Cuando a mediados de 2022 supimos que el Mitsubishi ASX iba a tener un sucesor fue una grata sorpresa. Dos años antes, la marca japonesa había anunciado su retirada del mercado europeo, y nueve meses más tarde comunicaba un cambio de estrategia declarando en un comunicado que emplearía vehículos de la marca Renault “que ya cumplen con los requisitos reglamentarios, en determinados mercados importantes de Europa”.
Dicho y hecho, hace algo menos de dos años Mitsubishi nos dejaba ver las imágenes de las nuevas generaciones del Colt y del Mitsubishi ASX, que eran, respectivamente, un Clio y un Captur con la insignia de los tres diamantes en lugar del rombo en el centro de sus parrillas, sus llantas y sus volantes.
Segunda generación del Mitsubishi ASX
Así, la segunda generación del Mitsubishi ASX es en realidad un Renault Captur con mínimas diferencias estéticas, configuraciones de equipamiento personalizadas y una gama específica. Esto permite a la firma japonesa ofrecer un producto de contrastada calidad y fiabilidad en uno de los segmentos de mayor volumen del mercado, a la vez que ofrece un sucesor al que durante años ha sido su automóvil más exitoso en nuestro mercado.
Cabe recordar que la primera generación del Mitsubishi ASX ha sido especialmente longeva, ya que se presentó en el Salón de Fráncfort de 2007, y se lanzó en España en febrero de 2010 con una oferta amplia y muy competitiva. Se trataba de un SUV de 4,30 metros que ofrecía el empaque de un modelo de un segmento superior y que podía disponer de atractivas versiones diésel, variantes con cambio automático, con tracción total y con un amplio equipamiento.
Después de tres profundos rediseños, llevados a cabo en 2013, 2017 y a finales de 2020, su oferta fue menguando, pero el vehículo seguía conservando un innegable atractivo, aparte del comodín de la tracción total, algo cada vez menos habitual en el segmento.
Hoy, de hecho, la segunda generación del Mitsubishi ASX no puede disponer de motricidad en las cuatro ruedas por la sencilla razón de que su plataforma no lo contempla. Así ocurre tanto en el Renault Captur como en el actual Nissan Juke. Pero lo que sí ofrece el nuevo Mitsubishi ASX es una interesante gama de sistemas de propulsión que comprende versiones básicas de gasolina de 90 CV sin hibridar, variantes con 140 o 160 CV e hibridación ligera, un sistema de propulsión híbrido serie-paralelo (145 CV) y un híbrido enchufable de 160 CV, con opciones manuales y automáticas.
Prueba del Mitsubishi ASX 130T MHEV Kaiteki de 140 CV
En esta ocasión, probamos una variante muy equilibrada. El Mitsubishi ASX 130T, bajo cuyo capó se esconde el motor Renault H5H E4, que es en realidad un motor de la familia HR de Nissan (HR13DDT). Se trata de una moderna unidad de carrera larga, bloque de aluminio de cuatro cilindros y 1,3 litros con distribución variable por cadena y sobrealimentación mediante turbocompresor. Cuenta con refinamientos como un revestimiento de boro en las camisas de los cilindros para reducir la fricción de los pistones, y Mercedes también lo monta en algunos modelos añadiendo un sistema de desactivación de cilindros en condiciones de baja carga que Mitsubishi no monta.
Lo que sí se instala en esta versión es un sistema de hibridación ligera mediante una máquina eléctrica que hace las funciones de motor de arranque y alternador, alimentada a 12 voltios por una pequeña batería auxiliar de iones de litio de 0,13 kWh de capacidad, lo que le permite recuperar parte de la energía cinética durante las retenciones y frenadas para utilizarla como apoyo en las aceleraciones y para arrancar el motor térmico las veces que sea necesario.
En la práctica se trata de un vehículo muy equilibrado, que combina un buen tacto al volante con una gran versatilidad y un consumo moderado. Así, el motor responde con bastante vivacidad para la potencia y el par declarados (140 CV y 260 Nm). A pesar de contar con caja de cambios manual (que funciona muy bien), será difícil experimentar una situación en la que realmente nos encontremos con una respuesta amortecida y tengamos que intervenir sobre el cambio.
La frenada regenerativa está perfectamente integrada con la frenada hidráulica, de buen tacto, y tampoco podemos poner pegas a la dirección ni a las suspensiones, ya que el Mitsubishi ASX responde fielmente a las órdenes del volante sin oscilaciones acusadas de la carrocería, que tampoco se producen al frenar con intensidad o al buscar la máxima aceleración posible.
Dada su condición de SUV y teniendo en cuenta que nuestra unidad, con acabado Kaiteki, está bastante bien equipada, el Mitsubishi ASX no es un vehículo ligero, con 1.333 kilos en orden de marcha registrados en la tarjeta de ITV. A pesar de ello, no da la sensación de sobrepasar la tonelada y cuarto, y resulta muy agradable de conducir en cualquier circunstancia.
Así es el Mitsubishi ASX Kaiteki, por dentro
Por otra parte, su habitabilidad es buena para tratarse de una carrocería de 4,23 metros, más pequeña que la de la primera generación del Mitsubishi ASX pero con un interior muy bien planteado en el que encontramos unos asientos delanteros de excelente factura que recogen bien el cuerpo, con una postura al volante alta, muy cómoda en largos desplazamientos, y unas plazas traseras dignas.
Asimismo, el maletero, de 422 litros, es bastante generoso para las dimensiones exteriores del vehículo, y cuenta con un gran hueco bajo el piso que en nuestra unidad estaba parcialmente ocupado por el kit de reparación de pinchazos.
No hay posibilidad de pedir una rueda de repuesto, a pesar de que el hueco bajo el piso está pensado para llevarla, y la única opción disponible es la pintura (entre 550 y 1.200 euros), si queremos salirnos del color básico Azul Charcoal.
En cualquier caso, no echaremos en falta ningún equipamiento, y nos encanta disponer de mandos físicos para el climatizador. En este Mitsubishi ASX 130T Kaiteki encontraremos, además, sensores de aparcamiento delante y detrás, cámara de visión trasera, climatizador, control de crucero adaptativo, acceso sin llave, barras portaequipajes y una larga lista de sistemas de ayuda a la conducción.
Y, a mayores, dispondremos del distintivo Eco de la DGT, así como de un consumo muy razonable, que fácilmente puede situarse en el entorno de los seis litros cada 100 km, si bien, como en todos los motores sobrealimentados, el consumo puede dispararse si buscamos las máximas prestaciones.
En resumen, el Mitsubishi ASX 130T MHEV Kaiteki es un vehículo plenamente satisfactorio para una gran cantidad de usos. En el día a día es económico, agradable al volante, suficientemente ágil, amplio y manejable en entornos urbanos. En la configuración de la unidad de pruebas (rojo Sunrise con techo negro), está a la venta por 26.790 euros, precio que incluye un descuento oficial de 1.200 euros.
No es lo más asequible que vamos a encontrar en el segmento, pero sí es uno de los vehículos más satisfactorios, por lo que, si cuadra con tus necesidades y te ha entrado por los ojos, se trata de una interesante opción. Ah; una cosa más: este Mitsubishi ASX se fabrica en Valladolid, en la planta de Renault, lo que no es en sí un argumento de ventas, pero siempre puede tenerse en cuenta.
