Está bien anticiparse, porque este año la llegada de modelos con tecnología híbrida enchufable a España va a ser apoteósica. Y el DS 7 Crossback E-Tense se ha adelantado a muchos de ellos. Claro que no ha sido el primero en llegar. Ahí está, por ejemplo, el Mitsubishi Outlander PHEV, el modelo más vendido con ese armamento tecnológico. O el Mini Countryman Plug-in y el Volvo XC60 T8, entre otros. Pero lo que sí es cierto es que el SUV de DS juega con alguna ventaja añadida, como combinar prácticamente todos los argumentos del segmento Premium con un precio que, aún siendo elevado, no se corresponde con la media de ese tipo de coches. Porque el DS 7 Crossback E-Tense está disponible desde 48.950 euros y, sin ir más lejos, un BMW X3 xDrive30e, que corre menos, anuncia un mayor gasto, hace menos kilómetros en modo eléctrico y pesa 165 kilos más, es 12.000 euros más caro. Y todo ello sin añadir algo que de verdad lo diferencie al margen de la imagen de marca.
Porque a la hora de mimar el interior con materiales nobles, a la hora de desplegar tecnología o a la hora de rizar el rizo en conectividad o infoentretenimiento, el modelo francés echa el resto y se sitúa al nivel de los Premium alemanes o suecos mejor preparados. ¿Algún ejemplo? Pues, para empezar, la DS Active Scan Suspension, un sistema de suspensión adaptativa que recurre a una cámara -situada detrás del parabrisas y comunicada electrónicamente con las suspensiones-, cuatro sensores de estabilidad y tres acelerómetros que analizan permanentemente las condiciones de la carretera y la situación del coche: velocidad, ángulo del volante, frenado… Todos estos datos se transmiten en tiempo real a un ordenador que actúa sobre cada una de las ruedas de manera independiente. Y en función de esta información, el sistema endurece o suaviza la suspensión de manera continua. O la DS Night Vision, una cámara de visión nocturna muy práctica en situaciones de baja visibilidad. Además, los asientos delanteros pueden contar con calefacción, ventilación y masaje -cinco modos disponibles en la pantalla táctil central-. Y los respaldos traseros se pueden reclinar eléctricamente entre 23° y 32°. Son solo algunos ejemplos de la sofisticación del DS 7 Crossback E-Tense.
60 kilómetros sin gastar ni gota
Pero si nos centramos de forma específica en esta versión híbrida enchufable, también salen a relucir cantidades industriales de tecnología y buen hacer. El DS 7 Crossback E-Tense puede recorrer casi 60 kilómetros -nosotros pudimos hacer 56- en modo eléctrico puro gracias a una carga que dura 1 hora y 45 minutos en un enchufe de pared de 32A con un cargador de 6,6 kW, u 8 horas en una toma doméstica de 8A. Pero gracias al freno regenerativo -desarrollado por la marca en la Fórmula E-, con una posición B del cambio que genera mayor retención al levantar el pie del acelerador -sin la brusquedad de otros modelos- y estudiando bien la estrategia de los modos de conducción, esa carga de la batería puede incrementarse y gestionarse muy a la medida de cada situación, mejorando con ello los consumos, sobre todo en ciudad y alrededores. De hecho, incluso también puede preservarse para un número concreto de kilómetros si se activa en la pantalla la función E-Save. Además de esta práctica posibilidad, se pueden seleccionar hasta cinco modos de conducción diferentes: Electric, Comfort, Hybrid, Sport y 4WD. En esté ultimo caso, el motor eléctrico trasero mueve las ruedas de ese eje -con independencia de la carga de la batería-, dotando al DS 7 Crossback E-Tense de una sobresaliente capacidad 'off road', o también actuando cuando es necesario aunque no se lleve activada la posición 4WD si los sensores detectan que la adherencia se reduce, se está trazando una curva cerrada o subiendo la rampa de un párking. Y aunque en marcha la suspensión activa no deja que la cosa se desmadre aunque incrementemos el ritmo, sí se hubiesen agradecido unos neumáticos de mayor medida, descartados de serie -los 235/45 R20 cuestan 650 euros- para mejorar la autonomía eléctrica.
El gasto, en cualquier caso, se aleja del homologado -1,3 l/100 km en ciclo WLTP-, porque cuando se agota la batería el consumo se equipara aproximadamente con el de un 'tanque' de dos toneladas y 200 CV. Pero combinando algo de electricidad en ciudad y el motor de gasolina en carretera nosotros hemos medido consumos entre 7 y 8 l/100 km. Y en carretera, sin pasar de 120 km/h, los 10 l/100 km se mantendrán a raya.
Realmente confortable
El DS 7 Crossback E-Tense es un 'plug-in hybrid' que destaca por ofrecer un interior amplio y suntuoso, pero hay que reconocer que la disposición de los mandos y su rebuscada aunque exclusiva grafía requiere un tiempo de aprendizaje. En ciudad el coche sorprende por su generoso radio de giro, que facilita mucho las maniobras o el auténtico callejeo urbano, a pesar de que mide casi 4,6 metros de largo. Y en marcha resulta agradable por la buena insonorización y también por el gran trabajo de una caja de cambios automática de convertidor y 8 marchas que aporta una exquisitez total. Tres cuartos de lo mismo ocurre con la transición entre el motor o los motores eléctricos y el térmico, que apenas se aprecia, envolviendo el conjunto en una suavidad y bajas vibraciones que valen su peso en oro.
A estas alturas, y si tenemos que resumir en pocas palabras, tenemos un SUV de diseño con 300 CV y etiqueta 0 de la DGT, tracción total, casi 60 kilómetros en modo absolutamente eléctrico, amplio, bien equipado, muy avanzado tecnológicamente y exclusivo. Tan exclusivo como los 54.000 euros que cuesta.
LA CLAVE
El segmento de mercado que, como ya viene siendo habitual, más crecerá este año junto con la tecnología más apropiada para esperar la llegada del coche eléctrico definitivo. Eso combina el DS 7 Crossback E-Tense 4×4, un híbrido enchufable Premium sin precio Premium y con argumentos muy acertados. Es exclusivo y, cuando se le conoce a fondo, realmente eficiente.