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Prueba McLaren 720S Coupé. Despedida por la puerta grande

Hacía tiempo que teníamos preparada esta atractiva prueba del McLaren 720S Coupé, pero en el proceso, la marca británica lo ha jubilado y lo sustituye por el 750S, que porta el mismo bloque V8, aunque mejorado y con 751 CV de potencia. Dicho esto, era de justicia que nuestro protagonista quedara reflejado por derecho propio.

McLaren 720S Coupé.

McLaren sólo sabe ‘hacer’ superdeportivos. Y lo borda. Este McLaren 720S resulta estratosférico en todo. También en su diseño, con unas puertas de apertura vertical espectaculares, aunque dificultan el acceso porque necesitan bastante espacio al abrirse. Además vamos sentados literalmente en el suelo, aspecto que tampoco ayuda a la hora de entrar o salir.

McLaren 720S: chasis monocasco en fibra de carbono

La marca británica también es especialista en tratar la fibra de carbono. La utiliza en el chasis monocasco para dotar al conjunto de más rigidez y menor peso. Sí, es de los supercar más ligeros, con 1.494 kilos en orden de marcha.

Motor  4.0 V8  
Disposición  Central longitudinal  
Nº de cilindros/válvulas  8 en V / 32  
Cilindrada (c.c.)  3.994  
Alimentación  Inyección indirecta, dos turbos e intercooler  
Potencia máxima/rpm  720 CV / 7.500  
Par máximo/rpm  770 Nm / 5.500
TRANSMISIÓN  
Tracción  Trasera  
Caja de cambios  Automática de 7 velocidades  
DIRECCIÓN Y FRENOS  
Dirección  Cremallera, electrohidráulica  
Vueltas de volante (entre topes)2,6  
Diámetro de giro (m)  –  
Frenos. Sistema (Delantero/Trasero)Discos ventilados cerámicos
SUSPENSIÓN  
Delantera: Independiente, paralelogramo deformable.  
Trasera: Independiente, paralelogramo deformable.  
RUEDAS  
Neumáticos  245/35 R19 delante y 305/30 R20 detrás  
Marca   Pirelli PZero  
Dimensiones y capacidades  
Peso en orden de marcha (kg)  1.494  
Largo/Ancho/Alto (mm)  4.543 /  1.930 /  1.196  
Capacidad del maletero (l)  150 delante y 210 detrás  
Capacidad del depósito (l)  72  

Interior del McLaren 720S

En el interior, las butacas nos impiden movernos, y el puesto de conducción es de carreras. Las llaves de casa o el móvil saldrán volando a la mínima porque apenas hay huecos para dejarlos. Delante hay un maletero con 150 litros y detrás otro que suma otros 210 junto al motor.

Interior del McLaren 720S Coupé.

La ‘perla’ se ubica detrás de los asientos: un propulsor 4.0 V8 biturbo que eroga 720 CV, dirigidos exclusivamente al eje trasero y gestionados por una cambio automático de siete velocidades con doble embrague. Es tremendamente rápido en su funcionamiento, más que la dirección, que presenta 2,6 vueltas de volante entre topes. Eso sí, comunica como pocas gracias a su naturaleza electrohidráulica.

Nos ponemos en marcha

Arrancamos y casi asusta, pero el sonido engancha. Ya nos avisa de lo que tenemos entre las manos. Salimos con cuidado del garaje tras activar una función neumática que eleva unos centímetros el morro para evitar que rocemos con el suelo. El alerón posterior también es activo, pero va por libre en función de la velocidad o las frenadas.

En ciudad, la visibilidad queda limitada por su escasa altura, pero a cambio presenta una generosa superficie acristalada. En cualquier caso, pide a gritos salir a campo abierto. Sus prestaciones y maneras dinámicas son excelentes, tanto que exige más un piloto que un conductor.

McLaren 720S Coupé.

Salimos a carretera. Da respeto. Vamos cogiendo confianza y enlazamos curvas a ritmo alegre. Una gozada. Las enormes levas giran solidarias con el volante y subimos y bajamos marchas a un ritmo frenético. Pura adrenalina.

Iniciamos la marcha por las calles de la urbe con el modo Comfort. El asistente de conducción también presenta los perfiles Sport y Track, que actúan sobre el motor, el cambio y el control de tracción. Antes hay que conectar el mando Active.

Prestaciones del McLaren 720S

Acudimos a nuestro circuito de pruebas. Allí comprobamos su aceleración supersónica. Medimos 3,1 segundos en el 0-100 km/h (dos décimas más que el tiempo oficial). Imposible registrar esos tiempos sin la función ‘launch control’. Y en 21,4 segundos alcanza los 300 km/h, instantes antes de llegar a los 341 km/h de velocidad punta. Confieso que no llegamos…

Velocidad máxima  341 km/h  
Aceleración (en segundos)  
400 m salida parada  10,7  
De 0 a 50 km/h  1,59  
De 0 a 100 km/h (oficial)  3,1 (2,9)  
Recorriendo (metros)  40,2  
De 0 a 200 km/h  7,8  
Recuperación (en segundos)  
400 m desde 40 km/h en D  9,39  
1.000 m desde 40 km/h en D  –  
De 80 a 120 km/h en D  1,38  
Recorriendo (metros)  38,2  
Error de velocímetro a 100 km/h  + 1%  
Frenadas (en metros)  
Desde 60 / 100 / 120 km/h  12,5 / 33,9 / 48,5  
Sonoridad (en decibelios)  
A 60 km/h / A 100 km/h / A 120 km/h  64,0 / 69,1 / 72,9  

Los neumáticos Pirelli PZero Corsa 245/35 ZR19 delante y 305/30 ZR20 detrás son ideales en condiciones óptimas, pero en nuestra unidad estaban ya algo desgastados. Aun así las distancias de frenado han sido excelentes. Ayudan los generosos discos carbocerámicos que monta, una vez que cogen su temperatura óptima. Nos gusta menos el tacto del freno, poco progresivo.

Cuadro del McLaren 720S Coupé.

En modo Track y desconectando la electrónica, la zaga cobra vida propia, desliza y el contravolante está asegurado. En ese escenario, el motor ruge hasta las 8.300 rpm, y el cuadro, que gira 180 grados hasta presentar una configuración de carreras, responde con avisos lumínicos y acústicos para cambiar de marcha. Espectacular.

Consumo del McLaren 720S

Hablar de consumo en un supercar con 720 CV que cuesta 304.000 euros da casi vergüenza, pero nos ha sorprendido para bien en autopista. Otra cosa es en ciudad y no digamos nada en conducción deportiva, donde será imposible bajar de los 17 litros.

Consumo ciudad a 23 km/h de promedio  16,5  
consumo carretera a 90 km/h de crucero  9,4  
Consumo autopista a 120 km/h de crucero  10,9  
Consumo medio (Porcentaje de uso 30% urbano; 50% autovía; 20% carretera)12,3  
Autonomía media   
Kilómetros recorridos   585  
Consumos oficiales   
Ciclo mixto  12,2  

En cuanto a su equipamiento, digamos que convence, aunque en este tipo de vehículos se prescinde de muchos asistentes de conducción y elementos de confort. Lógico.

En definitiva, no todos los días probamos un supecar con 720 CV y maneras de coche de carreras. Sus prestaciones y sensaciones te ponen contra las cuerdas, pero también puedes ir de paseo plácidamente. La malo: ya no se fabrica. Lo bueno: ya está en la rampa de salida su sustituto, el 750S, también con motor V8.