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Skoda Fabia combi 1.0 TSi 110 DSG Monte-Carlo. Cargado de lógica

Como la demanda de versiones TDI en el Fabia era muy baja, la firma checa optó por acabar con ellas y volcarse en los 1.0 de gasolina. Por suerte, los recortes no afectaron a la carrocería menos 'querida' -sólo un 11 por ciento de los Fabia vendidos en nuestro país son familiares-. De hecho, Skoda Fabia Combi y Renault Clio Sport Tourer -en el francés hablamos de un 3 por ciento- son especies relictas que parecen abocadas a la extinción por culpa del éxito de los pequeños SUV.

Pero partiremos aquí una flecha en favor de las 'mini-rancheras' tomando como referencia las bondades de este Fabia 1.0 TSI, que en el caso que nos ocupa tiene tres ingredientes que ayudan a alegrar la vida: 110 CV -hay también un 1.0 TSI de 95 y un 1.0 MPI de 75-, cambio automático de doble embrague DSG7 y acabado Monte-Carlo, con un toque deportivo -más estético que técnico, todo hay que decirlo- que ahora gusta bastante. Es decir, que por un lado tenemos un coche eminentemente práctico y, por otro, unas características dirigidas a elevar el agrado de uso.

Como comparte distancia entre ejes con el Fabia 'normal' -2,47 metros-, el interior es de utilitario. Con anchura correcta y muy buena cota de altura al techo pero con un espacio algo justo para las piernas detrás. No obstante, tres chavales caben bien, e incluso dos adultos que no vivan del baloncesto. Y tras el respaldo posterior, un maletero soberbio de 530 litros, superior al de cualquier SUV del segmento B -Peugeot 2008, Renault Captur, Seat Arona-; e incluso del segmento C -430 litros tiene el del Nissan Qashqai y 521 el del Skoda Karoq-.

La calidad general es buena, pero se abusa del plástico duro y no hay salidas de aire traseras, y el equipo de serie se queda en correcto, lo que podemos disculpar en parte por la variedad y el bajo precio de las opciones disponibles. Además, para el Fabia 1.0 TSI 110 DSG podemos elegir entre cuatro niveles de acabado.

Como se acerca a los 10 segundos al pasar de 0 a 100 km/h y emplea 7,7 en recuperar de 80 a 120 km/h, calificaremos las prestaciones con buena nota, sobre todo porque estamos ante un utilitario 'de carga', y no al volante de un deportivo. Y lo importante, garantizado: agrado de uso y agilidad más que suficiente para salir a carretera y solventar adelantamientos con seguridad. Y con un consumo real razonable: 6,9 l/100 km. Con un TDI gastaría aún menos, pero eso ya no tiene remedio.

En cuanto al comportamiento, prima la nobleza y el confort, pero por lucir el emblema 'Monte-Carlo' se agradecería más aplomo y menos balanceo; sobre todo en vías. de montaña. La frenada es correcta, y las ruedas de serie parecen suficientes, pues las 215/40 R17 opcionales restan comodidad sobre mal firme.

LA CLAVE

Se pueden contar con los dedos de una mano, y nos sobrarán tres, los coches de carrocería familiar en el segmento utilitario. Y pronto podrían ser menos. El Fabia Combi es un 'superviviente' al que aún vemos mucho sentido práctico: pequeño pero con un maletero enorme, asequible, de calidad y con una mecánica eficaz.