Siempre ha sido el Honda Civic un modelo peculiar. Tanto por sus formas, por sus tecnologías o por su rendimiento. Y con esta nueva generación no iba a ser menos. El nuevo compacto de Honda brilla por su corazón híbrido, diferente a lo visto, y por su emocionante conducción.
Honda nunca ha querido ir por el camino convencional. Tecnologías como las cuatro ruedas directrices, propulsores con sistema de inyección variable… Por citar solo dos ejemplos, son algunas de las aportaciones de la firma japonesa a la automoción. También la hibridación –fue una de las primeras marcas en explorar este camino– aunque los ‘laureles’ se los haya llevado Toyota.
Honda Civic, siempre un compacto diferente
Y fiel a ese espíritu poco convencional, el Honda Civic se puede considerar, a lo largo de su historia, como un compacto diferente. Sus formas siempre han sido más arriesgadas que las de los clásicos del segmento. También es así en esta nueva generación, donde lo primero que llama la atención es su silueta casi de sedán –aglutina en una sola carrocería los anteriores Civic Sedán y cinco puertas–, pero que no supone una revolución en su estilo. También brilla por su nivel de acabados en el interior –aunque algunos plásticos de zonas inferiores desmerecen–, todo muy correcto y atractivo a la vista y al tacto. Y por su racionalidad, con los mandos o las pantallas perfectamente ubicados y pensados para el uso más fácil. No tanto las salidas de aire, que necesitan de un periodo de adaptación para que envíen el aire allá donde uno quiere.
La amplitud interior es buena y el maletero correcto con sus 410 litros de capacidad, aunque pierde 75 litros respecto al anterior y se sitúa en el centro de lo que ofrecen los compactos del mercado.
Pero donde más muestra esa personalidad diferente es en su enfoque dinámico. Porque más allá de que la tecnología de hibridación busque la mayor eficiencia en Honda han apostado porque el Civic sea divertido y emocionante de conducir. No es el Type R que ‘vuela’ en los circuitos, pero los ingenieros japoneses han querido que conducirlo sea una experiencia.
El Honda Civic combina diversión con buen consumo
Y ojo, sin sacrificar mucho el consumo, porque en ciudad y alrededores puede estar sin muchas complicaciones por debajo de los 5 l/100 km; por debajo de los 6 a 90 km/h y de media nos ha gastado 5,3 l/100 km. No es un diésel; pero no está nada mal.
Sobre todo porque el resto de apartados están enfocados hacia una conducción dinámica, ligera. Son 184 caballos que mueven con mucha agilidad el coche cuando salimos a carretera. Y en ciudad, por contra, podemos hacerlo una gran parte del tiempo en eléctrico, porque la capacidad de ir recargando las baterías en marcha es sobresaliente y si vamos pendientes vemos cómo pasa de combustión a eléctrico de forma permanente. En ciudad, por tanto, casi parece un eléctrico por suavidad y silencio. Pero en carretera se muestra ligeramente sonoro, con una rumorosidad de rodadura que no está muy bien filtrada, que habría que revisar.
Es muy vivo de reacciones y noble en curva, gracias a su esquema de suspensiones y bajo centro de gravedad. Los frenos están a la altura y la dirección es magnífica, con información total sobre lo que pasa bajo las ruedas. Todo este conjunto hace que enlazar curvas sea una auténtica delicia y para disfrutar cada kilómetro. Además, puede adaptarse a las exigencias o gustos de cada conductor, con tres modos de conducción que el coche elige automáticamente: Electric, Hybrid y Engine. El primero es el que se selecciona al arrancar y en el que el motor eléctrico es el encargado de mover el coche. Si se necesita más potencia, en modo Hybrid, el bloque de combustión ofrece energía al eléctrico a través del generador, no para mover las ruedas, como ya ocurre en CR-V o HR-V. Y en el Engine un embrague conecta directamente el motor de gasolina con las ruedas a través de una relación de engranaje fijo. Aquí se alcanza el mejor rendimiento. El paso entre los tres tipos es instantáneo, sin brusquedades.
El cambio sin embrague, otra peculiaridad del Honda Civic
Como no hay embrague y se buscan sensaciones de dinamismo, Honda ha programado variaciones de régimen en el motor de combustión cuando se acelera de forma intensa, con ello se ofrece la sensación de que el coche cuenta con una caja de cambios de 7 marchas… que no existen.
Otra distinción más de este modelo es que en el acabado Advanced que hemos probado no se deja ningún detalle de equipamiento o de acabados en el tintero: pantalla de 8 pulgadas, sistema de seguridad Honda Sensing, 11 airbags, Honda Connect, climatizador dual, Apple Carplay inalámbrico, llantas de aleación de 18 pulgadas en color negro, sistema de sonido premium BOSE con 12 altavoces, techo solar panorámico, faros delanteros con luces adaptativas (ADB) y panel de instrumentos con pantalla multi-información de 10,2 pulgadas por 36.600 euros… Y por supuesto, en ese precio, esa visión, diferente y poco convencional de la conducción… Como siempre ha hecho la marca japonesa.
LA CLAVE
Si estás buscando un híbrido al uso, que te lleve y te traiga con la mayor eficiencia y sin ninguna emoción, olvida este Honda Civic que no será el híbrido más ahorrador, pero sí el más divertido.
LOS RIVALES
Mazda 3 e-Skyactiv x 184 CV
Apuesta por una tecnología que simula el encendido por compresión como en los diésel. Se ofrece en versión 5 puertas y sedán. Y es ECO.
Precio 29.182 euros
Potencia 184 cv
Consumo 5,2 l/100km
0 a 100 km/h 8,1 seg.
Peugeot 308 PHEV 180 CV
El compacto francés no tiene hibridación, salvo enchufable. Con ello, 180 caballos, 66 kilómetros de autonomía eléctrica y la etiqueta 0.
Precio 35.730 euros
Potencia 180 cv
Consumo 1 l/100km
0 a 100 km/h 7,6 seg.
Toyota Corolla GR Sport 196 CV
El clásico entre los híbridos sube de potencia con la nueva actualización. Se ofrece en 5 puertas y el familiar Touring Sport. Y es etiqueta ECO.
Precio 29.300 euros
Potencia 196 cv
Consumo 5,1 l/100km
0 a 100 km/h 7,6 seg.