléctrico como este BYD Seal U puede ser preferible para viajar frente a cualquier opción “térmica” tradicional. Los inconvenientes siguen estando ahí, pero las ventajas también.

Y por los 46.080 euros que cuesta este Seal U Design tenemos un SUV amplio, confortable y muy bien equipado, con una eficiente climatización por bomba de calor, carga bidireccional (V2C), pintura metalizada, techo solar panorámico, volante calefactado, asientos eléctricos, sistema de audio Infinity con 10 altavoces, head-up display, una espectacular “tablet” giratoria de 15,6’’ en el centro del salpicadero y cámara de visión 360º, entre otros muchos elementos. Lástima que no se ofrezca con tracción total para poder aprovechar al máximo el concepto SUV… al menos, de momento.